twelve

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Louis estaba en el hospital psiquiátrico privado de Londres.

Era la segunda vez que estaba ahí y no era para nada agradable.

Según su médico era una recaída, y no tardaría en estar fuera. Pero el tour empezaba en nada, las fans llevaban siglos esperando esto y él no quería defraudar a nadie.

Pero era muy difícil cuando le picaban los dedos tras una comida y le ponían aquellos guantes extraños en forma de puño cuando iba al baño.

No tenía permitido mirarse al espejo, guardar cubiertos o saltarse las comidas.

Fizzy no se separaba de él.

Era su hermana asignada para este ingreso. La última vez fue Lottie, ya que Fizzy aún tenía 17 y se considera que es lo suficientemente joven como para caer en un trastorno alimenticio.

Ahora, con 19 años sigue siendo joven, pero para los expertos ya no es una amenaza.

Por lo que era la única persona con la que hablaba, la única a la que le importaba su situación y la única que no le miraba con lástima.

Odiaba el lugar. Era tan blanco y olía constantemente a puré, no como en los verdaderos hospitales, dónde siempre olía a antiséptico.

Un olor diez veces más agradable.

La comida era lo peor. Louis obtenía pequeñas cantidades con gran cantidad de calorías, para que su cuerpo obtuviera las suficientes sin sentirse lleno.

Sabía, sin embargo, que las personas que allí tenían anorexia nerviosa comían cantidades de comida cada vez más grandes hasta llegar a la cantidad indicada.

Por lo que no se quejaba.

Liam y Niall habían hecho un par de apariciones por allí los últimos días y la televisión ya empezaba a dar sus opiniones.

Aparentemente, Louis había intentado suicid*rse con pastillas y Harry jamás salía de la habitación de su chico por si era la última vez que lo iba a ver.

Ilusos.

Harry no había preguntado siquiera por él y mucho menos había pisado la clínica.

Dos semanas habían pasado y el primer video promocional del nuevo álbum había sido lanzado.

Louis lo veía todo desde twitter y estaba esperando poder salir de ahí para interactuar con las fans como era debido.

El medico estaba a nada de entrar por la puerta para darle el alta.

—Muy bien, Louis. Hemos decidido que has estado recuperándote rápido y no has tenido ningún tipo de recaída, por lo que puedes trabajar siempre y cuando sigas tomando las pastillas y tengas citas con tu psicólogo dos veces en semana, ¿te parece bien?

Louis asiente emocionado y termina de meter sus calcetines en la maleta.

En recepción les toman los datos y cuando va a salir por la puerta choca con alguien.

La otra persona casi cae de culo pero Louis rápidamente le sujeta del brazo y lo estabiliza.

Louis conoce ese ancla.

—Lo siento mucho, de verdad tenía prisa por... Lou. Hola. —Harry abre la boca sorprendido cuando lo ve a la cara. Una sonrisa ladeada e incómoda se forma en su cara.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Yo... venía a verte —sus ojos verdes reflejan sinceridad y Louis de verdad quiere creerle—. No he tenido una buena semana y he querido venir cada día pero no me encontraba muy bien.

—Oh, bueno estoy aquí. Sigo vivo —una pequeña sonrisa florece en los labios del chico más bajo.

—Me alegro de que estés mejor.

Se quedan mirándose a los ojos unos segundos eternos hasta que Fizzy llega cargando con un bolso bastante grande.

—Haz... —el bolso cae al suelo con un pequeño estruendo que hace que la recepcionista les chiste para que paren de hacer ruido.

—Oh, dios mío. Fizzy estás preciosa —el de ojos verdes dice mientras da un paso hasta la chica Tomlinson.

Louis ve como los ojos de su hermana se cristalizan antes de darle un abrazo a Harry.

—Tú, grandísimo idiota.

—Lo siento mucho, perdón perdón perdón... —Era un mantra que Harry llevaba repitiendo desde que la cara de Felicité se encajó en su hombro.

—Está bien —la chica de ojos azulados le mira y le invita a acercarse.

Louis lo hace con duda y cuando se encuentra a dos pasos se ve aplastado entre los brazos de su hermana y de Harry.

Y Louis no lo aguanta más cuando rompe a llorar por el contacto y al parecer, Harry tampoco. Ambos acaban en un enredo de brazos, lágrimas y mocos mientras se disculpan y perdonan por todo y por nada.

No están bien, pero parece que es el comienzo de algo nuevo. Algo para arreglarse mutuamente.












































gracias a history y a line without a hook he conseguido acabar este capítulo.

estoy escribiendo un extra navideño que será un flashback a 2013.
espero publicarlo el 24.

me despido antes de que mi madre llegue con mis notas.
deseenme suerte :)))))

ONLY THE BRAVE ── l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora