Somos familia || InoAoi

20.- Un nuevo hogar

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Este capitulo contendrá escenas eróticas
Si quieres saltarlas omite los párrafos entre separadores

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Salieron de la posada al amanecer. Durante la mañana Aoi escribió una breve carta donde le explicaba a Kanao que tardaría unos días más y la envió con su cuervo, mientras que el cuervo de Inosuke, con el que ya se llevaba mucho mejor, los guio hasta la montaña donde él solía vivir. Tardaron un día y medio en llegar con la ayuda de unas personas que los llevaron en carretas.

- ¡Todo está tal cual como lo recordaba! - exclamo con satisfacción cuando llegaron a los pies de una montaña no muy grande con un tupido bosque de bambúes.

- Pensé que estaría más lejos del pueblo - dijo Aoi sorprendida, la entrada a la montaña estaba a solo unos minutos caminando desde la última casa.

- No tanto, aunque no bajaba mucho. Un poco más allá vive el nieto del viejo que me enseñó a hablar - le conto mientras le indicaba el camino.

- Oh, nunca me pregunte como habías aprendido.

- Él me leía y me daba comida - explico levantando de hombros.

- ¿Y dónde queda tu casa? - estaba muy nerviosa, no le había preguntado a Inosuke los detalles sobre su hogar para no tener expectativas.

- Como a la mitad de la montaña.

- Bien, subamos - caminaron montaña arriba a paso constante y no tardaron más de 15 minutos en llegar.

- Aquí es - dijo sonriendo al ver que la casa seguía ahí sin muchas diferencias.

- Oh... - la casa estaba ubicada en una planicie no era muy grande, rodeada por el bosque. A simple vista se veía media rota y notoriamente descuidada, la hierba crecía por todos lados y algunas tablas estaban podridas, pero se notaba que con un poco de trabajo podría lucir muy bien.

- Esta casa ya estaba aquí cuando yo llegue y la repare para que no entrara la lluvia.

- No está nada mal - dijo sincera, en realidad esperaba una cueva o algo parecido - se puede escuchar un rio.

- Si, está en esa dirección - le apunto el camino muy emocionado - ven, entra - le indico la entrada luego de tener que forzar un poco la puerta corredera que estaba dañada.

- Esta todo cubierto de polvo - se cubrió la nariz luego de estornudar estrepitosamente.

- Bueno es normal, hace tiempo que no venía - entraron y rápidamente abrieron todas las puertas y ventanas.

- ¿Y nadie entro en todo este tiempo? - pregunto sorprendida.

- Los del pueblo me temían, decían que había un monstruo jabalí en esta montaña - dijo levantando los hombros con un tono despreocupado, aunque con una sonrisa de orgullo.

- No sé porque no me sorprende - susurro divertida - ¿y cuando ibas al pueblo no te temían? - pregunto curiosa, se dio cuenta entonces que había muchas cosas que no sabía de él.

- Solo me quitaba la máscara, aunque solía ir de noche.

- Tiene sentido... - rio con ganas, ella también estaba muy sorprendida la primera vez que lo vio sin mascara - ¿de dónde sacaste todas estas cosas? - la casa estaba mejor equipada de lo hubiese podido esperar, tenía unas pocas ollas y utensilios de cocina, algunas herramientas como hachas y palas, incluso había un futón un poco raído.