"Nunca hay tiempo para nada"

138 9 7
                                    



Narra: ____


-¿Me acompañas? - Me preguntó Cinco mientras salía de aquella oficina con la curiosa carpeta que había guardado. No alcancé a leer el título de ésta, por lo que me intrigaba aún más saber de qué trataba. 

Ambos nos dirigimos hacia unos baños públicos que se encontraba cerca de donde estábamos, específicamente a unos 15 metros. Entramos a un cubículo y... la verdad todo se convirtió en una situación bastante incómoda. 

-Cinco, ¿qué estamos haciendo aquí?- Pregunté. Él lejos de contestar mi pregunta, sacó el informe por debajo de su uniforme y me la entregó. 

-La mujer con la que hablaste, Dot, se estuvo encargando del caso del apocalipsis y también de mí. Si queremos saber cómo detenerlo, esta debe ser la solución.

Sostuve la carpeta con mis manos. Leí el título: "apocalipsis". Abrí la tapa de ésta y...

-¿Una carita feliz?- Pregunté extrañada- ¿Cómo es que esta mujer pudo encargarse del caso de un apocalipsis? 

-Da igual, pasa a la siguiente página.

Cuando estaba a punto de hacerlo, la puerta que daba a la entrada del baño se abrió. Alguien había entrado... alguien con tacones. Cinco y yo nos miramos alarmados por la situación.

-¿Cómo va tu primer día?- Pregunta La Encargada mientras entraba al cubículo de al lado. 

-Mejor imposible- Le responde Cinco.

-¿Qué hacemos?- Le susurré con los nervios de punta. Era un perfecto momento para utilizar la teletransportación.

-Me alegra oírlo- Le responde ella mientras de fondo se escuchaba su fuerte orina y algunas quejas de su parte. Entre los dos nos miramos con una enorme expresión de extrañeza. 

-Me quemé la ruga- Dijo. Ella siguió hablando, pero ninguno de los dos le prestaba atención a lo que decía. 

Cinco, con el ceño fruncido, me toma de la cintura y me sienta en su regazo, quedando frente a frente. Sostuvo mis piernas y las acomodó de tal forma que quedaran agarrando su espalda, supongo que era para que no se vieran por debajo del cubículo. Ambos nos miramos detenidamente. Mi palpitar aumentaba con cada respiración que daba, y mis manos parecían una cascada gracias al sudor. Vi sus labios, naturalmente carnosos y rojos... Las ganas de besarlo apasionadamente eran fuertes. Él intensificó su agarre en mi cintura, y lentamente se fue acercando hacia mi oído.

-Necesito que te concentres- me susurró en este. Su voz grave logró erizar por completo mi piel, pero debía contenerme para no hacer locuras en ese momento tan inadecuado- Utiliza tu poder y sal de aquí.

-Pero... no puedo. Yo no sé controlarlos.

-Lo sé. Las veces que los usaste fueron por causa de tus sentimientos- Respondió con su mirada fijada en mis ojos. Sabía perfectamente a lo que se refería. 

-Cinco, eso no funcionará- Le contesté, pero en un abrir y cerrar de ojos, el chico estaba pegado a mis labios. Con sus manos puestas en mi cintura, comenzó a hacer un juego de subida y bajada, acercándose cada vez más a mis muslos. El beso era desesperado, y podría decir que incluso tenía una pizca de agresividad. Mordía mi labio inferior y eso me ponía nerviosa. Notaba el fuego en mis mejillas, y como mi corazón no dejaba de latir. Pero de un momento a otro...

-Te dije que funcionaría- Dijo Cinco mientras me miraba desde arriba. Nuevamente todo a mi alrededor se había agrandado, y mi ropa... bueno, no la llevaba puesta. Observé mi cuerpo, tenía un suave pelaje marrón, pero no era un gato. Tenía bigotes, y pequeñas patitas...

YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora