ʙᴀᴅ ᴀɴɢᴇʟ (ᴍɪɴꜱᴜɴɢ)

XIX - 19

En la semana siguiente no sucedió nada relevantemente importante, así que nos la saltaremos para no meter relleno innecesario.

Volvía a ser sábado por la mañana. Fue sobre las once de aquella mañana, que el maldito despertador hizo que Jisung abriera con lentitud uno de sus ojos lentamente, despertando así mientras trataba de situarse en dónde se encontraba.

Para la sorpresa de absolutamente nadie a estas alturas, Jisung estaba durmiendo en la cama de Minho, dándole a este la espalda ya que estaba de cara a la pared. Pero no os creáis que no estaban acurrucados, no, Minho estaba abrazando su cintura por detrás a la vez que tenía su cuerpo pegado al del castaño.

Jisung rodó sobre la cama hasta quedar boca arriba sobre esta y se rascó los ojos para deshacerse del sueño de estos. De pronto notó como una mano jugaba con los mechones rebeldes de su cabello castaño y se dejó mimar por esta acción.

"Buenos días amor..." Susurró suavemente el de cabello azabache mientras seguía acariciándolo.

Y sí, Minho estaba de buen humor pese a acabar de despertarse. Os digo que la razón tiene nombre y apellido; Han Jisung.

El menor sonrió y se volvió a girar hasta quedar con la cabeza apoyada en el pecho ajeno, ya que Minho se había recostado boca arriba en la cama.

Estuvieron así recostados unos minutos, Han podría haberse vuelto a quedar dormido entre las caricias y la agradable almohada humana que estaba utilizando, pero Minho no le dejó volverse a dormir, dejando un beso sobre su frente antes de separarse y levantarse finalmente.

Jisung le miró desde la cama aún adormilado, no tenía ganas de levantarse todavía. Sí, Jisung el mismo que se levantaba antes a las ocho de la mañana los sábados para ponerse a estudiar, cosa que por cierto no estaba haciendo con tanta frecuencia ya que se pasaba casi las veinticuatro horas con el mayor.

Estuvo a punto de darse la vuelta y volver a girarse hacia la pared para volver a dormirse, cuando Minho le rodeó la cintura con los brazos y le sacó de la cama mientras este hacía pucheros y se quejaba al respecto de manera tierna.

Cuando por fin estuvo de pie siendo sostenido por los brazos del mayor, se quedó bobamente mirando las estrellas en los ojos castaños que hacían contraste con el cabello azabache del chico frente a él.

Minho dejó un beso en su mejilla y le sonrió "¿Que acaso te has olvidado de que es lo que vamos a hacer hoy, amor?"

"No, no me olvidaría de algo así." Envolvió sus brazos alrededor del cuello del pelinegro "¿Realmente fuiste a pedirle consejo a Hyunjin?" Río divertido de molestar al mayor.

"No seas malvado, Hannie. Te castigaría pero entonces llegaríamos tarde a lo que tengo planeado."

"Hmmm puede ser un castigo cortito..." Susurró mientras juntaba sus labios en besos cortos.

"Hannie Hannie eres realmente una tentación andante..." Besó los labios ajenos en una mezcla de ternura y deseo "Más luego sigues arrepintiéndote de todo lo que hacemos, y eso no es precisamente conveniente para hoy." Jisung hizo un puchero a modo de queja "Vete a duchar, yo elegiré tu ropa mientras tanto." Se separó de sus brazos dejando un último beso.

"¿Voy a llevar tu ropa de nuevo?" Preguntó antes de entrar al baño a ducharse.

"Sí. ¡Ahora date prisa que quiero llegar pronto!"

Jisung obedeció y desapareció en el cuarto de baño para darse una ducha rápida.

Mientras tanto, Minho se fue a abrir tengo su armario como el de Jisung para elegir la ropa que ambos llevarían a su cita.