Zoa Volkova.
Actualidad.
Llegó el día.
Lev y yo debatimos bastante si era bueno ir o no dadas las circunstancias, también se lo comentamos a mamá para que diera su opinión al respecto. Su respuesta puede considerarse positiva en cierto sentido, porque, aunque no fue que le contamos para pedirle algún tipo de permiso, sí nos dio el visto bueno para ir.
"Vayan y diviértanse un poco, es bueno despejar la mente en momentos como estos. Sé que pueden cuidarse solos, ya están grandes para eso."
La respuesta alegró a Lev en todo el sentido de la palabra, tiene bastantes ganas de ir ya que hace bastante tiempo no va a una fiesta de ese estilo, a él le agrada ese tipo de ambiente. Pero, no quiere ir solo. Yo por mi parte he estado dudosa al respecto, no es que ese tipo de ambiente no sea de mi gusto, tampoco es que sepa que cosas puedan pasar ahí, solo... no lo sé.
No me incomoda ni me desagrada la idea de ir, es más, no estoy en contra de ese hecho. Pero saber que van a haber tantas personas que probablemente no conozco y que no me interesan conocer y que probablemente también quieran socializar con nosotros por el hecho de que es nuestra primera vez yendo. Simplemente no. También es más que obvio que no le caigo del todo bien a Aria, así que tengo dos opciones.
No ir y que me culpe porque Lev no fue, teniendo en cuenta que las fiestas siempre dan oportunidades para lo que sea.
O ir y que me mire de mala manera solamente por existir, y que se moleste por las oportunidades que puedan cruzarse.
Podría ir para solo fastidiarla, me gusta esa idea.
Hasta ahora no le he dado ninguna respuesta a Lev al respecto, eso hace que me mire con ojos de súplica mientras hacemos algunos estiramientos antes de comenzar nuestra práctica. Porque sí, practicaremos defensa personal, horas antes de la fiesta.
Nos encontramos en la azotea del edificio donde se encuentra nuestro apartamento, sabe que vengo seguido y como el lugar es grande, aprovecharemos su espacio lo más que podamos.
—¿Y bien? —pregunta desde su sitio estirando sus brazos de lado a lado.
Levanto una de mis cejas y lo miro.
—¿Qué?
Yo me encuentro sentada en el piso con las piernas estiradas, intentando llevar mis manos hasta la punta de mis pies, no es algo que se me dificulte mucho.
—¿Ya lo pensaste?...
No le respondo. En vez de eso muevo mi cuello hacia ambos lados haciendo que traquee, al hacerlo, veo como rueda los ojos con fastidio. Respiro lo más profundo que puedo para luego levantarme.
—Deja de insistir tanto, así nunca tendrás respuesta.
Suspira.
—No me das buena espina.
—Lo sé, esa es la idea, por algo estamos en un techo a punto de golpearnos mutuamente —digo dejando ver una muy leve sonrisa forzada.
Que él perfectamente percibió.
—No lo digas de esa forma, suena muy violento.
—Mira quien lo dice...
Ladea la cabeza mientras sonríe cruzando los brazos... pudiese considerarse tenebrosa en cierto sentido, pero no da miedo, por lo menos no a mí.
Es una simple fachada.
—¿Me estás retando?
—¿Crees que lo estoy haciendo? Hermanito, no tientes tu suerte, ya sabes cómo puede terminar... —es mi turno de cruzar los brazos.
ESTÁS LEYENDO
Alerta Roja
Teen Fiction«La venganza y la cordura a veces van de la mano». Una muerte, un nuevo destino. Zoa junto a su incompleta familia se mudan al otro lado del mundo luego de la muerte de una de las personas más importantes en su vida, la realidad es que tras eso todo...