Somos familia || InoAoi

2.- Espera y culpa

Habían pasado meses desde la misión del tren infinito y Aoi colgaba sabanas distraída, recordando los días que habían pasado desde la partida de Tanjirou a una nueva misión, preocupada de que pudiera herirse de nuevo.

- ¿Quién de todas ustedes es la tsukugo de Kocho? – ella se sobresaltó, un hombre que no había visto antes estaba parado justo a su lado y no escucho sus pasos al llegar.

- Su nombre es Kanao, esta adentro, ella tiene una coleta hacia un lado, es fácil reconocerla – respondió describiéndola.

- Entonces tu deberías servir – jalo de su muñeca y la miró con detención – Tienes uniforme así que eres una cazadora, escúchame bien, nos iremos a una misión – dijo como si todo aquello fuese completamente normal.

- ¡Suéltame! ¡¿Qué haces?! – le gritó haciendo fuerza para escapar.

- No es como si tuvieses opción en realidad... – respondió mientras la tomaba por la cintura y se la cargaba al hombro, sujetándola con la suficiente fuerza para que ella no lograra moverse.

- ¡Ayudaaa! ¡¡¡¡Bájame!!!! - gritó con todas sus fuerzas, provocando que todas las niñas fueran a ver que sucedía.

- Ah... tú también me puedes servir – tomó a Naho de la misma forma y la cargó con un brazo.

- ¡¡Ka-kanao!! – le gritó a su hermana, quien solo la miro con los ojos muy abiertos. Luego de unos momentos donde parecía estar debatiéndose si hacer algo o no, Kanao tomó su mano con fuerza y jaló las ropas del hombre, consiguiendo que las demás niñas se colgaran de él.

- ¡¿Que le estás haciendo a las chicas?! – Tanjirou acababa de llegar de su misión y le gritaba al hombre mientras corría hacia ellos, con toda la intención de darle un cabezazo. Comenzaron una discusión a gritos que termino con que tiraran a Naho del techo.

- Nosotros iremos en lugar de Aoi-san – le grito al hombre, Aoi solo escucho las voces de Zenitsu e Inosuke que llegaron en ese momento, pero estaba tan asustada que no entendía muy bien lo que decían.

- Ooh está bien – escuchó de repente - ¡Pero no me desafíen de nuevo! – el hombre le dio una fuerte nalgada que la hicieron gritar, pero luego de eso la soltó y pudo volver con las demás niñas, que la abrazaron.

- ¿Estás bien? – le preguntó Kiyo nerviosa mientras veían como los tres chicos y aquel hombre se marchaban.

- Si, estoy bien – respondió Aoi mientras se secaba las lágrimas y se sorbía la nariz – ¿Estas bien Naho-chan?

- Estoy bien, Tanjirou-san me recibió cuando ese hombre me lanzó del techo.

- ¿Era un pilar verdad? – le preguntó a Kanao.

- Si, el pilar del sonido – respondió aun temblando.

- ¿Para qué me quería?

- Tendremos que preguntarle a Shinobu nee-san cuando vuelva.

Pasaron los días y los chicos aun no volvían, cuando le contaron a Shinobu lo que había pasado, ella se molestó mucho y les conto un poco la situación en la que estaba Uzui Tengen y la misión a la que habían ido con Tanjirou y los demás.

Durante esos días, Aoi tuvo una misión de recolección de suministros junto a Kanao en el  pueblo, donde buscarían lo necesario para recibir a los chicos cuando regresaran posiblemente heridos de la misión. Todo ese pequeño viaje consiguió que ambas fueran poco más cercanas*.

Por otro lado, la culpa la comía por dentro, ella se sentía completamente responsable de cualquier cosa que les pudiese pasar al tomar su lugar en aquella misión y el momento que tanto temía llego.