YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)

El gran momento

Narra: Cinco

Dos horas atrás:

-¿Vas a decirme lo que quieres o qué?

-Quieres salvar a ___, ¿verdad?- Asentí con la cabeza- Bueno, sé exactamente cómo ayudarte...

En el presente:

-Bien, ya tenemos un plan- Dije apoyando bruscamente un papel lleno de garabatos en la mesa. Todos me miraron sin decir una palabra.

-¡Espera un momento, Cinco!- Dijo Luther desesperado- Son las cinco de la mañana, hay una persona idéntica a ti parada frente a nosotros y nos estas diciendo que ya tienes un plan para salvar a nuestra hermana. ¿Como rayos piensas que asimilaremos todo esto tan rápido?

-Pues lo harán quieras o no. Ya no podemos esperar más, YO no puedo esperar más- Le contesté exaltado.

Estábamos todos reunidos en la cocina; cada uno sentado en una silla, excepto Klaus, quien estaba encima de la mesa. Los cinco llevaban cara de dormidos, algunos incluso aprovecharon en momento para descansar sus ojos.

-¡Allison!- Grité en su oído- No es tiempo de dormir. ¡Nadie se tiene que dormir!

-Cinco, cálmate- Habló mi otro yo- Deja esto a mi cargo.

Me empujó a un costado, quedando al lado del estúpido de Diego, quien parecía estar en una lucha para no dormirse.
Mi yo del futuro habló, explicó el motivo de su llegada y cómo habíamos planificado todo el rescate. Por último mostró el papel que anteriormente había lanzado sobre la mesa. Para ser sincero, ni yo entendía que era lo que había escrito.

-¿Lograron entender?- Preguntó él. Él único que asintió fue Klaus- Cállate Klaus. No entendiste ni la mitad de mis palabras- Dijo, a lo que todos asentimos.

-No, no, en serio entendí. Tú- Señaló a mí yo del futuro- Harás la misma ecuación que hiciste antes, cuando estabas en la misma situación que ahora. Luego el Cinco de esta línea del tiempo te ayudará a transportarnos a todos al mundo paralelo donde debería estar ___- A este punto todos estábamos impresionados. Incluso Pogo, quien estaba escuchando todo atentamente- Como tú sabes dónde está ella, iremos a buscarla y la traeremos de vuelta.

-¿Por qué no eres así de inteligente cuando lo necesitamos?- Preguntó Diego atónito por lo que acababa de escuchar.

-Estar sobrio ayuda, hermanito- Dijo él orgulloso.

-Bien, detesto decir esto pero Klaus tiene razón. Preparen una mochila con lo necesario: comida, agua, municiones... No lleven cosas pesadas, podría complicar el viaje.

Todos respondieron con un "entendido, capitán" y fueron a cumplir la orden. Yo miré a mi otro yo orgulloso. En eso me convertiría en un futuro, en un líder.
Mientras esperábamos a los demás, decidí hacerle unas preguntas importantes.

-¿Qué pasará con el Apocalipsis?

-No puedo hablar de eso, lo sabes- Contestó con la mirada al frente.

-Si, lo sé. Solo quería ver que tan listo era mi yo del futuro- Dije, claramente mintiendo.

Ya estaban todos con sus mochilas preparadas, solo faltaba Klaus.

-¿Dónde está ese inepto?- Pregunté desesperado- ¡Klaus, baja de una vez!- Grité. Luego maldecí por tener la gran idea de llevarlos a todos.

De un momento a otro, toda mi valentía se desvaneció. Toda la fuerza que junté para hacer el plan se derrumbó al pensar que podría fallar, que algo no saliera bien y... ¡Puff! Todo se va al carajo.
No me di cuenta de lo sudado que estaba, mis manos temblaban y mi piel tomó un color muy pálido. Parecía un vampiro recién salido de la ducha.

Vanya se acercó y apoyó su mano en mi hombro.

-Cinco, ¿Te encuentras bien?- Me preguntó. No tuve la valentía suficiente para admitir que tenía miedo, así solo asentí y me fui junto con el otro Cinco.

-Por favor dime que esto sale bien. Es lo único que te pido, ¿Okey?

-Cálmate- Me respondió- Si no estás seguro de nuestro plan, entonces no vengas.

-¿¡Estas loco!?- Le pregunté alterado.

-No, solo te doy una solución- Dijo para luego darme la espalda e irse al patio, donde se supone que nos teletransportaremos.

Miré a cada uno de mis hermanos, todos se estaban preparando.
Klaus llevaba puesta una falda de ___... No me sorprende. Me dirigí hacia él para hablarle, pero entonces sentí una mano en mi hombro que detenía mi avance.

-No estés nervioso. Todo va a salir bien, lo prometo.

-Tú no sabes nada, Diego. No sabes lo importante que es para mí esto... si llega a salir mal yo...

-Nada saldrá mal- Contestó con voz arisca.

Me zafé de su agarré y me fui.

(...)

Estábamos todos en el patio. Formamos una ronda y nos agarramos de las manos.

-¿Recuerdas la ecuación?- Me preguntó. Me limité a asentir con la cabeza, mis nervios impedían la salida de palabras.

Una luz azul salió por las manos del otro Cinco. En ese momento supe que era hora de concentrarme y actuar responsablemente.

-¡Está funcionando!- Gritó Luther.

La luz nos cubrió a todos, creando una gran ventisca y tormentas a nuestro alrededor. Gracias a eso se nos complicaba comunicarnos, así que todos estábamos gritando.

-¡Sigan, ya casi!- Gritó ahora Allison.

En un momento todo se volvió negro. Ahí supe que lo habíamos logrado...