FANCY (B.W)

02. FUNERALS

(2)

LA NOCHE HABÍA PASADO Y YO NO PUDE DORMIR, CADA que cerraba los ojos pasaba por mi cabeza una y otra vez lo que pasó en el callejón.
No me quería levantar ni comer sentía que no podía hacer nada.
Alfred me trajo en desayuno y me dijo algo pero era como si mis sentidos no funcionaran, era como si estuviera muerta y en cierto punto era lo que quería.

Seguia en mi habitación sin querer levantarme, solo veía el techo de mi cama sintiéndome mal. Oi que tocaron a la puerta y sin esperar a que contestará entraron, cuando gire mi cabeza lo ví, era Ed. Baje rápido de mi cama y le di un abrazo soltando después unos sollozos.

— Lo lamento tanto Rosie - dijo calmado acariciando mi cabello, me separe de el y me sentó en la cama junto a el, me analizo unos segundos y luego volvió a hablar - ¿Has podido dormir?

Yo negué como respuesta - Es horrible cerrar los ojos, puedo verlos de nuevo Ed, mamá me intento proteger y el solo los mato - mi vista se perdió por unos segundos hasta que su celular sonó interrumpiendome.

- Tengo que ir al trabajo pero volveré pronto - suspiro antes de dirigirse a la puertas - Ve con Bruce los dos necesitan de sus compañia - yo asentí como respuesta - te quiero pequeña cereza. Volveré cuando pueda ¿bien?- dijo dándome un beso en la frente para luego salir de mi habitación

Me quedé pensando, tenía razón Bruce y yo sufrimos lo mismo, vimos lo mismo y no hemos hablado desde ayer.

Me puse zapatos para salir de mi habitación, mire la puerta frente a la mía, era la habitación de Bruce. Toque varias veces pero al no recibir respuesta entre con cautela y lo ví, durmiendo, su rostro no tenía tranquilidad al contrario tenía el ceño fruncido. Me preocupe al instante, quería alejar todo lo que le estuviera haciendo mal en sus sueños.

Lo observé un poco más, de pronto mis ojos empezaron a pesar, bostece y me acosté a su lado abrazándolo.
Estando más cerca pude ver que sus mejillas tenían lágrimas secas, acaricie su mejilla y me acomode para dormir,

Hoy era un nuevo día, todos los días desde que vino Ed me había quedado con Bruce era normal en nosotros siempre estar juntos pero estás veces eran diferentes, sentía pánico de todo y si salía de la habitación en la que estábamos los dos era aterrador porque no sabía que podía pasar, no me sentía segura en mi propia casa cosa por la que ahora vivía con Bruce y Alfred.
Hace unos días me entere que mi custodia había sido entregada a Alfred, o al menos hasta que cumpliera 16.

Hoy era el funeral de nuestros padres, el detective Gordon había cumplido su promesa había encontrado al hombre que los mato pero el falleció no teniendo juicio aún así era algo que me tranquiliza a un poco pero a la vez no. A él le habían dado una salida fácil, sin dolor, sin nada que lo tormentara mientras que yo y Bruce sentíamos miedo de todo y esa noche nos perseguirá por siempre.

Fui a mi habitación para darme un baño, mientras el agua caía sobre
mi cuerpo no podía evitar el pensar en
como mi madre me pedía hacer mi cama o me mandaba esas increíbles tostadas que ella sabía hacer con una nota diciendo lo mucho que me quería, sacudí mi cabeza tratando de no llorar, apague la regadera, me envolví en mi bata para salir del baño.
Fui en dirección a mi armario, habían traído mi ropa y varias cosas mías aquí, yo no me atrevía a entrar a la mansión Collins o siquiera estar cerca de ahí.

Quería irme en pijama o incluso la opción de ni siquiera arreglarme se paso por mi mente pero mamá siempre decía que las apariencias eran todo, por más que sufriera tenía que mantener una imagen frente a la sociedad así que saque de un gancho un vestido negro arriba de la rodilla y con mangas tres cuartos, también saque unos tacones rojos de terciopelome hice una perfecta línea separando mi cabello y lo deje suelto para que se notarán mis rizos.
Baje con pesadez para tomar mi abrigo y subir al auto donde ya me esperaban Alfred y Bruce. Al subir el auto inmediatamente empezó a avanzar y tome la mano de Bruce al sentir miedo, ya me estaba cansando de sentirlo.

Estábamos en el cementerio, no había soltado la mano de Bruce en ningún
momento, sentía que cualquier persona podria aparecer y terminar de quitarme lo que me quedaba, el miedo me estaba comiendo por dentro y quería que se fuera para siempre.

Al ver como todos se estaban llendo me acerque a los ataúdes de mis padres, los observé y luego sentí una mano en mi hombro, era Ed.

— Lamento no haber venido antes pequeña

Le sonreí antes de lanzarme a abrazarlo. Sus ojos se veían algo rojos y su voz temblaba al igual que la mía. Sabía cuánto apreciaba a mis padres y sabía cuánto los quería.

—¿Ed como voy a seguir sin ellos?

- No lo se, pero lo vas a hacer. Eres fuerte y podrás olvidar esto

- No lo creo - conteste mirando aún los ataúdes - Solo se llamar a una persona - un sollozo se escapó de mi boca - Nunca espere que esto pasara.

Ed me atrajo a el y me abrazo - Nadie lo hizo pero solo puedes seguir adelante ahora y siempre estaré aquí. Cualquier cosa me llamaras a mi, estoy para ti siempre.

- Señorita Rose es hora de irnos - Dijo Alfred a lo lejos

- Gracias por venir acertijo - dije llamándolo por el apodo que le habíamos puesto con mis padres.

Camine hacia Alfred y Bruce. Tomé la mano del último ganandome una sonrisa de tristeza de su parte. Al acercarnos a la salida
pudimos notar al detective James Gordon y atrás de el a Harvey Bullock, el era otro viejo amigo de mi padre y me conoció cuendo era pequeña solo que en los últimos 2 años se alejaron por una discusión y no volvieron a hablar.

- Detective Gordon - Hable saludandolo

- Cumpliste tu promesa, gracias - siguió Bruce

- Pero no tuvo un juicio - dijo mirándonos con lastima

- No importa, gracias - dije extendiendole la mano al igual que Bruce

El la estrecho y cuando nos soltó el camino al auto

- Gracias por haber aparecido tío Harvey, al menos una última vez. - agradecí con una mini sonrisa que en seguida deshice - Lastima que no los viste con vida, solo por eso apareciste -  termine de decir con resentimiento y camine al auto.