Blancas: alfil f6+

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Park Youngmi se levantó como impulsada por un resorte. Su marido la vio acercarse a la cama de Jimin, mirarlo, mover una mano temblorosa hasta su frente, depositarla en ella.

—¿Qué sucede?— preguntó.

—Creía que... se había movido— desgranó la mujer.

No era cierto. Él también lo estaba mirando en esos momentos, bajo la perpetua sombra de aquella incredulidad que sin embargo era más y más certeza a medida que pasaban las horas. Pero no se lo dijo a su mujer. Park Youngmi acarició la frente de su hijo. En su gesto flotó una desesperanzada esperanza.

—Mañana habrá que llamar a la familia— volvió a hablar en voz muy baja.

La familia.

Abuelos y abuelas que completarían el cuadro de la tragedia.

—Tu madre se morirá— dijo él.

Habían preferido no hacerlo a lo largo del día, esperar, confiar, pero ahora, al acercarse la noche, todo se convertía en amargura y realidad. Incluso ellos tendrían que descansar, después de una primera noche en vela. Tendrían que descansar, por extraño que pareciera.

No hubieran querido dormir, sino estar despiertos, constantemente, para velar el sueño de Jimin.

Jihyun se levantó, se había movido todo el día de aquí para allá, como un zombi, respondiendo al teléfono o haciendo cualquier cosa, incapaz de permanecer quieto más allá de un minuto. Cada vez que una emoción le asaltaba, tenía que hacerlo, para no caer en el abismo abierto a su alrededor.

—Jihyun, ¿adónde vas?— lo detuvo su madre.

—Al baño— dijo por decir algo.

—Ah.

Se quedaron mirándose los dos, fijamente, con Park Kwan de mudo testigo. Luego el chico se encaminó al sanitario.

Campos de fresas [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora