Capítulo 4

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Existía cierta incomodidad en la habitación, pero ninguno de los tres decía algo al respecto, se habían limitado a buscar la información correspondiente. Cada uno en su propia laptop, en un documento compartido en línea, podían hacer el proyecto de forma que estuvieran involucrados de sí o sí.

-Encontré esta página-dijo Hinata mandando el enlace de la misma a su grupo de chat, uno que no habían utilizado desde hace mucho-...y es de una tesis, podemos ocuparla.

Los hermanos entraron al sitio web, leyendo rápidamente el contenido.

-Sí, yo digo que la ocupemos-dijo Osamu.

Tanto el peligris como la pelinaranja miraron al otro Miya, el chico parecía leer un poco más a profundidad el texto, después de todo era muy meticulosos en esas cosas.

-Sí, tiene buena información-termino por decir.

Con ayuda de esa información y de otras fuentes que encontraron los gemelos, lograron hacer un trabajo bastante decente y lo mejor de todo, es que sólo se habían ocupado una tarde para hacerlo.

-Deberíamos pedirle una revisión al maestro-dijo Osamu-, para que lo complementemos si es que le falta algo.

Los otros chicos asintieron con la cabeza, la verdad es que habían hecho un muy buen trabajo.

-Bueno, pues entonces es hora de que nos vayamos-dijo Atsumu estirando sus brazos.

-Sí, hoy me toca ayudar con la cena-informo el peligris con aburrimiento.

Los gemelos comenzaron a levantar sus cosas y guardarlas en su respectivo morral. Yei solo los miraba, ella después recogería todo, ahora en su mente estaba enfocada en otra cosa.

-Atsumu-dijo Yei, el chico la miro-...¿Puedes quedarte unos minutos más?

Se formo un leve silencio, Osamu se apresuro aun más y casi corriendo se fue, dejando a ese par solo. El peligris estaba contento, esperaba que Yei regresara a Atsumu a la normalidad, ya no quería andar aguantando el mal humor de su hermano. Lo ultimo que escucharon del Miya fue que se despidió rápidamente de la mamá de la chica.

Los chicos continuaban sentados, Yei soltó un suspiro.

-Entonces-comenzó hablar Atsumu-...¿De qué quieres hablar?-pregunto desentendido del tema.

-Primero que nada...lo siento-bajo la mirada a la pequeña mesa-. Sé que debes de estar molesto.

-Te largaste sin avisar-dijo cortante.

Yei asintió.

-Pero tengo mis motivos.

-¿Enserio? ¿Cuáles?-pregunto con ironía.

La chica se encogió en su lugar, comenzó a jugar con sus manos, indicio claro de que estaba nerviosa.

-Habla-exigió el muchacho.

Yei asintió, lo que iba a decir era algo muy vergonzoso.

-Si te veía antes, seguramente no me hubiera ido-las mejillas de la chica se tiñeron de rosa.

Atsumu frunció el ceño.

-¿De verdad me crees tan egoísta para impedirte ir?-pregunto brusco y ofendido.

Yei soltó una leve risa, confundiendo al rubio.

-¿Todo se tiene que tratar de ti?-pregunto. Yei se tranquilizó, la verdad era que no podía parecer la misma niña tonta enamorada de un tipo como él.

-¿Perdón?

-Atsumu, la única razón por la que no avise, fue porque no quería arrepentirme de mi decisión...no porque tu me fueras a detener-paso sus dedos sobre de cabello-...si vale esa explicación para ti o no, ya es asunto tuyo, no mío.

-¿Por qué te arrepentirías, si era parte de tu sueño?

-Eso lo sabes, idiota...pero esta bien, no puedo aferrarme a un imposible. Así que lo que paso hace unos días, ambos sabemos que fue un accidente, algo sin importancia...deja ese tema de lado, y no molestes a tus compañeros.

Esas palabras calaron al muchacho, quien frunció el ceño.

-¿Algo sin importancia?

-Sí, después de todo un beso no es la gran cosa.

Atsumu chasqueo la lengua, se levanto con desgano. Yei pensó que el chico iba a tomar su morral, pero se quedó estática cuando sintió la mano del chico sobre su cabeza para hacerla girar, y ante todo pronóstico, la beso. Ninguno había cerrado los ojos, pero era clara la sorpresa en la chica, mientras que Atsumu continuaba con una mirada neutra. En cuanto se separaron, el chico dijo.

-Es verdad, un beso no es la gran cosa.

Salió de forma tranquila de la habitación de la chica, mientras que Yei no podía procesar lo que había ocurrido ¿Por qué tuvo que hacer eso?

***

Osamu miraba por la ventana de la cocina la llegada de su hermano, esperándolo ver alegre y mucho más relajado. Pero en lugar de eso, ahí venía con una mirada asesina y aunque parecía una ilusión, sus mejillas estaban levemente rojas.

-¿Qué demonios paso?-se preguntaba el peligris.

Sin perder tiempo, el muchacho saco tu teléfono de la bolsa para mandarle un mensaje de texto a Yei.

-<<¿Qué sucedió?>> fue lo que le mando.

Escucho como su hermano azotaba la puerta con fuerza y se dirigía a su habitación, estaba dudoso de ir y preguntar, o esperar a que su amiga le diera la respuesta. Su madre, que estaba en ese momento picando los vegetales y dio un salto al escuchar el portazo, miro a Osamu con cara de – Ve a ver que tiene –.

-Seguro que esta bien-dijo el chico intentando regresar a su tarea.

La mirada de su progenitora dio a entender perfectamente que no tenía opción. Tomo una gran bocanada de aire, no esperaba nada bueno, así que debía de ser tolerante ante cualquier comentario que le pudiera hacer su hermano.

-Okey-dijo antes de salir de la cocina y dirigirse a su habitación.

No tardo como le hubiera gustado, pero tenía que hacer algo si no quería recibir el regaño de su madre. Osamu se adentro a la habitación, estaba totalmente oscura así que encendió la luz apenas se adentro por completo, para encontrarse con el otro Miya recostado sobre su cama boca abajo.

-¿Quieres hablar?-pregunto el peligris. La posibilidad de que le contara algo era muy baja, o eso pensaba.

-Soy un idiota.

Osamu se sorprendió, era un caso grave.

-¿Apenas te das cuenta?-dijo divertido en un intento que no fuera demasiado seria esta conversación.

Pero Atsumu ni siquiera le hizo caso, el muchacho se sentó en medio de la cama. Osamu se puso serio y se fue a sentar a la silla frente a su escritorio.

-Bese a Yei-soltó el chico así sin más.

Su hermano se quedo de piedra, parpadeo un par de veces.

-¿Qué?

-¡Ella tuvo la culpa!...¿Cómo puede decir que el beso de los juegos no era nada?

-¿Qué?

-¿Estas sordo o qué?

-No no no – comenzó a hablar rápido el muchacho-...¿Realmente la besaste?

-Si te digo que lo hice ¡Es porque realmente lo hice!

Osamu tomo el peluche que estaba sobre el escritorio y se lo lanzo a su hermano.

-¿Estas loco?...¿Cómo pusiste hacerle eso?

-¿Eh?

-Idiota, siempre pensando solo en ti-dijo el chico algo alterado-...¡Yei esta enamorada de ti! ¡Desde la primaria!

Atsumu se quedo quieto.

-Eso no es verdad-dijo-...¡Yo soy el que ha estado enamorado!

Una gota de sudor resbalo por la frente del peligris.

-Serán idiotas-dijo Osamu restregándose la cara-...es que, no me lo puedo creer. 

Como el Sol [Miya Atsumu x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora