Nos volvemos a encontrar.

119 8 0
                                    


Era un día hermosamente soleado. El cielo despejado llenaba mi vista de un tenue celeste, junto con el quieto viento de la zona.

No había pasado mucho, de hecho, solo fue cuestión de pocos minutos para que la acción comenzara.
Nos encontrábamos parados frente al auto, con la mirada totalmente perdida. Se me ocurrió mirar a la chica que se encontraba a mi lado, y la curiosidad invadió mi mente. ¿Qué podría estar pensando _____? Me daba demasiada intriga, pero tenía más que claro que la mente de uno es el lugar más privado que puede existir, y depende de la persona si te quiere invitar a su lugar o no. Decidí no preguntar.

Miré su perfil..., tan hermoso como siempre. Me limité a darle unas pocas ojeadas a sus labios, si lo seguía haciendo era posible que todo el esfuerzo puesto en no besarlos con la pasión que se merecen se iba a ir a la mierda. Fue casi imposible, pero lo había logrado. La voz de Luther me había distraído.

-¿Cuánto más va a tardar?

-No te preocupes por eso, cuando menos te lo esperes ya va a estar aquí- Le contesté.

Poco después, una extraña canción sonaba a lo lejos. Parecía ser de un... ¿camión de helados?

-¿Y eso?- Preguntó _____.

La misma pregunta me hacía a mí. Estábamos totalmente solos en la carretera, era muy extraño que pasar un camión de helados, ¡de helados!

Presté más atención y logré divisar a quien se trataba del conductor...

-¿Ese es... Diego?- Pregunté extrañado.

Sí, así era. Los inútiles de mis hermanos lo habían arruinado, otra vez.

Cuando menos lo esperamos, el camión se salió de carril, bajando por el pequeño barranco hasta el largo pasto creciente que se encontraba a su lado.

-¡Es una trampa!- Gritó Cha-cha. De un segundo a otro, disparos comenzaron a aparecer. Como pude coloqué a _____ detrás de mí, tratando de protegerla de cualquier bala que pudiera lastimarla. Sé muy bien que no le gustó para nada mi acto, pues ya podía imaginar su cara de "sé cuidarme sola", pero no me importó.

-¡CUIDADO!- Gritó Luther. Se posicionó enfrente de nosotros, impidiendo el paso de una bala que venía hacia mi dirección. Cuando ésta estaba a punto de tocarlo, el tiempo se paró. Sabía lo que eso significaba.

Rápidamente mire hacia mi costado, donde se encontraba ____. Ella, al igual que yo, no se había congelado. Podía moverse y se le veía muy exaltada por lo que estaba sucediendo. 

-¿Qué está pasando?- Preguntó con los nervios de punta. 

No quise responder, pues eso la alteraría más. Me fui directo a donde estaban Hazel y Cha-Cha, esperando su llegada...

No pasó mucho tiempo cuando unos tacones comenzaron a hacerse presente en el lugar. Sabía que era ella quien los provocaba, he oído ese irritante ruido por más de diez años seguidos. Podría distinguirla a donde fuera que vaya. 

-Nos volvemos a encontrar, querido. 

Su rubio cabello. Su sonrisa. Sus labios acentuados de un exagerado rojo...

Por supuesto que era ella. Era La Encargada. 


........................................

Holaa, ¿cómo están?

Perdón, perdón, perdón. Hace tiempo no escribo nada, y sé que los tengo abandonados. Bueno, poco a poco voy regresando jajaj.

Escribí algo pequeño porque estoy en la escuela y, bueno, no tengo mucho tiempo para hacerlo. Pero espero que esté bueno. No se preocupen, trataré de subir un poco más seguido.

Los quiero mucho! ❤️❤️

YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora