Cuando Haruko tenía 6 años se convirtió en hermana mayor de un niño al que llamaron Daisuke, que físicamente era una mezcla perfecta de sus padres, pero era tan tranquilo como su hermana.
Durante ese tiempo Kanao y Tanjiro tuvieron tres hijos, uno tras otro luego de varios años de intentarlo. Pero últimamente Tanjiro enfermaba mucho, por lo que su esposa decidió transformar la Finca Mariposa en una posada, que le daba mucho menos trabajo que un hospital, ya que no contaba con la ayuda de Kiyo, Naho ni Sumi que ya se habían casado.
Por otro lado, Nezuko tuvo un aborto antes de poder dar a luz por primera vez, lo que les rompió el corazón a todos. Ella y Zenitsu tenían ya dos niños, de 4 y 2 años. Kanao y Aoi habían tenido la teoría de que como ambos hermanos se habían convertido en demonios, quizás no podrían tener hijos, pero no pudo estar más feliz de que estuvieran equivocadas.
Y en casa, Inosuke trabajaba esporádicamente en proyectos de construcción, pero disfrutaba mucho de los tiempos de descanso donde podía aprovechar al máximo de su familia, y así pasaron los años...
- Daisuke ¿Qué fue lo que te dije? – regañó Aoi a su hijo de tres años en la entrada de la casa, había ido al pueblo a comprar algunas cosas junto con su padre.
- No entrar a la casa mojado... – dijo en tono desanimado mirando el piso, pero de pronto Inosuke entro sin tomar ninguna medida y se sacudió el cabello como perro mojado.
- ¡Inosuke! Eres el padre ¡da el ejemplo! – lo regaño empujándolo hacia afuera por la espalda.
- Qué más da si... - comenzó a replicar, pero lo interrumpió su hija de ya 9 años asomándose desde la cocina, mirando con severidad.
- Papá, el tatami se hincha si se humedece... - explico como si fuera lo más obvio del mundo. A pesar de que Haruko se parecía físicamente mucho a él, se paraba con las manos en las caderas con el ceño fruncido igual que una niña molesta de coletas que él conocía muy bien, podía contra una, no contra dos.
- Tsk... ya escuchaste, afuera – le dijo a su hijo mientras apoyaba una mano en su cabeza para dirigirlo hacia el exterior mientras Aoi le entregaba unas toallas. Una vez secos ambos entraron a la casa y él se dirigió a la cocina donde se podía escuchar un "clap clap" constante.
- ¿Todavía esta esa gotera? – pregunto irritado mientras miraba el techo que llevaba días tratando de reparar.
- No es casi nada, y pusimos esa olla para evitar que todo se moje – le explico su esposa.
- Iré a repáralo... - de pronto olisqueo el aire. Una de las cosas que más le agradecía a la vida era que su hija había adquirido todas las habilidades culinarias de su madre - después del almuerzo... - dijo mientras iba a la sala y se sentaba en la mesa.
- ¿Qué tal todo en el pueblo? – pregunto Aoi sentándose a su lado.
- Nada interesante, aunque siguen hablando sobre el nuevo emperador o algo así – respondió restándole importancia y le entrego un periódico que le había encargado.
- Normal, es algo importante – dijo mientras lo ojeaba rápidamente.
- ¿Te respondió Kanao?
- Si, Tanjiro ya está mucho mejor – la salud de Tanjiro luego de la pelea final fue siempre delicada, pero sin ninguna complicación grave y todos suspiraron aliviados cuando por fin paso los 25 años.
- Bien... entonces mañana iremos a la finca de visita - dijo tomándola de la mano - ¡¿Y a qué hora está listo eso?! – grito hacia la cocina para molestar a su hija.
- ¡Papá... tú sabes a qué hora servimos el almuerzo! – le grito de vuelta.
- Está bien, está bien – respondió en vox baja mientras le sonreía a Aoi con complicidad.
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Somos familia || InoAoi
FanficLuego de que los chicos se fueran en busca de Rengoku, Aoi no podía dejar de pensar en las últimas palabras que le dijo Tanjiro antes de irse y esperaba ansiosa su regreso... Entonces ¿Como fue que se enamoró de Inosuke? Seguimos los acontecimientos...