Capítulo 13.

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Un final.

El clima de Londres estaba frío, no nos dio la bienvenida como de costumbre. Y eso me asustaba un poco, porque dejaba mi suerte al clima.

—¿Estás nerviosa? —hablo Victoria al otro extremo.

Me encogí de hombros.

Observe cómo la puesta se abrió de golpe viendo a un sujeto de casi dos metros de altura que tenía su mirada en Victoria.

—Se suponía que teníamos un trato —hablo Vladimir Kozlov interrumpiéndome a mí y a Victoria.

Victoria lo vio sin gracia.

—¿Qué haces aquí? —hablo Victoria dejando de lado sus gafas—. ¿Y cómo lograste entrar?

Bufo.

—¿Tiene alguna importancia? —hablo sin gracia jugando con un arma en su mano—. Tú y yo teníamos un trato Victoria.

Victoria estaba nerviosa, podía notarlo en cada parte de su ser, pero no se inmutó.

—Nuestras negociaciones se iban a hablar en Kiev cuando regresaba, Kozlov, no aquí en Londres.

Hacía cuatro meses que habíamos abandonado París, Annette se instaló esa misma semana en Nueva York junto a su abuela y Grace. Sophie y James se habían mudado igual para estar más cerca de la familia, y Victoria y yo habíamos decidido viajar a Londres para disolver un bufete de abogados que le estaba causando problemas.

—¿Qué hay de los asesinatos de aquella noche, Louvére? —hablo Vladimir.

Él era socio de la firma que unía a Londres con San Petersburg. Era un ruso con tal influencia en el exterior.

—¿Asesinatos? —hablo Victoria—. No tengo ni la mayor idea de lo que estás hablando.

Si algo admiraba de mi madre era su estoicismo.

—Diste la orden de asesinar a los banqueros aquella noche en Múnich —hablo. Victoria solo miro dándole la espalda para servirse un vaso de agua—. Aleksandro era de mi medio hermano.

Y ese momento pude como sus cambiaron de un momento a otro.

—Debes ser Nicola Louviére —volvió a hablar para dirigirse a mí—. Debes ser la heredera.

—Ella no tiene nada que ver en nuestros asuntos.

Sonrió de medio lado—. ¿Pero si mi hermano para que acabaras con él no es así?

—Él y yo teníamos negocios externos —respondió dejando su vaso a un lado—. No es necesario que hagas todo esto.

Vladimir empezó a apuntarme con su arma.

—Baja el arma y hablemos —dijo con cautela Victoria.

¿Qué buscaba él?

—Nosotros no tenemos nada de que hablar —respondió sin dejar de apuntar el arma hacia a mí.

—No tengo nada que ver aquí —le dije.

—Eres la adoración de Victoria, por supuesto que tienes que ver en todo —hablo—. ¿O no es así, Vic?

¿Vic? Mire a Victoria que parecía perdida en sus pensamientos, se había trancado. Ella no sabía que hacer y acercarse sólo haría que Kozlov me disparara.

Era la primera vez que veía temor en sus ojos, no parecía ella.

—Dime el precio —hablo Victoria.

—Con tu muerte sería más que suficiente.

Ella asintió.

—Entonces vamos —dijo Victoria sin verme.

Blue. (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora