Para Martha, que ya no me recuerda ni yo a ella.
Estabas vacía.
No, no.
Te llenaba la locura.
Y reías sin pausas.
Y bebías sin cuidados.
Y llorabas sin nadie.
Y vivías sin limites.
Y eras
Simplemente
Siendo.
Para Martha, que ya no me recuerda ni yo a ella.
Estabas vacía.
No, no.
Te llenaba la locura.
Y reías sin pausas.
Y bebías sin cuidados.
Y llorabas sin nadie.
Y vivías sin limites.
Y eras
Simplemente
Siendo.