Eran las 9 a.m y Eugenia me observaba desde el pasillo. Estábamos esperando que el rector de la universidad nos llamase, ya que primero estaba hablando con la rubia tonta. Había levantado cargos en mi contra y sospechaba que iba a intentar desesperadamente por cualquier medio que hubiese consecuencias para mi y Eugenia.
Yo estaba sentada en una de las sillas fuera de la oficina del rector, llevaba una falda azul y una blusa blanca para demostrar seriedad, al igual que Eugenia, llevaba un traje de dos piezas de color negro, tacones a juego y u cabello suelto, se veía completamente hermosa. Su mirada azul buscó la mía por unos segundos para sonreírme y luego bajó su mirada. Habíamos planificado no entrar juntas para no levantar sospechas, menos acercanos, solo lo suficiente la una de la otra.
La puerta de la oficina abrió y de allí emergió la rubia, llevaba lentes de sol y por debajo algunos rasguños sobresalían. Me observó con odio y yo le sonreí en respuesta, si bien me arrepentía de lo que había hecho la había puesto en su lugar y eso me dejaba mas que satisfecha.
-Señorita Eva, por favor acompañeme adentro-me levanté para seguirle- usted también profesora Eugenia, debo conversar con ambas- el rector nos sorprendió y Eugenia se encaminó hasta nuestra posición. El rector nos dejó pasar a su oficina, donde nos hizo sentarnos en dos sofás frente a su escritorio, detrás de éste estaba él, se llamaba Marcelo, así lo decía su placa, además, debería tener no mas de 50 años, sus ojos eran oscuros y si cabello negro perfectamente cortado. Algo me decía que no era un hombre de mucha alegría.
-Damas, las he llamado a esta cita por dos motivos, espero que no les incomode que sea directo-Eugenia y yo apenas respirabamos- Primero, la señorita que acaba de salir me ha dicho que usted señorita Eva hace dos días la golpeó en un bar cercano, con otra amiga que no supo identificar ¿Esto es correcto?
-Sí, pero...
-Dejeme terminar por favor Eva-dijo de inmediato y yo asentí- además de eso, levantó una denuncia en su contra ante la policía, que estamos esperando si se concede o no. De acuerdo con ello, si se pide una orden de alejamiento tendremos que adecuar sus horarios para que ambas no coincidan. Fuera de esto, como institución repudiamos la violencia entre nuestros estudiantes, los principios de nuestra universidad son la unión y el respeto, usted ha actuado en oposición a los mismos, por lo que ante esta delicada situación me veo en la obligación de ponerla en periodo de prueba, esto se lo concedo debido a su buen rendimiento en la universidad y créame que esto es una advertencia, si vuelve a suceder algo similar a esto me veré en la obligación de expulsarla, que es lo que debí hacer pero algunos de sus profesores han hablado por usted y demostrado que es una buena estudiante.
Asentí sin más, me había salvado por los pelos.
-A usted Eugenia por otro lado también recibió una acusación por nuestra alumna-miré a Eugenia con temor- ella nos ha expuesto que usted ha tenido relaciones interpersonales con sus estudiantes, con ella misma y con la señorita Eva aquí presente ¿Eso es correcto?
-No lo es-dije de inmediato- esa rubia intentó engatuzar a la profesora Eugenia y ante su negativa le dijo a usted aquello- dije con la voz en alto y ambos se quedaron mirandome.
-Como dice la señorita Eva yo no he realizado ninguno de los actos que se me acusan-dijo fiera- y si quiere afirmar aquello debe demostrarlo con prueba, de lo contrario su argumento no se sustenta-dijo enojada.
-Usted tiene razón profesora Eugenia, pero aquella alumna no es la única que la ha visto realizar este tipo de actos, hay otras estudiantes que también la han visto y con la señorita Eva aquí presente.
Eugenia desorbitó sus ojos y negó con la cabeza. Por mi parte estaba inmovilizada en mi posición¿Mas gente nos había visto? ¿Pero cómo?
-Son graves estas acusaciones y nos encontramos realizando una investigación en su contra profesora Eugenia, pero como usted bien dice primero buscaremos aquellas pruebas. En el entre tanto y ante la urgencia que no se haga un escándalo de esto tendré que suspenderla mientras dure la investigación...
-No se preocupe, porque renuncio-dijo Eugenia levantándose- es el colmo para mi que usted asuma cosas sin pruebas, menos que me suspenda sin ellas. Renuncio porque esta universidad poco vale y ya ha sido comida por las críticas miles de veces por su mal trato y salario a sus profesores. Gracias por hacerme este favor querido rector-dijo dando marcha atrás y saliendo dela habitación con un portazo.
El silencio se hizo en la habitación.
*
Eugenia no me había contestado desde que se fue de la oficina del rector. Sabía que no había sido bueno su despido pero al mismo tiempo no quería interferir en su desición.
Yo fui a mis clases y aproveché de pasar a comprar algunos bocadillos para la noche. Eugenia quizás se pondría contenta.
Tomé el autobús y en el camino pensaba en todo lo que había sucedido. Eugenia tenía razón la violencia solo ocasionaba las daño y un sentimiento de culpa se comenzó a expander por mi cuerpo. Si yo no le hubiese pegado a la rubia probablemente nada de esto hubiese ocurrido. Pero ya estaba hecho todo y solo quedaba esperar ver qué tal estaba Eugenia.
Llegando a su jardín observé que las luces estaban apagadas. Eugenia no estaba. Decidí sentarme a esperarle y comí uno de los bocadillos. La noche comenzaba a caer mientras observaba la calle. Solo habían un par de perros que hacían sus necesidades, pero nada de gente.
Esperé al rededor de una hora hasta que Eugenia llegó.
-Amor ¿Desde hace cuánto que me esperas?-cuestionó y yo negué con mi cabeza, la verdad poco me importaba.
-¿Cómo te encuentras?-pregunté con apremio y Eugenia bajó sus hombros.
-De todas formas me hubiesen echado, nuestro amor podía descubrirse aún mas y nunca te permitiría pasar un infierno a ti. Además, todo lo que dije es cierto, me estaba esclavizando para la universidad y eso no lo reflejaba la paga que me daban...
Sonreí ante ese último comentario y me hizo entrar a su casa. Dejamos nuestras cosas en la habitación y nos instalamos a ver películas en el sofá. Eugenia trajo una manta para cubrirnos y ambas nos abrazamos para ver la televisión.
-Lo siento Eugenia- dije desde lo más hondo de mi ser- si no fuese por mi nada de esto sucedería- dije liberando el sentimiento de culpa que me carcomía y Eugenia negó con su cabeza.
-No te preocupes mi Eva-dijo tranquila- esto es lo de menos, recuerda que por mi culpa tu te cambiaste de cuidad a otra, dejaste tu empleo y tu gente detrás, podríamos decir que estamos a mano.
Asentí ante aquella respuesta y aprovechamos la noche para besarnos y reírnos de la película. Como a las 1 a.m decidimos acostarnos y Eugenia me acogió entre sus brazos, dormí tranquilamente apegada a su pecho, sintiéndome segura y protegida, era mi lugar favorito.
Por la mañana me levanté para ir a la universidad, ya quedaban mis últimas clases y la verdad las vacaciones de verano eran en apenas unos días. Me encontré con Elisa a la salida de la universidad y la saludé sonriendo, pero ella no me devolvió la sonrisa y supe que algo estaba pasando.
-Hey-dije a modo de saludo- ¿Por qué esa cara?-cuestioné y Elisa negó con su cabeza. Me pidió que la siguiera hasta una de las bancas mas cercanas y allí me observó atenta.
-La rubia le ha dicho a toda la universidad sobre tu amorío con la profesora Eugenia, todos lo saben...
-Hija de put.....
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Enamorada de mi alumna (Segundo libro)
RomanceSegunda parte de: "Enamorada de mi alumna".