🔹Capitulo 14

667 83 79
                                    

Sanemi Shinazugawa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sanemi Shinazugawa

La cena había terminado, muchos de los ciudadanos ya se estaban retirando, solo quedaban algunos pocos que estaban conversando o los que apenas terminaban de comer, la gran fogata que antes alumbraba la zona se había extinguido. Estire mis brazos, me levante y estire mis piernas.

—Creo que lo mejor será irnos. —hablo Shinobu, los demás asintieron, incluyéndome. 

Mire a mi lado derecho —donde estaba el chico de mirada esmeralda— incluyéndonos aun se encontraban los príncipes y los mayores del consejo, que, por alguna razón se veían algo tensos; los mire con atención parecía que discutían pero trataban de no alzar la voz innecesariamente, me pregunto cual será su tema de discusión, mi atención se desvió totalmente por la voz del príncipe Hashibira. 

—¿Me escuchaste idiota? —pregunto con fastidio, ¿Qué mierda me había dicho?

—¿Cómo carajo me llamaste? —hable del mismo modo.

—Que me pongas atención caramba, te dije que te fueras con tu grupo de una vez, los guiara Kanao para que pasen por ropa nueva.

—¿Para que o que? —pregunte con sarcasmo, él frunció el ceño y gruño. 

—No creo que quieras oler a vagabundo toda tu estadía así que hazme caso, ya lo había mencionado.

—Okey, okey... Nos vemos. 

Antes de irme me detuvo de nuevo, tomándome de un extremo de mi ropa, lo mire con intriga y arqueando una ceja, estaba esperando a que me dijera algo nuevo. 

—¿Qué? —mencione a secas.

—Que modales... Como sea, necesito que una vez que llegues a tu cabaña duermas directamente, no te desveles.

—Aja ¿Y eso...?

—Se te nota a lenguas que no eres de esas personas que duermen el tiempo necesario... Pero, si estas conmigo deberás de escucharme, y dormir lo indicado.

—Oye, si duermo, tal vez no las horas necesarias pero lo hago y es lo importante ¿No? —mencione jugando con mis palabras, algo que no le gusto mucho que digamos.

—Es lo único que te pido, te buscare temprano y no me gustaría esperar horas a que el bello durmiente decida levantarse...

—De acuerdo... Dormiré temprano ¿Contento? —rodé los ojos y suspire con resignación.  

—Mucho —me mostró una sonrisa con orgullo—,ahora largo, eso era todo. 

Asentí y finalmente me aleje, mis compañeros solo se adelantaron un poco —para que hablara con Hashibira— y me esperaron a una distancia prudente, al parecer la princesa Kanao también ya nos estaba esperando, se notaba seria y su mirada purpura parecía fija en mi. 

El Príncipe De Un Imperio PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora