eight

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Harry estaba petrificado.

Literalmente habría esperado haber visto en la sala a cualquier persona menos a Freddie.

Estaba tan grande y tan bonito que iba a llorar. Y se parecía demasiado a Louis.

Recuerda que durante los meses que Louis y él estuvieron separados por primera vez, no fue capaz de mirarlo a la cara hasta que le dijo que había dejado embarazada a una chica y que ni siquiera recordaba nada antes del amanecer en su casa de Los Ángeles.

Al ver a Louis han destrozado y desubicado, lo ayudó en todo lo que tenía que ver con el tema del bebé, y cuando nació, Harry se enamoró totalmente de aquel bulto de carne con los ojos más azules que nunca había visto, los ojos del amor de su vida.

La última vez que vio a Freddie, fue un par de meses antes de que se pelearan, y el niño tenía apenas año y medio, por lo que no lo recordaba. Pero Harry sí sabía lo que ese niño significaba para él y no pudo evitar que se le aguaran los ojos.

—¿Qu- qué haces aquí, tan temprano?

—Felicité ha dejado a Freddie aquí hace veinte minutos —respondió Louis. Estaba soltando a su hijo en el suelo, ya que le dolía un poco el mantenerlo, así que no vio la mirada de adoración de Harry.

El niño se acercó a la estrella mundial y se quedó a un lado de su pierna, como admirando.

Louis pasó hacia la cocina gritando:

—¡Freddie voy a hacer tortitas de plátano!

—Yey —el niño rubio salió corriendo en la dirección que había tomado su padre, y Harry se quedó solo en la sala.

El de ojos verdes bajó la mirada a su teléfono y empezó a bajar por las fotos de su galería. Aunque había cambiado de teléfono muchas veces desde 2016, tenía unas fotos que siempre iba dejando y pasando de un móvil a otro.

La mayoría eran suyas y de Louis pero también había... en realidad todas las que pasaba de un teléfono a otro eran fotos de Louis.

Había sido tan estúpido aquel día que dijo aquello y escapó como un cobarde de casa. No era su primera discusión ni era la primera vez que iban a ser obligados a salir con una chica por unas fotos.

Entonces, no entendía que había sido distinto para haber llegado al nivel de salir corriendo y dejar a Louis llorando dentro de la casa.

Por fin llegó a aquella foto y se quedó mirándola durante un largo rato. Aunque no se veía demasiado a Louis, su brazo musculoso y lleno de tatuajes era claramente visible, y Freddie era el protagonista de la imagen, durmiendo sobre su papá.

Al pasar a un lado, estaba el video más tierno que había visto nunca. Era la misma imagen pero Louis sacaba la cabeza de debajo del bebé y arrastraba a Harry con él. El teléfono acaba enfocando a ambos y luego el pie del bebé empuja la cara de Harry, terminando el video.

Harry va hacia la cocina decidido, quiere recuperar aquello.

—¿Puedo ayudar en algo? —pregunta.

Louis titubea, pero plasma una sonrisa en su cara y contesta amablemente.

—Por supuesto.
















se me había olvidado poner la foto.

ONLY THE BRAVE ── l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora