La cabaña.

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Hola, soy África del futuro. Como se dieron cuenta, ayer no subí el capítulo... Bueno, todo tiene una explicación. Lo escribí, pero por alguna razón creí que lo había subido y al parecer no fue así jaja. Me había extrañado, puesto que estaba segura de haberlo publicado. Pero bueno, me alegra haberme dado cuenta. Les pido una disculpa.

Dentro de poco subiré el capítulo correspondiente a este día. Ahora sí, les mando un abrazo muy grande y disfruten. 

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Narra: Vanya. 


Desde la última vez que vi a mis hermanos, cuando los encontré en una charla familiar donde yo no estaba integrada, cosas raras me han estado sucediendo. 


-Vanya, te digo que esa fuiste tú- Me decía Leonard una y otra vez. Estaba convencido de que yo había hecho estallar el cielo con una gran lluvia, y doblar postes de luz mientras pasaba por la calle. 

-Leonard, te digo que esa no fui yo. Y-yo nunca tuve poderes.

-Desde que dejaste de tomar las pastillas que te dio tu padre... has estado diferente, Vanya. 


Lo peor era que él tenía razón. Me había insistido para que deje de tomarlas y, desde ese momento, me he estado sintiendo mucho más libre que antes, más feliz. 

Tatiana, quien nos ha estado acompañando desde que llegó aquí, coincide con Leonard, aunque de muy mala gana. Ella me dice que no confía en él y que esté atenta a todos sus movimientos, pero... apenas la conozco y no sé si deba confiar en su palabra. Leonard me ha hecho sentir querida este último tiempo, no podría arriesgarme a perder lo que tanto anhelé en mi vida. 


(...)


-Yo creo que deberíamos ir con los chicos- Dijo Tatiana mientras se sentaba cómodamente en el sillón de la sala.

-¡Ja! ¿Con ellos? Seguro deben estar ocupados salvando al mundo u organizado cómo dejarme de lado de sus planes- Le contesté. La verdad no sentía la necesidad de estar con ellos, no luego de lo que hicieron. Me duele, sí, pero me dolería más verlos sin que ellos me vean. 

-Estaba pensando en ir a la cabaña de mi abuela- Dijo Leonard mientras nos servía café y se sentaba con nosotras- Está vacía, no hay problema con ir aunque sea un rato. Necesito sacar algunos recuerdos de ese viejo lugar.

-Claro, no veo por qué no- Le respondí. Miré a Tatiana por un segundo, esperando que entienda mi señal.

-Ooh, claro- Dijo ella luego de darse cuenta- E-emm, y-yo mejor los espero acá mismo. Eso sí, van a tener que hacer las compras porque siempre tengo hambre- Reí por lo que dijo y luego miré a Leonard.

-Supongo que seremos nosotros dos- Le di una pequeña y tímida sonrisa.

-Mejor aún. 



Narra: Tatiana.


Eso es muy asqueroso. ¿Ellos dos? ¿Solos? ¿¡En una cabaña!? 

No confío en él, sé que algo tiene. La mira como si... no sé, quisiera matarla. Vaya me da lástima, ella sólo busca ser amada a costo de cualquier cosa. 

La llamé para que habláramos a solas un momento. Ambas nos dirigimos al baño y ella entrecerró la puerta para tener más privacidad. 

-Vanya, no creo que sea buena idea ir. ¿Qué pasa si te hace algo? 

-Amm... No quiero ser maleducada, pero, Tati, apenas te conozco. Con Leonard llevamos una semana o más de conocernos y... Él me dio la confianza suficiente- Dijo con la mirada en el suelo- Y-yo aprecio tu preocupación, pero voy a estar bien. 

Iba a responder, pero llegué a apreciar el movimiento de una sombra detrás de la puerta. Sabía perfectamente de quién se trataba. 



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Holaa, ¿Cómo están? 


Sé que es algo corto, pero lo hice para darle más contexto a la historia y a lo que sucede fuera de la narración de Cinco y de ____. 


¡Los quiero!


2/5




YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora