Capítulo Seis: Dudas.

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4 meses antes, al día siguiente.

Ante todo, mi padre sí me compro mi sándwich de queso al salir del hospital. Quedó claro que iría directo a lo que predominaré mi prisión no tan innecesaria. Lev dice que eso será rehabilitación y que tengo suerte de que no será por tanto tiempo así que no debo desesperarme, aunque creo que es una de las cosas que más me sucederán ahí dentro.

Mi madre dijo que estaré bien y como ya lo había dicho me iba a estar visitando todo el tiempo posible.

Siendo sincera, tengo bastante miedo por todo lo que vaya a ocurrir cuando esté dentro de ese manicomio y el qué dirán mientras esté ahí.

Pero, ¿por qué? La respuesta es muy sencilla.

No partiré clases, teniendo en cuenta que la primera semana no fui por tener mis ánimos en el piso, y no volveré en los próximos meses, se puede sacar como conclusión a simple vista que abandoné la escuela.

Para la desgracia de Lev y probablemente también para la desgracia de Nina y Damien, ellos si han ido a clases desde el primer día, a excepción obvia de mí. Pero, ¿por qué desgracia? es muy probable que salgan rumores sobre mí. A todos dentro del instituto se les debe estar pareciendo raro que solo Lev esté. Me imagino todas esas preguntas agobiantes que no me interesa responder, nunca me ha interesado lo que digan las personas sobre mí, pero sí me preocupa que por mi culpa los demás que me importan tengan que aguantar eso.

Observemos mi situación: chica de casi 18 años en rehabilitación por intento de suicidio con pastillas de dormir y por bebidas alcohólicas de por medio, con ansiedad, depresión y problemas de sueño. Un diagnóstico que puede llegar a parecer preocupante para cualquiera que lo vea y no me conozca, ¿pero en mí? No, es anormal todo eso, es algo que simplemente nadie podría llegar a imaginarse, o por lo menos no de mí.

Mi personalidad no ha cambiado totalmente, sigue siendo la misma, lo que me ha cambiado han sido las circunstancias que pasaron hace un mes, eso me cambió, ella me cambió. El que ya no esté aquí con nosotros hizo que todo mi mundo cambiara.

Las personas saben lo que pasó hace un mes atrás, eso fue una completa noticia que sinceramente me hubiera gustado que no ocurriera, y se podrá considerar la principal razón del porqué estoy donde estoy.

Solo me queda pensar en las preguntas que harían de mí... ¿Por qué Zoa dejaría la escuela si tenía tan buenas notas y quería ir a la universidad? No la dejé por cuenta propia y me hubiera gustado que mis notas siguieran intactas, soy considerada junto con Lev una de las mejores alumnas y alumnos a nivel académico, no soy todo un cerebrito como se me ve, pero si me esfuerzo lo suficiente. Sobre la universidad... nunca había pensado en eso realmente, quizás estudie algo referente a la informática, solo para reafirmar cosas que ya sé.

Termino mi comida cuando vamos llegando al lugar junto a mis padres y mi hermano, llevaba un bolso algo grande con ropa, predominaban los pijamas y algunos suéteres gigantes.

El viaje hasta allí fue tranquilo para mi sorpresa, no emitía ningún tipo de palabra en todo ese transcurso de aproximadamente treinta minutos. Quería permanecer serena, pero al pisar ese suelo, entrar y que llegara hasta mi nariz ese olor de hospital que me repugnaba y odiaba tanto me hizo darme cuenta de mi situación.

Miré hacia los alrededores y aunque parezca extraño, el lugar no era tan desagradable, había cierta calidez en su alrededor, no sabría decir si era por el pequeño jardín y parque o por sus personas y trabajadores que intentaban dar una sonrisa a cualquiera, fuera sincera o no. Ya en los pasillos amplios del lugar mis padres se alejaron un poco para llegar hasta la recepción, yo quedé de pie junto a mi hermano solamente mirando a mi nueva "casa-hogar" por un tiempo.

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