YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)

Grandes poderes conllevan una gran responsabilidad.

Narra: Ben

Un fuerte estruendo se escuchó por toda la mansión. Klaus había gritado como niña pequeña, lo cual hizo que me asustara más. 

- ¿Qué fue eso? - Preguntó él.

-Si supiera, te lo diría. Pero lamentablemente estoy en la misma habitación que tú.

Ambos salimos del cuarto silenciosamente... bueno, excepto por los ruidosos tacones de Klaus. 

- ¿Tenías que ponerte eso justo ahora? - Pregunté molesto.

- Uno siempre tiene que estar preparado- Me respondió con una sonrisa, a lo que yo levanté una ceja.

- ¿Preparado?

- Obvio hermano, uno nunca sabe cuando llega la oportunidad.

Quedé bastante confundido con lo que dijo. No entendí si se refería a las drogas que consume o a los chicos con los que copula... pero, en fin, es Klaus. 

Seguimos caminando hasta bajar las escaleras. En el camino nos encontramos a Luther y a Allison, ambos curiosamente juntos desde que los vimos.

- ¿Alguna persona cuerda puede decirme lo que está pasando? - Pregunté en un susurro.

- Es Vanya- Contestó Luther con el mismo tono que yo- La encerré en el...

- ¿¡Encerraste a Vanya?!- Gritó Klaus.

Todos, incluso Pogo, que había llegado recientemente, nos dimos una palmada en la frente. Klaus siempre tenía que meter la pata. 

Todos los presentes lo hicimos callar, pero ya era tarde. 

-Tienen que ponerse a salvo, salgan de la Academia- Dijo Pogo en cuanto vio que Vanya se acercaba. 

Diego llegó a la escena. Sorprendentemente hizo caso sin chistar, aunque aún seguía creyendo ser el héroe de la familia.

- Vamos, todos salgan ¡Ahora! - Ordenó él. Luther lo miró desafiante, pero no hizo nada al darse cuenta de que esta era una situación seria- No olviden a mamá- Y por último, se fue.

- Klaus, no podemos quedarnos aquí... ¿Klaus? - Volteé hacia atrás para ver dónde estaba, pero para mi sorpresa él ya estaba corriendo- ¡Klaus, espérame!

Narra: ____

Tenía que averiguar cómo salir de este lugar.

Habían pasado unas horas y las empleadas me preguntaban cada treinta minutos si había perdido a mi mamá.

-¡No tengo mamá! - Le exclamé a una chica rubia que pasaba por allí. Se había detenido a ayudarme, pero me trataba como a una niña de tres años y eso me estresaba bastante. - Sólo quiero salir de este horrible lugar.

-¿Tienes algún familiar al que podamos contactar? - Preguntó la chica amablemente.

En ese momento fue imposible no pensar en Cinco. Era la única persona cuerda a quien tenía, pero me había abandonado. Sólo me limité a negarle con la cabeza y bajar la mirada. 

-¿Sabes cómo volver a tu casa, niña?

- Si supiera, ya estaría allí, ¿no cree?- Respondí toscamente. No iba a seguir perdiendo el tiempo con esa señora. Era muy amable, pero demasiado intensa para mi gusto. No me estaba ayudando lo suficiente. - ¿Tienes algún automóvil?

- Tengo un choche, quizás te pueda llevar a tu hogar.

- Sí, sí, lo que sea- Respondí. Estaba demasiado malhumorada para seguir siendo una persona gentil.

Me llevó hasta su coche y me hizo sentarme en el asiento de atrás, por lo que me negué rotundamente.

-No tengo cinco años, señora- Le dije mientras entrecerraba los ojos- Por si no se dio cuenta, soy mayor de edad. Podría conducir su auto si así quisiera.

La señora soltó una gran carcajada y me dijo: - Si fueras mayor de edad, no usarías un uniforme de preescolar- Era un buen punto. 

Luego de "indicarle" (y lo digo entre comillas porque no sé si a hacerle dar treinta vueltas en vano por la misma cuadra se le puede llamar indicación) donde estaba mi supuesto hogar, habíamos llegado. Me sorprendí al ver como la mansión se desmoronaba poco a poco. 

Inmediatamente bajé del coche. A los pocos pasos me encontré con Klaus y con Ben. Me dieron un fuerte abrazo que obviamente les devolví, pero sin dejar de ver lo que algún día fue mi hogar.

-¿Q-qué está pasando? - Pregunté casi sin poder pronunciar ninguna palabra.

Ben me miró con una mueca de tristeza y luego negó con la cabeza, como queriendo decir algo que no sale de su boca.

- Pogo murió y Vanya va a destruir al mundo... ¡Taraaa!- Dijo Klaus mientras agitaba sus manos como si estuviese bailando Jazz.

- Espera, ¿cómo que Pogo murió? - Pregunté nuevamente, impactada por lo que acababa de decir.

- Vanya lo mató- Respondió ahora Luther mientras caminaba hacia nuestra dirección. Diego y Allison también se acercaron, ambos con cara de tristeza y sorpresa a la vez- Cuando descubrimos que tiene poderes, la encerramos debajo de la mansión para que no fuera un peligro. Pero al parecer supo cómo salir y ahora está destruyendo toda la familia, y próximamente al mundo si no la detenemos.

-¿¡Saben dónde está Cinco?!

Narra: Vanya 

Mientras más recuerdos de mi infancia se venían a mi mente, más enojo obtenía. No sabía lo que estaba haciendo, pero lo disfrutaba. Podía ver como cada esquina de esa sucia habitación explotaba y como cada escombro caía a mis pies. 

- Señorita Vanya, ¡es suficiente! - Escuché decir a mis espaldas. Me volteé rápidamente, aunque ya sabía que se trataba de Pogo. Caminé lentamente hacia él con la mirada fija en sus ojos- Vanya... entiendo que estés tan disgustada. Pero te aseguro que ninguno de tus hermanos es ni remotamente responsable de lo que te pasó cuando eras niña- Lo escuchaba atentamente, pero no podía creer en lo que me decía.

- ¿Tú sabías? 

- Tu padre descubrió que eras capaz de hacer cosas extraordinarias, igual que tus hermanos- Dijo.

- ¿Igual que ____?

- Ella no es igual a los demás, no nació con poderes como tú. 

- ¿Y por qué me ocultaron esto a mí? ¿Por qué me trataban como a ____?

- Tus poderes eran muy fuertes, Vanya. Tu padre temió por la vida de tus hermanos y la de todo el mundo. Quiso protegerte de ti misma.

Mi enojo aumentaba más. El saber que la persona en la que más confiaba me había traicionado me generaba una sed inmensa de destrucción.

Sin pensarlo, arrojé a Pogo hacia la chimenea. No quería matarlo, no era realmente mi intención, pero los cuernos del cráneo del alce que se encontraba allí lo atravesaron. 

No me inmuté lo más mínimo, aún quería seguir...