Supervisor de casos.

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Narra: Luther. 


Habían desaparecido. 

-¿¡Dónde están los chicos?!- Preguntó Diego exaltado mientras corría hacia nosotros.

No lo sabía, no tenía una respuesta clara. Ellos estaban a mi lado y de repente... no había nada. 

Diego y Klaus ya se habían subido al auto, mientras tanto Hazel y Cha-Cha trataban de dispararnos enfurecidos por el falso maletín. No esperé ni un segundo más y comencé a conducir. 

-¿Qué pasó con los pubertos, Luther? - Preguntó Klaus, quien se encontraba en el asiento trasero sacándoles su dedo del medio a los otros dos sicarios- ¿No estaban con vos? 

-No lo sé, Klaus. Los disparos comenzaron y ellos solo... desaparecieron- Contesté con un suspiro. Mantuve mi vista fija en la carretera, pensaba en lo que sucederá ahora que los dos más intelectuales de la familia ya no están. ¿Qué pasará con el apocalipsis?

Creo que tendría que decirles a los demás, es lo correcto. 



Narra: Cinco. 


Ya habíamos llegado a la comisión, el lugar que tanto detesto. La Encargada nos estaba comentando sobre nuestra gran capacidad y lo bien que nos vendría el trabajo a ambos, aunque a mi parecer ____ no debería estar aquí. No quiero que se convierta en el monstruo que yo soy...


-Quisiera hablar de la logística de la seguridad de mi familia, también del remplazo de este cuerpo- Le comenté mientras subíamos unas largas escaleras.

-Eres audaz- Dijo- Me agrada, lo admito. Pero tranquilo, lindo. Todo a su tiempo- ¿Acaba de decirme "lindo"? Por favor, que repugnancia oírlo salir de su boca. 

Si ____ estuviera aquí... Espera, ¿qué? 

-¿Dónde está ____? - Pregunté un poco alterado, para ser sincero. Me aterra la idea de que algo pudiera sucederle, más aún sabiendo que puede ser por parte de esta mujer. Detuve mi paso y la miré impaciente a que respondiera mi pregunta.

-No te preocupes, Cinco. Seguro se quedó observando el lugar. Le diré a Herb que la guíe hacia mi oficina, si eso te deja más tranquilo- Respondió con una sonrisa de oreja a oreja, la misma de siempre.

Sabía que estaba planeando algo, pero me adelanté a sus planes. Ya tengo algo ideado, sólo necesito ejecutarlo, y tal vez sea con la ayuda de ____.

Seguimos nuestro camino. Me estaba dando una breve explicación sobre la agencia mientras la recorríamos. Pocas veces había venido, de hecho, creo que sólo fueron tres o cuatro. La verdad no estoy seguro. El punto es que el lugar es sumamente nuevo para mí, y tendría que aprender cada rincón de memoria para poder realizar mi plan. 


(...)


Habíamos llegado al piso de "supervisores de casos", lo que supongo que sería mi puesto ahora. Eran millones de empleados trabajando en distintas personas.

-Impresionante, ¿no? Ser parte de algo... tan grande- Dijo ella sin apartar la vista de las largas filas de trabajadores que se encontraban ejecutando su labor- Sígueme. 

Dirigimos nuestro camino unos pasos más adelante. Mientras, ella me explicaba la función de los supervisores: "cuando alguien toma una decisión equivocada, y la línea temporal se altera, la comisión recibe un informe de los agentes de campo. Estos se clasifican y entregan a un supervisor de casos, quien se encarga de determinar si alguien debe ser... eliminado de la ecuación para garantizar que el suceso transcurra como debe ser".

Me llevó a un pequeño cuarto donde se encontraba una señora un tanto mayor, encargada de los tubos por donde se envían las respectivas consignas que deben realizar los asesinos temporales, mi puesto anterior. Ahora entiendo el proceso que se requiere para que se logre eliminar al objetivo. Tal vez no sea tan complicado como imaginé. 

-¿Alguna duda? 

-Sí... Quisiera saber quién se encargaba de mi debido caso- Pregunté intrigado.

-Oh, sígueme- Me orientó hacia otra habitación, un poco más pequeña que las anteriores. En general es un lugar bastante grande, a decir verdad- Cinco, te presento a Dot.

Una mujer de unos... 40 años, aproximadamente, se encontraba sentada en aquel escritorio, rodeada de otros servidores de casos más. En este se encontraba una máquina de escribir, papeles y algún que otro archivo. 

-Dot es la responsable de todo lo referente al apocalipsis. De hecho, fue ella la primera en captar tu aparición en 2019- Dijo La Encargada a la vez que me presentaba a la sonriente señora. Demasiado patética para mi gusto.

-Sin rencores- Habló Dot por primera vez. Yo sólo me quedé observando seriamente su rostro, intentando que diga algo de más utilidad para mí. 

-Bueno, sí que nos hiciste sudar. Derrotaste a los dos supuestos mejores asesinos temporales de la comisión- Siguió La encargada- Si eso no demuestra capacidad de liderazgo...- Dijo en un tono de voz más alto, logrando que el irritante sonido de las máquinas de escribir parase, y las miradas de todos los presentes se establecieran en nosotros- entonces no sé. 

Posterior a esa vergonzosa presentación, me entregó un caso que, según ella, pone en desafió mi capacidad de solución.

 Claro, como si ya no hubiese solucionado mi supervivencia en un apocalipsis por 40 años. 

-En fin. Si tienes alguna duda, estaré muy cerca- Dijo al terminar su explicación sobre el caso, y luego se fue. 

Me senté en mi escritorio. No era de mal gusto, de hecho. Tenía una vieja máquina de escribir, algunas lapiceras, papeles bien organizados, e incluso estaba mi nombre en él. A mi parecer, era bastante cómodo para trabajar. 

Miré a mi alrededor, todos estaban concentrados en sus respectivos casos. Entre los pocos escritorios (aproximadamente diez), pude divisar el de Herb.

-Pss, Herb- Me dirigí a él en un tono bajo para no molestar a los demás- Herb- Volví a susurrar. 

Él se volteó hacia donde me encontraba, y con una expresión de sorpresa, me respondió- Cinco, que alegría encontrarte por aquí nuevamente. 

Herb y yo nos habíamos conocido las pocas veces que he venido a este lugar. Él siempre está a disposición de La Encargada, tratando de obtener su aprobación.  Vaya, ¿a quién me recuerda? 

-¿Sabes dónde está ____? -Le pregunté. Había olvidado que ella estaba con nosotros, y que él sería quien la acompañaría hasta su oficina, según me había dejado claro. 

-La llevé a la oficina de La Encargada, a pedido de ella- Me contestó. Le di una pequeña sonrisa de labios cerrados y regresé a mi trabajo. 

¿Qué estará haciendo? 

YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora