3.- Recuperación

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Había pasado una semana y Tanjirou aun no despertaba e Inosuke cada vez se volvía más inquieto, lo que era una molestia para todos. 

Aoi había notado como Kanao pasaba el mayor tiempo posible en la habitación de Tanjirou, ella realizaba casi todos los controles y reportaba sus avances, lo que la hacía sentir un poco celosa.

Pero, por otro lado, en todo ese tiempo las dos habían fortalecido mucho su relación, podían tener conversaciones normales y a pesar de que siempre la había visto como una hermana ahora la consideraba su amiga.

-•-

- ¡Ey Enana! – le dijo Inosuke en su tono innecesariamente alto.

- ¡Me llamo Aoi! ¡Y no me grites! estoy a tu lado – le entregó una bandeja con comida rápidamente pretendiendo irse lo antes posible de esa habitación.

- El otro día... ¿que fue lo que me hicieron tomar? – preguntó algo molesto.

- ¿Eh? Bueno... era anestesia – respondió un poco avergonzada, usualmente no utilizaban sedantes sin ser estrictamente necesario, pero la situación se había salido de control.

- ¿Qué es eso? – preguntó mientras devoraba su comida.

- Es una medicina que hace que no sientas nada y te duerme – explico mientras se sentaba a su lado.

- ¡El jefe te ordena que no me des eso nunca más! – la miró muy enojado – ¡Promételo!

- Fue por tu bien... ese día ibas a salir a entrenar a pesar de que te dijimos que aun estas débil... además, la herida de tu pecho aun no sana por completo... – el agujero ya había cerrado pero la piel aun no terminaba de cicatrizar.

- Pero me hizo sentir muy extraño...

- ¿Qué sentiste? A mí nunca me han sedado... – preguntó con genuina curiosidad.

- Me quería mover, pero mi cuerpo no se movía. Quería hablar, pero tampoco podía... era horrible – explicó con los puños apretados.

- Oh, lo siento – Aoi había escuchado de sus sentidos aumentados y pensó que quizás eso lo había mantenido consciente a pesar de estar anestesiado, se lo comentaría a Shinobu más tarde.

- Pero eso me hizo recordar... esas semanas que dormí... - Aoi se estremeció al recordar los agonizantes primeros días luego de su regreso – Tu llorabas cuando me venias a ver ¿verdad?

- ¿Que? Yo, llorar... - puso sus manos delante de ella – Llorar... – repitió haciendo un puchero – Estaba tan asustada de que no lograras despertar... - respondió con sinceridad, nuevamente al borde de las lágrimas por el recuerdo.

- Yo quería decirte que estaba bien... pero no podía hablar, como el otro día.

- Oooh... pero no estabas nada bien, pudiste morir... y todo fue mi culpa – le dijo ocultando su rostro con las manos.

- ¿Tu culpa? – preguntó ladeando la cabeza, eso no tenía sentido para él.

- Claro, yo debía ir a la misión y por mi debilidad fueron ustedes, gracias a eso casi mueren – lo miro seria, con el ceño fruncido por la frustración.

- ¡Pero si la batalla estuvo increíble! - exclamó alzando los puños.

- ¡Pero casi mueres! - grito horrorizada.

- ¡No me paso nada! - le dijo restándole importancia - y ¡logramos matar a esos demonios! – al escuchar eso Aoi suavizo su expresión y recordó algo que le habían contado.

- Zenitsu me dijo que te pusieron un kimono – le dijo riendo con suavidad, él sintió una cálida sensación al escuchar su risa por primera vez.

- Todos nos vestimos como chicas, porque éramos "espías" – le explicó en un bufido, cruzándose de brazos como si fuera obvio, aunque Aoi no conocía los detalles de la misión.

- Me hubiese gustado verte... – volvió a reír, ella no lograba que abotonara su camisa de paciente y por estar en la misión ocupó un kimono completo, Inosuke podía ser muy serio cuando se lo proponía.

- Usar esa cosa era una pesadilla... aunque deberías haber visto a Monitsu, se vía tan feo que nadie quería comprarlo – ambos rieron con ganas.

- ¿Terminaste? – miro la bandeja vacía – Debo ir a colgar ropa – le iba a retirar la bandeja, pero él la tomo por el brazo.

- No vuelvas a llorar así... no me gusta... - tenía la máscara acomodada sobre la cabeza por lo que la miro directamente a los ojos. 

- Entonces no vuelvas a herirte así – se miraron con cara seria, pero luego de unos segundo ambos suavizaron sus miradas.

-•-

Salió de la habitación alegre, le había gustado tener una conversación normal con él. Pasó por la cocina y termino de limpiar, luego fue al patio a colgar ropa limpia cuando escucho gritos desde la habitación de Tanjirou, no pudo esperar y corrió hasta allá arrastrando las sabanas que colgaba.

Cuando vio que Tanjirou había despertado lloró mientras le contaba las cosas que habían pasado mientras dormía, también de como Inosuke había estado al borde de la muerte y que Zenitsu ya había vuelto al trabajo.

De pronto Inosuke apareció colgado del techo y tuvo que forcejear con él para que no molestara al paciente que acababa de despertar, pero al hacer tanto alboroto ambos fueron regañados por Kanao. Cuando Tanjirou volvió a dormiste llevo a rastras a Inosuke a su habitación.

- ¡Te dije que debes quedarte en cama! – lo tiraba del brazo y agradecía que aún estaba débil o jamás habría podido moverlo.

- ¡¡Tu no me das ordenes!! – volvía a ser el mismo niño de siempre.

- ¡Te volveré a sedar si sigues así! – lo amenazó mientras lo acercaba a su cama.

- ¡Prometiste que no lo harías! – le grito muy molesto.

- ¡Si me obligas a hacerlo, lo haré!

- Suéltame, mentirosa de mierda – Forcejearon hasta que de pronto Inosuke colapso y ambos cayeron sobre una mesa que tenía un florero encima.

- Ay... Ay – Aoi miro como tenía un trozo de vidrio incrustado en la palma de la mano y vio como Inosuke volvía a pararse con dificultad con exactamente la misma herida. Ambos no paraban de sangrar.

- Aoi, ¿qué paso? – Kanao entraba a la habitación corriendo – ¡Aoi! – la ayudo a levantarse y fue a buscar vendajes para curarlos.

- Este idiota... encárgate tú de él, por favor, yo me largo de aquí – dijo con una voz sombría.



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Somos familia || InoAoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora