XIV - 14

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Se sentó todo lo tranquilamente que pudo en su sitio. Acababa de volver de pasar en recreo en la biblioteca y se cogía el cuello porque le había picado un mosquito molesto.

Ya... Esa mentira no se le creía ni un estúpido.

El chico que se sentaba en el pupitre contiguo al suyo se rió al ver al menor tapándose el cuello con la mano. Jisung lo fulminó con la mirada y trató de prepararse para la clase.

Gracias a Dios, el profesor llegó en ese momento y el castaño pudo limitarse a sostener su mano cubriendo su cuello mientras apoyaba el codo en el escritorio.

Igualmente estaba hecho un desastre y realmente agradeció que las personas lo ignorasen y de ser tan poco popular en esos momentos. Porque si llamaba la atención y alguien se fijaba en él sería su final.

Tenía el pelo revuelto, la camisa arrugada y aún conservaba algo de color en sus mejillas junto con el calor que no había abandonado su cuerpo por completo.

A ver, había estado siendo masturbado y masturbando a alguien apenas hacía diez minutos... Necesitaba unos segundos para recobrar la compostura. Daba gracias a no haberse puesto corbata, o sinó hubiera sido incapaz de atarla con el temblor de sus manos.

Estuvo en esa postura casi toda la clase, pese a que su mano comenzaba a cansarse prefería eso a que los demás alumnos vieran la marca violeta que se extendía por su cuello.

Pero que creéis... ¿Que Minho le va a dejar en paz a estas alturas?

No.

Cuando Jisung estaba levantando la otra mano para contestar una de las preguntas del profesor, Lee tomó la oportunidad y le quitó la mano que usaba para sostenerse de un manotazo, haciéndolo caer contra la mesa en confusión puesto que se estaba sosteniendo con esa mano.

Oh y se aseguró bien de que no volviera a subir su mano a su cuello para taparse. Entrelazó sus dedos con la mano del menor bajo la mesa, con fuerza para que este fuera incapaz de cubrirse sin que resultara increíblemente obvio. Daba gracias de estar en última fila y de que nadie pudiera ver sus manos.

Pero obviamente el ruido de la cabeza de Jisung cayendo contra la mesa había atraído las miradas del resto de alumnos de la clase. Pese a que este hubiera levantado la cara de la mesa rápidamente, ya tenía todas las miradas en él. Además aunque quería soltar su mano del agarre de la de Minho, no lo conseguía porque este era más fuerte que él.

"¿Señorito Han... Quiere contestar a la pregunta?" Preguntó el profesor.

Se quedó en puto blanco.

Ni un pensamiento corría por su mente.

Toda la clase pasaba sus ojos por él atentamente, juzgado su aspecto de mil maneras distintas.

Podían ver desde su despeinado y sudoroso cabello hasta su camisa arrugada hasta la marca violeta en su cuello.

Notó como el moreno le daba un golpe en la pierna como diciendo '¡Contesta idiota!'

"N-no señor..." Tartamudeó a muerte. Los colores de sus mejillas se volvieron incluso más color carmín que antes.

"¡Han amigo! ¿Que tienes en el cuello?" Preguntó un chico con el que no había hablado en su vida con una sonrisa de querer burlarse obviamente de él.

Estaba entrando en absoluto pánico, y en uno completamente distinto a cuando estaba con Minho.

Hablando del susodicho, este comenzó a sentirse un poco mal por avergonzar tanto al menor. Pensaba que sería algo gracioso de lo que todos reirían, no que comenzaran a cuchichear y a burlarse de Han sin pudor alguno.

ʙᴀᴅ ᴀɴɢᴇʟ (ᴍɪɴꜱᴜɴɢ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora