Volví a leer su mensaje por tercera vez; preguntándome lo mismo: ¿Cómo había conseguido mi número?
Hannah me las pagaría.
Pero por alguna extraña razón su mensaje me hizo sonreír.
La verdad la cita había resultado un desastre, eso no se podía negar.
Vaya sorpresa por parte de Sara Wells: Una cena en uno de los más lujosos restaurantes de la ciudad. Durante el trayecto sólo hablaba de cómo un vestido color magenta me hubiera quedado bien esta noche.
Me escapé diez minutos al sanitario de mujeres para mi fortuna.
Zoe: ¡Hannah Mónica del Perpetuo Socorro Jones! ¡Esta vez me las vas a pagar!
Hannah: ¡De nada! ;) Hey...tenía que hacerlo...el bombón no salió a bailar...lo vi irse enojado, tal vez debas consolarlo. Y no me llames así, arruinas mi reputación.
Me froté las sienes con los dedos índice y corazón mientras miraba mi reflejo.
¿Enojado? ¿Qué habrá sucedido?
No pensé mucho en ello; sólo quería irme de aquí.
Zoe: Vaya que eres experto para conseguir algo, pero Hannah lo pagará...para tu información la cita va de aburrida a más aburrida. Una velada absolutamente apagada...
Su respuesta casi llegó al instante.
Seth: ¿Aburrida, eh? ¿No te gustaría divertirte un rato? ¿Qué te parece cambiar de finos platillos a pizza de peperoni?
Zoe: Ojalá eso no suene a cita. No quiero pasar de una a otra y mucho menos contigo.
Seth: En absoluto; me alegra informarte que tengo una autoestima alta, eso significa que fingiré que dijiste: "me muero por salir con Seth".
Zoe: Me alegro que tu ego siga alto. No saldría contigo ni aunque fueras el último hombre en el planeta ;)
Creo que si en esos momentos mirara al espejo frente a mí, vería a una chica riéndose como boba delante de su celular.
Seth: Me gustaría que pasara ese día, quizá ya hayas cambiado de opinión. ¿Entonces te apetece pizza y algo de helado?
¿Acaso él estaba coqueteando conmigo?
¡Alto ahí Zoe Johnson! ¡Por supuesto que no! Simplemente estaba de bromista, intentando ocultar lo que le causaba mal humor.
Le mandé un último mensaje a Seth, y le dije que lo vería detrás del restaurante.
Cuando salí del baño, me encontré con una fila de mujeres aguardando. Les sonreí a manera de disculpa y me apuré a llegar de nuevo a la mesa.
-Espero que no te moleste querida, pero he ordenado sopa de berenjena y algo de soya-dijo la señora Wells sin mostrar culpa alguna.
Me forcé a no decir algo grosero.
-En realidad-comencé-, surgió algo en casa, tengo que irme. Lo lamento.
-¿Irte? ¿No habías dicho que tu madre no estaba en casa?-pidió saber Ian desesperadamente.
-¿Tu madre ha salido de viaje?-preguntó Sara.
-Fue a cuidar a una tía, pero ha vuelto hoy-me apresuré a responder.
-¿De verdad te tienes que ir?-sospechó Ian.
-Si-respondí.
-Te llevaré.
-No será necesario, no quisiera estropear la cena-dije-. Puedo tomar el autobús.
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EL INQUILINO
Teen FictionSiempre consideré que tener a un completo desconocido en mi casa no sería buena idea. Y estaba en lo cierto cuando Seth Taylor apareció. Quizá convenció a todos con su arrogante sonrisa de modelo...pero a mi no. Seth esconde algo y lo voy a averigua...