¿Qué pasó ayer?

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EN EL CAPÍTULO ANTERIOR

-¿¡Acaso crees que esa tremenda mujer te va a dar chance!?-dije enojada y riendo, sí, parecía loca- eres un miniom al lado de ella, una rubia como tu superficial y aparentemente estúpida nunca podrá conquistarla!...

-Eva vámonos-Elisa me había agarrado del brazo y ahora me arrastraba hacia la salida del bar.

-¡Nunca será tuya rubia estúpida!-dije mientras salía del bar arrastrada por Elisa.

Afuera y con la noche cayendo Elisa me arrastró hacia una de las bancas y cuando me sentó la observe mientras su rostro se desfiguraba y estallaba en risas, no pude hacer menos que imitarla, ambas nos reíamos como locas...

*****

Cuando desperté por la mañana lo primero que ví fue a Elisa tirada durmiendo sobre la alfombra como estrella de mar.

-¿Elisa?-pregunté confundida y un fuerte dolor de cabeza me hizo cerrar mis ojos. Luego de unos prudentes minutos de dolor, en los que me quedé allí tirada mirando a Elisa dormir intenté recordar cómo había llegado allí.

La rubia estaba en el bar. Abril.

De apoco mi mente comenzaba a recordar la noche pasada, eran como flashes.

Yo gritándole a la rubia lo estúpida que es. La gente observándome gritando al salir del Otsubar.

-Oh...-dije en un susurro- se lo merecía.

Decidí levantarme pese al enorme dolor de cabeza y me sorprendo al ver más gente tirada en el suelo durmiendo. ¿Dónde me encontraba?

Caminé con cuidado de no pisar a nadie hasta donde estaba Elisa. La sacudí levemente pero ninguna parte de su cuerpo se movió.

-Elisa-dije con un tono de voz mas elevado, ninguna respuesta- Elisa...-decidí tirar uno de su cabellos con fuerza y de inmediato uno de sus ojos se abrió- despierta vámonos-dije moviéndole el brazo y Elisa por fin comenzó a moverse.

-¿Qué mierda...?-preguntó levantándose con lentitud, primero elevó su torso y luego el resto de su cuerpo.

-No sé donde estamos, desperté hace apenas unos minutos-dije perdida. Uno de los durmientes del suelo nos dijo que nos callásemos.

-Ven, sígueme-dije y Elisa lo hizo aún con sueño en su rostro.

Avanzamos con cuidado hasta llegar a la puerta de la habitación y salimos hacia un largo pasillo de color crema.

-¿Quién vive aquí?-pregunté pero Elisa no estaba en las condiciones para responderme. Apenas llegó a la puerta una de sus piernas flaqueó y casi cae hacia un lado, antes de poder decir algo su rostro cambió de color a uno más pálido y de inmediato comprendí que debía avanzar dos pasos hacia atrás. Elisa vomitó en medio del pasillo y con escándalo, luego de ayudarle a levantarse y descubrir un cuarto de baño al final del pasillo la dejé allí sentada mientras iba por alguna ayuda. Menuda mañana.

Caminé de vuelta por el pasillo hacia la puerta en donde había vomitado Elisa, luego de una mirada de asco observé que al otro extremo del pasillo había un espacio vacío, caminé hacia allá decidida de encontrar una salida para aquel lugar.

Cuando llegué noté que había una escalera hacia abajo, osea que nos encontrábamos en un segundo piso. Me aventuré sin mas bajando las escaleras y mientras bajaba tuve que esquivar un montón de cervezas vacías esparcidas por todos lados, en definitiva esta había sido un fiesta a lo bomba ¿Por qué no recordaba como había llegado a este lugar?

Enamorada de mi alumna (Segundo libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora