23.- Sí y sí

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Cenaron todos juntos y Aoi por fin pudo contarle a las niñas que estaba embarazada y que su pareja era Inosuke, pero ellas no se sorprendieron en lo absoluto y estaban felices de convertirse en tías.

- ¿Y qué harán? – pregunto Kanao más tranquila, pero aun molesta de que Inosuke hiciera sufrir a su hermana.

- Aun no lo decidimos...

- ¿No es peligroso que viajes así? – pregunto Inosuke preocupado.

- Como estoy ahora no hay problema, pero en unos meses ya no podre – el viaje era largo y si no tenían la suerte de que alguien los llevara debían hacer todo el camino a pie.

- ¿Y si esperan a que nazca y luego se van a su hogar?

- No quiero molestarte – dijo Aoi mirándola apenada, su hermana solo rodo los ojos en respuesta.

- Sabes que eres ninguna molestia, esta es tu casa también.

- Yo no sabría qué hacer si pasa algo cuando estemos solos en la montaña – admitió Inosuke y Kanao lo miro sorprendida al ver lo considerado que era.

- Quizás sea mejor que nazca aquí, aunque de todasformas es peligroso hacer viajes largos con un bebe – dijo Aoi masajeándose la frente ya sintiéndose un poco estresada.

- Pero al menos en ese momento habrá un mejor clima – Naho miro por la ventana para ver cómo caían los primeros copos de nieve.

- Nosotras te cuidaremos mucho – dijo Sumi sonriente.

- Nos encargaremos de todo para que descanses – Kiyo tampoco pudo ocultar su emoción y todas se sonrieron.

- Estoy embarazada, no enferma...

- Creo que es lo mejor – dijo Inosuke autoritario, zanjando el tema.

- ¿Y cuándo se casarán? – pregunto Sumi, ambos se miraron sin saber que decir.

- Creo... que eso aún tenemos que decidirlo. – respondió Aoi avergonzada.

Luego de cenar Inosuke ayudo a Aoi con las tareas que le quedaban, de alguna manera quería compensar todos los meses que estuvo ausente. Cuando anocheció ambos se fueron a la habitación de Aoi, ya no tenía sentido dormir separados.

- Creo que mejor dormiré en el suelo – dijo Inosuke que tenía unas expectativas muy diferentes de su reencuentro. Tomo unas mantas que había en la habitación y se acostó en el piso.

- No seas idiota no te veo hace meses – lo tomo del brazo y lo atrajo hacia ella, que ya estaba acostada.

- Pero ¿y si al moverme en la noche te lastimo? - la miro muy preocupado.

- Te despertare cada vez que te muevas... de alguna forma tenemos que acostumbrarnos – le respondió cuando se acostó frente a ella, ambos se miraron por un largo rato.

- Te siento tan extraña... – dijo de repente y con una mano muy suave toco su pancita.

- ¿Eso es malo?

- No es malo, pero aún no me acostumbro – se miraron a los ojos y él continúo dándole caricias.

- Cada vez es más grande... – ella se sentía feliz de que la consintieran y más aun después de tanto tiempo.

- Es mi hijo... ¡por supuesto que sera muy grande! - dijo emocionado, apuntándose con un pulgar.

- A veces me da miedo... no ser una buena madre para él o ella.

Somos familia || InoAoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora