Negras: d5

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A pesar de que el sol acababa de despuntar más allá de la ciudad, la mujer ya estaba en pie, como cada mañana, por costumbre. Estaba cerca del teléfono, en la cocina, preparándose su primer café. Por eso pudo agarrar el auricular antes de que su zumbido despertará a todos los demás.

No le gustaban las llamadas intempestivas. La última había sido para decirle lo de su madre.

-¿Sí?- contuvo la respiración.

-¿Señora Kim?

-¿Quién llama?

-Soy Taehyung, el amigo de Seokjin.

-¿Taehyung? Pero, hijo, ¿sabes qué hora es?

-Es que ha pasado algo y creo que Jin debería saberlo.

-Está dormido.

-Es algo...importante, señora.

-Será todo lo importante que tú quieras, pero en su estado no pienso robarle ni un minuto de sueño. Dime lo que sea, y cuando se despierte se lo digo.

Hubo una pausa al otro lado del teléfono.

-Es que...- vaciló Taehyung.

-¿Qué ha sucedido?

-Se trata de Jimin- suspiró finalmente Taehyung- estamos en el hospital, en el hospital general.

-¡Dios mío! ¿Un accidente?

-No, no, señora. Que le ha sentado mal algo.

-¿Y quieres que Jin vaya tal como está él?

-Yo sólo he pensado que tenía que saberlo.

-¿Qué es lo que ha tomado?

-Una... pastilla.

-¿Drogas?

-No exactamente, bueno... no sabría decirle- se lo notaba nervioso y con ganas de terminar cuanto antes. -¿Le dirá lo que ha sucedido cuando despierte?

-Sí, claro- la mujer cerró los ojos.

-¿Cómo está él?

-Lleva un par de días mejor.

-¿Come?

-Lo intenta.

-Está bien. Gracias, señora Kim- se despidió Taehyung. Colgó, dejando a la madre de Jin todavía con el teléfono en la mano.

Campos de fresas [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora