Cuando logro asomar la cabeza fuera de aquel pozo en que llevo perdida años, vuelvo a caer.
Y como una adicción, la angustia me atormenta.
El lugar que creía mi hogar ahora arde, el paraíso que me salvaba de estas lágrimas ahora las duplica y las estrellas que brillaban con furor ahora caen sobre mi con la misma fuerza.
Ya no quedan recuerdos de mis días libres, debí escribir cuando la felicidad de a poco volvía.
Ahora estoy perdida, otra vez, sin saber cómo pedir ayuda.