1. Thor

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Alguna vez había sido alguien completamente normal.
Alguna vez había sido un niño qué reía, corría y jugaba como los demás. Horneaba galletas con su madre, iba a la escuela y practicaba basquetbol con su padre.

Ya casi olvidaba la risa de los niños con los qué solía jugar, la sonrisa que su madre le brindaba cada que lo miraba, el orgullo que su padre sentía solo por tenerlo como hijo, aquello último era una sensación que posiblemente no olvidaría tan fácilmente.
Aún recordaba cómo cruelmente fue arrancado de los brazos de su madre un día cualquiera mientras estaba en el parque. Había perdido la cuenta de los días, incluso de los años, remplazando la tristeza con confusión y luego con furia, una que su captor utilizaba como combustible para experimentar cuanto se le diera la gana.

Abrió sus ojos encontrándose con los barrotes de una jaula de metal. Miro a su costado y pudo observar su plato de comida, al menos eso y el baño lo hacían sentir "normal", sí es que podía existir la normalidad en alguien cómo él.

Tenía tan solo 7 años cuando lo raptaron y apartaron de todo lo que conocía, el mundo había cambiado en todo ese tiempo, lo sabía, lo veía por él televisor, lo escuchaba por la radio y en ocasiones lo experimentaba cuando salía de cacería.
Un hombre llamado Erik Selving lo había estado cuidando durante sus últimos 19 años de vida.
Cuidar no es la palabra que utilizaría, pero igualmente le agradecía el gesto.

La asistente de Selving se hacía llamar Jane, Thor había convivido con ella desde que eran jóvenes, buenos amigos se hacían llamar, y aunque a Thor le llamara la atención aquella joven, ambos debían admitir que jamás existiría algo por más que lo desearan.
Los instintos cruzados de Thor lo hacían un espécimen incapaz de saber que quería, como lo quería y cuando lo quería.

- Hola, Thor - saludo Jane entrando al lugar, no le hacía mucha gracia tener que alimentar a los juguetes de Erick, pero tampoco podía quejarse. - ¿Qué tal dormiste hoy?

- Bien, si es qué se le puede llamar así. - se limito a decir.

- ¿Te siguió lastimando la cola? - tomo una pluma y su libreta para empezar a anotar.

- A decir verdad, no. - se encogió de hombros - Por fin a dejado de ser un modo de tortura.

- Es un gran avance, al doctor Selving le agradaría saberlo.

- ¿Qué pasó con Darcy? - ladeo la cabeza en busca de respuestas, como un pequeño cachorro mirando algo nuevo por primera vez.

- Ella esta en otro lado.

- Selving se la llevo el mismo día que me sometieron a cirugía para el nuevo implante de la cola.
El doctor dijo que ella sería un gato. - soltó una risa - Un gato no es suficiente para las cosas que Erick necesita.

- No la he visto últimamente - sonrió - seguramente el doctor Selving la este revisando, sabes que cada uno de ustedes reacciona de una manera diferente ante los implantes.

- Ella tenía miedo.

- El miedo es una respuesta natural humana.

- ¿Te parece que somos humanos?

Jane no dijo nada, se dedico a escribir una serie de cosas. El sonido de la pluma rayando el papel lo hacía sentirse incómodo, molesto inclusive.

- La extraño. - mencionó aquello para romper el silencio inquietante.

- Lo se pequeño, pero es mejor así, es mejor para todos.

Thor sonrió con satisfacción, una de sus jugadas favoritas era usar palabras que causarán lástima o empatía para parecer un niño en el cuerpo de un adulto con extensiones extra que eran realmente innecesarias.

𝑀𝑒𝑟𝑘𝑒𝑙𝑖𝑔 𝐹𝑎𝑛𝑓𝑖𝑐 -ThorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora