Nunca lo aceptaron.
¿Saben por qué?
Le decían gay.
Tanto insistían, que incluso lo hicieron dudar de si lo era o no.
Oh, dulce Cameron.
No vivió para averiguarlo.
Nunca lo aceptaron.
¿Saben por qué?
Le decían gay.
Tanto insistían, que incluso lo hicieron dudar de si lo era o no.
Oh, dulce Cameron.
No vivió para averiguarlo.