Destroyed~ Kim Taehyung (Parte 2 de la secuela de Weirdo)

ocho

Taehyung-ah

Acepto ir contigo :)

Envié el mensaje intentando no darle muchas vueltas, Sohye me había pasado el número de TaeHyung sin preguntar mucho, en realidad yo le había borrado e incluso bloqueado de todos lados.

Suspiré tirándome en mi cama, dejando mi teléfono a un lado, era algo tarde, TaeHyung se había ido hace unas horas, en realidad me había mantenido muy callada después de aquella escena.

Quería mi tiempo para procesar todo lo que había dicho y la manera en como me sentía.

Escuche el corto sonido de la notificación de un mensaje, de inmediato tomé el teléfono y abro el chat.

Genial, te llamaré para
Ajustar hora.

No le respondí, le dejé en visto y estuve a punto de bloquear el teléfono cuando un nuevo mensaje llegó.

Deberías estar durmiendo😡

Descansa por favor.

Te quiero.

Sentí mis mejilla hirviendo y con una sonrisa apagué mi teléfono y me preparé para dormir, me sentía tranquila, como si me hubiese quitado un peso de encima.

....

Bajé al lobby, saludé con una sonrisa al portero del edificio, este me devolvió el gesto. Fije mi vista en el único chico que se encontraba.

TaeHyung miraba su móvil, llevaba un suéter verde, y unas gafas de marco negro. Se veía adorable, atractivo como siempre.

Alzó su mirada y apenas me vio esbozó una sonrisa ancha haciendo que sus ojos desaparecieran un poco.

No demoró mucho, en acercarse a mi, primero tomando mi maleta para después dejar un beso en mi frente.

- Feliz cumpleaños.- dijo mirándome, bajé la mirada avergonzada, y asentí levemente.

- Gracias, Tae.- solté sonriendole levemente, el castaño tomó mi mano y empezó a caminar obligándome a hacer lo mismo.

Apenas salimos, pude ver un auto negro estacionado, eleve una ceja cuando vi a TaeHyung abrir la cajuela con una llave.

- ¿Es tu auto?.- pregunté acercándome un poco, TaeHyung cerró la cajuela después de haber dejado mi maleta allí, abrió mi puerta mirándome.

- No, es de Yoongi.

- No sabía que tenía auto.- expresé haciendo una mueca de desconcierto, Taehyung se encogió de hombros.

- Yo tampoco.- dijo mientras yo me adentraba a la puerta del copiloto.

- ¿Por qué no me dijiste?.- le pregunté una vez adentro, en el piloto.- Podríamos haber usado mi auto.

- No es necesario. Aquí estamos bien.- asentí dándole la razón, me puse cómoda.- Bien, vamos.

...