YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)

En Mi Cabeza

Narra:___

-¿___? Despierta- Una voz desconocida resonó en mi cabeza-¿Estás bien?

Abrí los ojos lentamente, encontrándome con la figura de una linda chica.

¿Acaso era...?

-¿Sophia?- Pregunté. Ella asintió lentamente con la cabeza. Tenía una mirada tranquila y pacífica, sin preocupaciones-...¿Cómo? ¿Acaso yo...?- Abrí los ojos asustada al pensar en la posibilidad de haber muerto.

Al instante ella negó, y un alivio inundó mi cuerpo.

-Es... Raro. Ni yo sé cómo explicarlo. Pero de alguna forma lograste traerme de vuelta al mundo- Explicó con un gesto confundido.

Tenía bien claro que si ella no lo entendía, entonces yo tampoco. Decidí no buscarle una explicación y simplemente disfrutar de mi nuevo logro.

-Oh, eso está bien. Creo- Dije. Miré a nuestro alrededor: no había nada. Estábamos en un extraño vacío blanco, sin nada que nos rodeara. Sólo nosotras dos- ¿Y qué hacemos aquí?- Pregunté- Espera, ¿Dónde estamos?

-Estamos en tu cabeza- Me respondió, a lo que yo la miré sin entender a qué se refería- Al parecer el gasto de energía que tuviste al usar tus nuevos poderes logró gastar todas tus fuerzas. En pocas palabras, te desmayaste.

-Ah- Respondí con simplesa-... ¿Cuánto tardaré en despertar?

-No lo sé. Eso depende de cuánto tardes en recargar energía...

Las horas pasaron y aún no lograba despertar. Después de pensar por varios minutos, llegamos a la conclusión de que entré en un pequeño coma.

¿Las causas? No lo tenemos seguro. Pero una lesión en el cráneo es lo más lógico que pudimos encontrar.

-Bien, esto es aburrido- Largué un gran suspiro.

-¿Cómo están?- Preguntó ella- Mis hermanos, ¿Crecieron mucho?

-Emm... Yo... Creo que si. Hay algunos que aún no superan tu pérdida; otros se culpan por eso- Le contesté dirigiendo la vista al invisible suelo blanco.

-Oh. Bueno.

-Pero, están muy bien. Seguro que tu regreso va a ser muy conmovedor- Dije para subirle los ánimos- Ojalá mis hermanos fueran así.

Una tristeza abundó en mí. El recuerdo de la basura de hermanos que tengo llegó a mi cabeza como una flecha. Si bien no estaba mintiendo, siempre desee incluso tener una vida diferente, una vida normal.

Sophia me miró con lástima. Sabía que te alguna forma quería decirme que me entendía, pero simplemente no podía hacerlo.

-Lo siento- Pronunció lentamente.

-No, está bien. Me alegra saber que puedes disfrutar de una buena familia- Le dije con toda la sinceridad del mundo. La miré a los ojos y le di una cálida sonrisa de labios cerrados.

De un momento a otro, lo que antes era blanco, poco a poco se iba convirtiendo en oscuridad.

-¿Q-qué está pasando?- Pregunté alterada.

Después de tanto tiempo, la oscuridad empezaba a convertirse en mi peor miedo.

-Tranquila, solo estás despertando- Me respondió- Nos vemos en un rato.

Lo último que vi fue su amplia y hermosa sonrisa. Después de eso, toda mi visión se concentró en la tenebrosa oscuridad.

Narra: Cinco

Pasaron días. Largos días en donde sólo me quedaba al lado de ____ o, bueno, mejor dicho al lado de su cuerpo.

Después de aterrizar en el patio de, según nos dijeron, la academia breafcase, la hermosa chica a la cuál iba a rescatar se desmayó. No hace falta decir que mi preocupación fue más que grande. No comía. No dormía. Me pasaba las veinticuatro horas del día sentado al lado de ella, esperando a que despertara.

-Esto me está desesperando- Dije viendo su hermoso rostro.

Diego, quien en ese momento se encontraba a mi lado, me miró. Ambos teníamos esperanzas, pero también éramos conscientes de la oscura realidad...

-Esto es...- Empezó a hablar, pero hizo una desesperante pausa- Cinco, ya pasaron dos semanas. No hubo registro de que ella pudiera despertar- Sabía a qué se refería, pero yo no podía estar de acuerdo con eso. Jamás dejaría que eso sucediera.

-Ni se te ocurra volver a decir eso- Le respondí entre dientes. El simple hecho de que se uniera a los tontos de mis hermanos me enojaba demasiado, pues ellos ya aceptaron el hecho de que ella podría morir.

-Si. Perdón- Dijo bajando la mirada. Después de unos minutos, se levantó del asiento y se dirigió a la puerta- Tienes que comer algo. No puedes estar así para cuando ____ despierte- Dijo y sin más salió.

A veces odio admitirlo, pero Diego tenía razón. No podía recibirla en este estado.

Me levanté del asiento y me quedé viendo su hermoso rostro. Acaricié su frente, quitando algunos pelos que interrumpían su belleza.

-Por favor, despierta. No me dejes solo en esto- Dije, esperando que ella pudiera escucharme. Dejé un pequeño beso en sus fríos labios y me fui.

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Buenaas, ¿cómo están?

Bueno, aquí les dejo otro capítulo :).

Estuve pensando y me dí cuenta de que las preguntas que hago casi no tienen respuesta, así que opté por dejarlas pasar. De todas formas, puede que en algunos capítulos haga algunas, pero no en todos.

Bueno, les mando un abrazo gigante. Espero que estén bien.

Los quiero. <3