Viejos tiempos

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Eugenia iba callada pero con una linda sonrisa en su rostro, por primera vez luego de mucho tiempo me sentía...¿Tranquila? No sabía explicar la sensación que abarcaba mi cuerpo en este instante, pero era una sensación de bienestar que me dejaba en las nubes. Llegamos a un restaurant de comida tailandesa, Eugenia bajó y me ayudó abriendo la puerta, veía también una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. Caminamos en silencio hacia adentro y un mesero nos llevó hasta una mesa apartada.

-¿Qué desean ordenar?-el mesero nos sonrío a ambas pero su mirada se quedó en mí, debo admitir que era joven y tenía un lindo rostro, descubrí a Eugenia fulminándolo con la mirada al verlo atrapado en mí.

-Queremos el especial número dos-Eugenia llamó su atención y el hombre volvió a mirarla.

-Claro, ¿Alguna otra cosa más?-volvió con sus ojos en mí y me sonrío.

-No-Eugenia habló fuerte y el mesero se fué dandome una última ojeada.

Me atreví a soltar una sonrisa y Eugenia me miró seria.

-Me gusta verte celosa-me encogí de hombros y Eugenia volteo su ojos.

-Tendré que ponerlo en su lugar, eres mi mujer...-sonaba extraño que me llamase así, el tiempo separadas tardaría en volver las cosas a la normalidad.

Comimos con tranquilidad en un ambiente pacífico, Eugenia había olvidado al mesero y ahora solo hablabámos de banalidades.

-Te he extrañado Eva...-suspiró y volvió sus ojos a mí.

Tragué saliva y le miré.

-Yo también....

-Lamento haberte hecho pasar por...

-No lo digas-cerré mis ojos-no es necesario hablar de esto ahora.

-Claro que lo es-susurró-aún no sé que sentimientos albergas dentro de ti, no quiero..

-Eugenia-dije seria-no es el momento.

Ella alzó sus manos en señal de derrota, bajé mi cabeza, no quería pensar...en eso ahora, quería disfrutar de su compañía después de tanto tiempo, intentaba ignorar por el momento todo lo que había sucedido en el pasado, ignorar haber visto a Eugenia con otra...

Cuando terminamos el mesero me miró una última vez e hizo el amago de hablarme pero Eugenia le cortó el paso y tomó mi mano.

-Vamos mi amor-dijo alto y el hombre nos quedó mirando sorprendido. Seguí a Eugenia con una sonrisa en mi rostro. El viaje de vuelta fue en silencio, teníamos nuestras manos entrelazadas y miraba a las personas pasar como flashes a mi al rededor, Eugenia estacionó frente a la casa y divisé luces en el interior, Jorge debía estar.

-¿Está tu novio?-preguntó Eugenia cruzándose de brazos.

-No es mi novio-decidí decir la verdad-solo te lo dije para que en ese momento me dejases...

Eugenia suavizó su rostro y pasó sus manos por su cabello.

-No juegues conmigo así Eva-suspiró-ya estaba planenado su asesinato...

Reí y Eugenia me imitó, la noche había resultado fantástica y ahora solo quería que ella tuviese sus brazos a mi alrededor toda la noche...averiguando mis penasamientos Eugenia habló:

-Si quieres puedes ir a quedarte a mi casa...

Me lo pensé algunos segundos ¿Debía apurar las cosas? No, era demasiado pronto para avanzar tan rápido.

-Para otra ocasión-respondí sincera-creo que no deberíamos...

-Lo entiendo-Eugenia me sonrío-todo el tiempo que necesitemos.

Enamorada de mi alumna (Segundo libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora