Un viaje ameno

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Intento esquivar los dedos de la rubia que buscan mi cabello una vez que doy mi primer golpe.

La rubia se desestabiliza de inmediato pero cuando vuelve en sí sus ojos son fuego. De inmediato se abalanza contra mi e intenta coger mi cabello entre sus dedos, pero soy más rápida y antes de que pueda agarrarme bajo mi cabeza y protejo mi rostro, una vez que intenta un segundo movimiento desde abajo subo mi puño con toda mi fuerza y golpeo fuertemente su rostro, directo en su nariz. La rubia alardea y en ese momento su amiga intenta abalanzarse contra mi, pero Elisa quien supongo que ha escuchado también la conversación y ha visto mi reacción de inmediato coge a la amiga de la rubia por detrás y la lanza al suelo. Todo esto sucede en menos de un minuto.

La rubia gime de dolor en el suelo mientras coge su nariz con sus manos y unas gotas de sangre caen al piso. Elisa tiene su propia batalla con la amiga de la rubia quién patalea en el suelo mientras Elisa le da un golpe en su cara, luego otro y otro.

En ese preciso momento en que me distraigo la rubia golpea con sus tacones mi tobillo con una fuerza que dudé que podría tener, su golpe es seco y firme, me hace tambalear por el dolor y caigo al suelo. La rubia aprovecha de subir sobre mí y comienza a clavarme las uñas por mi rostro, no puedo ver y el dolor comienza a llegar de a poco en mi rostro y en mi tobillo, la rubia parece apenas una niña que sabe pelear sobre mi, pero sus arañazos son fuertes y no me da tiempo para pensar, solo para actuar.

Cuando la rubia intenta darme el tercer arañazo muevo mi cabeza hacia la derecha para evitar su golpe, al mismo tiempo levanto una de mis piernas hacia delante y con fuerza quito a la rubia de arriba para darle un empujón hacia un lado. Ella cae con fuerza hacia la izquierda y me preparo para darle otro golpe que esquiva por cosa de milímetros y solo logro golpear su hombro derecho.

Ambas nos observamos con odio hasta que la rubia decide escupir sangre a mi cara, me levanto de vuelo para golpear nuevamente su rostro y esta vez doy un tercer acierto en su mejilla. El golpe termina por derrumbarla y esta vez soy yo quien se posiciona sobre ella para darle un cuarto golpe. Antes de que pueda alzar mi brazo un mano me detiene y con rabia intento zafarme pero es mas fuerte que yo. Al mirar hacia atrás veo a uno de los guardias del Otsubar, quien me mira de reojo y luego observa a Elisa quien todavía sigue dándole unos cuantos golpes a la amiga de la rubia.

Nos separan en menos de un minuto y ambas somos expulsadas del lugar, las otras dos se quedan en el baño lloriqueando mientras el guardia pide una ambulancia.

-Maldita rubia-dije escupiendo al suelo y viendo por primera vez de cerca a Elisa, tiene su vestido floreado echo girones y su cabello le faltan algunas capas de pelos. Me observo en el espejo de un auto y mi aspecto tampoco es el mejor, tengo uñas marcadas en casi toda mi cara y rastros de sangre en por mi cuello. La adrenalina comienza a bajarme una vez que llegamos a uno de los baños de la universidad, donde decido marcarle a Eugenia para que pase por nosotras, en definitiva nadie más podría vernos así o si no nos meteríamos en mas problemas.

-¿Qué sucede Eva?- la voz de Eugenia al otro lado de la línea es de preocupación, la he llamado en un horario en el que nunca hago y sabía que ella estaba ocupada ahora, nunca la molestaba cuando tenía cosas que hacer, pero hoy era una excepción y era la única persona que podría ayudarnos.

-Tuve una pelea, yo descubrí quien te ha acusado ante la universidad y bueno... Es mejor que vengas por nosotras, nuestras vestimentas están echa girones y hay sangre también pegada.

-¿Nosotras!?-preguntó Eugenia al otro lado de la línea con notable nerviosismo.

-Elisa y yo, ella me ayudó a defenderme de la otra chica...

-Esta bien, iré por ustedes y tendrás que decirme exactamente todo lo que hicieron, no puedes ir golpeando a gente por la vida Eva, nos encontramos en los estacionamientos-el otro lado de la línea murió y no sé por qué me sentí como una adolescente en problemas cuando Eugenia cortó.

-¿Vendrá tu amada por nosotras-?Elisa estaba descansando en una de las bancas mas alejadas de la entrada de la universidad y asentí- vaya pelea que hemos tenido, nunca pensé que serías así de fiera Eva, punto para tí-río y al mismo tiempo hizo una mueca de dolor, la amiga de la rubia le había dado un par de golpes en su mandíbula.

-¿Tu también escuchaste todo lo que hablaron?-pregunté luego de algunos segundos. Elisa asintió.

-Todo lo que dijeron lo escuché, esa rubia siempre me dio mala espina pero nunca imaginé que denunciaría a la profesora Eugenia solo por despecho, se merece todo los golpes que le diste Eva, me dejaste impresionada debo decir, nunca pensé que serías buena en las peleas.

-Yo tampoco-dije sincera- durante unos meses en el trabajo de la otra cuidad tenía un amigo que enseñaba defensa personal como segundo empleo, me enseñó lo básico cuando no habían clientes y supongo que mi mente retuvo lo esencial, que es proteger el rostro y asegurarte de dar en el blanco con el golpe, con toda la fuerza que tengas.

Elisa volvió a reír mientras nos dirigimos a los estacionamientos, luego de diez minutos de espera el coche de Eugenia apareció por una de las filas de coches y avanzamos hasta llegar al coche. Elisa se subió en la parte trasera y yo junto a Eugenia, su mirada de reproche no me pasó por alto, pero al ver mi estado y el de Elisa su mirada cambió a una benevolente, le habíamos dado pena.

-En casa hablaremos de esto-dijo Eugenia bajo y yo asentí. Elisa por su lado tenía una mirada curiosa y una pequeña sonrisa en sus labios.

-Que guay nunca me había subido en el coche de una profesora de uni-dijo emocionada y para mi sorpresa Eugenia río.

-Lo siento Elisa, no pude saludarte como debía, un gusto conocerte-Eugenia había sonreído por primera vez y asintió hacia Elisa- me hubiese gustado hacerlo en otras circunstancias pero ya llegará aquel momento, mientras ¿Me indicas tu dirección por favor?

-Claro profesora Eugenia-dijo Elisa feliz y marcó su dirección en el gps.

-No me digas profesora, ya no lo soy-dijo Eugenia haciendo un gesto de desdén y Elisa asintió.

-Lo siento es que nunca he estado con mi ex profesora y su novia en el mismo coche, esto es nuevo para mí-Eugenia y yo soltamos una risita a la par y luego se nos unió Elisa.

-No te preocupes, sé que es extraño al comienzo pero ya te acostumbrarás- dijo Eugenia lanzándome una mirada y luego volviendo a reír.

-Lo sé, de todas formas, es un gusto para mi poder conocerle de esta forma Eugenia, Eva se ha vuelto una de mis mejores amigas y pese a que no sea la mejor forma de conocernos es un paso, si fuera por Eva esto nunca hubiese sucedido.

-Me cae bien esta chica-dijo Eugenia de pasada.

-hey! No me des toda la culpa a mi- dije a mi defensa con una sonrisa- siempre quise que ustedes se conocieran solo que no sabía cómo...

Ambas rieron y el resto del viaje fue bastante ameno, más de lo que había pensado. Dejamos a Elisa en su casa con la promesa de volver a juntarnos a comer las tres y luego de un largo silencio antes de llegar a casa Eugenia finalmente estacionó el coche y me observó atenta.

-Tu y yo tenemos que hablar-dijo seria y yo asentí, me había metido en problemas.

Enamorada de mi alumna (Segundo libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora