Capítulo 3

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Es sábado y la luz solar mañanera se filtra por las pequeñas persianas de una de las ventanas de mi habitación.

Echo un vistazo al reloj de la mesita de noche. Son las once de la mañana. Aún tengo sueño.

Todo por culpa de Seth.

No podía dejar de pensar en lo de anoche, era perturbador.

Me levanto de la cama y me pongo unas sandalias, un short de mezclilla y una blusa de seda rosa. Un atuendo correcto para un sábado por la mañana.

Antes de salir del cuarto miro mi celular, tengo tres llamadas perdidas de Ryan y un mensaje de texto de Hannah.

Hannah: ¡¡¿Dónde estás metida?!! ¿Por qué no respondes? Dime que estás bien...

Le respondo de inmediato.

Zoe: Estoy bien. Te cuento después.

Pulso el botón de enviar y luego de dejar el teléfono salgo de la habitación.

El delicioso aroma de Hot cakes invade mis fosas nasales.

Mamá está sirviendo el desayuno en un plato en medio de la mesa de madera.

-Buenos días-le digo a mamá con un pequeño bostezo.

Ya no está enojada. De hecho nunca lo estuvo, era más bien la preocupación de que me sucediera algo.

-Buenos días, cariño-me dice y vierte más los hot cakes en un plato. Cojo un pedazo y lo meto a mi boca-. Zoe ¿puedes llamar a Seth?-pregunta mamá cuando se vuelve de nuevo a la estufa.

Ruedo los ojos y resignada giro sobre mis talones.

Su habitación queda justo enfrente de la mía.

Golpeo la puerta, nadie responde. Giro la perilla, para mi sorpresa está sin seguro.

Seguirá durmiendo-Pienso.

Mis ojos chocolate se ensanchan ante lo que está enfrente.

Seth está recién duchado y desnudo. Siento un calor extenderse en mis mejillas.

-¿Zoe?

Cubro mis ojos con la mano izquierda para no volver a ver la masculinidad de Seth Taylor.

Chillo. ¿Qué no conoce aquello que se llama "seguro" en la puerta?

-Zoe no grites-dice Seth calmado.

-Yo solo vine a decirte que el desayuno está listo...-le digo con dificultad y rápidamente cierro la puerta para correr de vuelta a la cocina.

Mamá me mira confusa al ver mi reacción.

-¿Qué te pasa?-pregunta.

-¡Una lombriz!-chillo, intentando borrar lo que había visto-¡Enorme!

Mamá abre los ojos sorprendida. Sé perfectamente que no me entiende, y es mejor que no lo haga.

-¿Lombrices?-dice con el ceño fruncido-. Tendré que llamar al exterminador.

Me siento en una de las sillas de madera cuando logro calmarme.

Mamá ya ha servido tres hot cakes para cada quien.

Seth aparece segundos después. Ahora está vestido con unos pantalones oscuros y una playera azul marino que se moldea su cuerpo bien formado.

Aparto la mirada cuando me sonríe, el muy canalla se divierte con mi oportuna aparición en la habitación.

EL INQUILINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora