Somos familia || InoAoi

13.- Una enfermera competente

Unos meses más tardes, Aoi cocinaba de manera distraída, esa semana no habían tenido ningún paciente ni vistas, pensaba en enviarle una carta a Inosuke más tarde cuando de pronto apareció frente a ella sin mascara, con la cara roja y completamente sudado.

- ¿Inosuke? – exclamo preocupada acerándose rápidamente.

- ¡Nezuko enfermo! tienes que ir a verla – le grito jalándola de la manga.

- ¿La trajeron? – Apago la cocina y camino rápidamente hacia la entrada de la finca, pero él la detuvo.

- Esta en casa ¡debemos ir pronto!

- ¿En casa de Tanjiro? – él asintió empujándola por la espalda - ¿Que le paso?

- Se desmayo por fiebre, ¡tenemos que irnos ya!

- Está bien, déjame buscar unas cosas – Inosuke le dio más detalles de lo que pasaba y juntos fueron a empacar medicinas y algunas cosas que Aoi podría necesitar. Él la miraba impaciente desde la puerta de su habitación.

- ¿Inosuke, que haces aquí? ¿paso algo? – pregunto Kanao que entraba a la habitación con cara de pregunta.

- Nezuko está enferma y Aoi debe ir a verla – explico nervioso – Te espero en la entrada, apresúrate.

- Le escribiré a Tanjiro para decirle que van en camino – le dijo a su hermana.

- Gracias, quizás tarde un par de días ¿Estarás bien? - pregunto levantándose de prisa.

- Claro que sí, yo me despido de las niñas por ti, ten un buen viaje – se dieron un apretado abrazo y se fue casi corriendo.

- ¿Estas lista? ¡Vámonos rápido! – Aoi asintió y salieron a paso muy apresurado.

Luego de un rato de ir casi corriendo Aoi estaba muy cansada y tuvieron la suerte que un hombre paso con una carreta empujada por un caballo y se ofreció a llevarlos.

- Corriendo iría más rápido – bufo molesto.

- Yo no corro tan rápido, lo siento – se sentía avergonzada, a pesar de que su estado físico no estaba nada mal no se podía comparar al de él.

- Está bien, llegaremos en unas horas – dijo soltando un suspiro y se quedó viendo el paisaje con la mirada ausente.

- Te ves muy nervioso, por lo que me contaste no debería ser grave – comento tomándolo del brazo para intentar calmarlo.

- Hace unos días se sentía un poco mal, fue al médico del pueblo y le dio unas medicinas, ¡pero no sirvieron para nada!

- Entiendo... pero no grites – le dijo en voz baja y le dio un apretón en el brazo cuando el hombre de la carreta los miro extrañado.

- Monitsu dijo que sería mejor llevarla contigo, así que fui a buscarte, era más rápido – explico con un tono de voz más bajo.

- Tranquilo... Nezuko ha pasado por cosas mucho peores, va a estar bien – le dijo con una sonrisa sincera.

- Eso espero – inconscientemente tomo la mano de ella que aún reposaba sobre su brazo.

Luego de unas horas el hombre los dejo en el pueblo cercano, por lo que solo tuvieron que subir la montaña donde estaba la casa de los Kamado, caminaron a paso rápido y llegaron en unos minutos. Ahí los recibió Tanjiro que los miro muy sorprendido.

- ¿Aoi? ¿Cómo llegaron tan rápido? – pregunto ladeando la cabeza. Usualmente tardaban casi un día entero en llegar a la finca caminando y de vuelta era lo mismo, pero Inosuke se había ido temprano por la mañana y ya casi era de noche.