Destroyed~ Kim Taehyung (Parte 2 de la secuela de Weirdo)

Fin

Busque en los cajones algo desesperada debido al poco tiempo que tenia, encontré el gorro azul tejido que me había hecho mi madre hace unos años, así que sonreí. A paso rápido salí del departamento, el frio me hizo encogerme en mi misma, el invierno estaba terrible últimamente, seguramente mi nariz y mis mejillas estan rojas. Caminé un poco mas tranquila por las calles de Seúl, hasta que mi teléfono vibró debido a una llamada entrante.

Sohye.

-¿Se puede saber donde coño estas?- su tono fuerte y enojado era realmente gracioso para mi así que no pude evitar reírme con suavidad cosa que le hizo bufar.- JungMin, te estamos esperando hace mucho rato, todos preguntan por ti.

- Cálmate, estaré allí en unos minutos, voy en la calle.- solté intentando calmarle, le escuche suspirar como si fuese mi madre. 

- Tienes un puto don con llegar tarde a todo, incluso a tu cumpleaños.- susurra antes de colgar.- Esta bien, adiós.

- adiós- colgué metiendo mi móvil en la chaqueta de tela gruesa y suave. Estaba a un par de cuadras del lugar de encuentro que tanto me habían obligado a ir, al principio la idea de celebrar mi cumpleaños había sido vergonzosa, pero después de un par de insultos y peleas amigables me convencieron.

 No tarde en escuchar la música desde afuera del hogar, no había estado allí nunca antes, así que supuse que lo habían alquilado o algo así. Entré allí silenciosa, habían ex compañeros de la universidad con las que alguna vez la había pasado bien. Me sonrieron y con un corto feliz cumpleaños me saludaron, apreté los labios tímidamente. Entonces encontré el primer rostro cercano, Yoongi estaba con una cerveza en la mano mientras hablaba con un chico, un amigo suyo supuse. No tardo en darse cuenta de mi llegada así que se detuvo de hablar con el chico para dirigirse a mi.

- Ala, que ya ha llegado la pesada está.- soltó frente a mi, sonreí abiertamente para ganarme un golpe suave en la frente.- Feliz cumpleaños, fracaso.- musitó algo avergonzado, fingí tener escalofríos.

- Joder, que miedo das. Gracias, supongo.- choqué mi hombro con el suyo para seguir mi caminata no sin antes escuchar una suave risa de su parte. Aunque no se lo demostrara, Yoongi sabia perfectamente lo mucho que le adoraba, era probablemente mi mejor amigo y el que mas me regañaba, se preocupó por mi, me iba a visitar, me llevaba comida y otros detalles que realmente aprecio, y sé que como nos tratamos es una forma indirecta decir: "eres un pesado pero mi pesado favorito, hijo de puta", así era. 

Cuando llegué a la cocina no pude evitar ver como todos los presentes dentro de ellos se congelaban. Sohye tenia en mano un pastel con unas fresas de decoración, NamJoon tenia una velas y un mechero en la mano, TaeHyung tenia una bolsa de regalo en sus manos como si intentase esconderla, y por ultimo, Doyeon bebía algo de alcohol. Parpadeé algo perdida por el repentino silencio hasta que escuche como Sohye maldijo hacia mi.

- Sabes, de verdad que no te entiendo. Siempre, ese "Ya voy en la calle" lo dices cuando hasta apenas estas metiendo un pie en la ducha, y ahora que si necesitábamos que te tardases un poco apareces como una pequeña luciérnaga. Ala, felicidades.- Apenas terminó el discurso no pude evitar sonreír con suavidad abultando mis mejillas intentando verme lo mas inocente posible. Y era porque después de que Sohye acababa de ser madre, sus regaños eran mas serios y asustaban un poco.- Eso de las mejillas abultadas ya no funciona en mi, ni las gemelas lo logran.- soltó mirándome con el ceño fruncido.

- Bueno, pues que se va a hacer....- musitó NamJoon. - Vamos a partir el pastel y luego nos llenamos las tripas de alcohol.- se encogió de hombros y salió de la cocina seguido de Doyeon quien me saludó como siempre, Sohye se quedo plantada mirándome unos segundos para finalmente pasar por mi lado pero fui lo suficientemente rápida como agarrarle de la cintura y decirle lo agradecida que estaba por el detalle. A pesar de que no la vi sabía que había sonreído con suavidad. La dejé irse y con ella Doyeon quien me palmeó la espalda suavemente, me volteé para ver a el chico mas atractivo del lugar, estaba apoyado en la encimera de la cocina, mientras bebía una lata de cerveza y se relamía los labios, no pude evitar acercarme y sin medido aviso, besarle tomándole de sorpresa, no puso peros porque de inmediato rodeó mi cintura y sostuvo mi cuello con suavidad. Me separé después de unos largos segundos y busqué con mi mirada el regalo que fallidamente había intentado esconder, se dio cuenta de mi intención así que lo tomó entre sus manos y me lo dio con una sonrisa.