Estaré ahí para ti... Por siempre. [kookmin]

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Narrador omnisciente

Sus cuerpos se pegaban buscando más contacto, mientras ambos movían sus bocas tratando de tomar el control, en una pelea de saliva que terminó ganando el menor.

Mientras caminaban en dirección a la cama, el calor subía cada vez más, por lo tanto, con algo de desesperación, fueron poco a poco quitando sus ropas entre sí.

Al llegar al cómodo colchón, entre besos y toques, Jungkook terminó sentado en el borde de este, con el mayor sobre su regazo.

Se separaron por un momento para recuperar el aire perdido en el intenso beso, quedando hipnotizados con la mirada brillante del otro y terminando por sonreír se volviendo a juntar sus labios.

Antes de poder reaccionar, Jeon ya se encontraba cambiando las posiciones, quedando entre las piernas de Jimin. Ambos seguían con los pantalones puestos, los cuales empezaban a estorbar, por lo tanto el menor con amor y pasión comenzó a bajar sus besos por el cuello del rubio escuchando sus leves jadeos, fue bajando sus manos al botón del jean para desabrochar lo y seguidamente bajarlos con cuidado.

Al terminar su acción prosiguió con los suyos, quedando ambos en boxers.

Las manos de Jimin se dedicaban a acariciar el cabello castaño y la espalda de Kook, simplemente dejándose llevar por las sensaciones que el menor le brindaba. Claro, que siendo totalmente virgen no pudo evitar soltar un delicado gemido cuando sintió como el mayor simulaba embestidas, y es que nunca sintió algo parecido, puesto que... Tenía que admitirlo, no sabía usar un juguete sexual o sus dedos o simplemente nunca había intentado penetrar se, sin embargo sabía por alguna razón que le gusta recibir o al menos le parece que quiere sentir las sensaciones que Tae sin intención terminó contándole cuando perdió su virginidad, por lo tanto para el estaba bien ser el de abajo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por los suaves labios del castaño, quién se dedicaba a tratar como porcelana a su lindo novio, pasando sus manos por su cuerpo con delicadeza, tratando de hacerlo sentir bien, seguro, amado.
Él por su parte, sabía qué hacer, claro que no iban a tener su primera vez y terminar lastimando a Jimin.

— Eres hermoso — pronunció con la voz ronca al apreciar el delgado pero tonificado cuerpo del rubio — Realmente siento que no te merezco, que mereces mucho más... —

— Kookie, deja de lamentar lo que pasó ¿Si? Ya está en el pasado, sé que me amas como yo te amo, así que déjalo — le sonrió y acarició su mejilla para luego besar brevemente sus labios — Ahora quiero que me quites este tremendo calor que causas te — habló con una mirada coqueta y pasando su mano por el abdomen del menor.

— Como ordene su majestad — sonrió tiernamente y lo besó de igual forma.

El se lo prometió, su primera vez sería especial.

Con ese pensamiento en mente, bajo a besar su cuello dejando algunas marcas rojizas en este y seguidamente besó uno de sus pezones, escuchando los leves gemidos de Park. Beso cada parte de su abdomen hasta llegar a los boxers y comenzar a quitarlos con cuidado, al tirarlos en alguna parte de la habitación, se detuvo a observar el cuerpo esculpido por los mismísimos dioses de su amado. Es tan perfecto.

Jimin, al no querer ser el único sin nada que lo cubriera, tomo la nuca del castaño y lo beso tan apasionadamente que logró aturdir al más alto, logrando empujarlo con cuidado y terminando sobre su miembro ya muy despierto.

Sonriendo en medio del beso, pasó sus manos por el pecho y abdomen de Jungkook hasta llegar a su boxer y comenzar a bajarlo.

Ya ambos al estar completamente desnudos y en las posiciones anteriores, se dedicaron a besarse con tantas emociones mezcladas que terminaron perdiéndose en los labios del otro, eso hasta que Jimin sintió como una mano rodeaba su miembro y comenzaba a acariciarlo, haciendo que rompiera el beso y soltara un gemido. El menor sonrió entretenido para luego estirarse y abrir uno de los cajones de la mesita de noche, sacando un lubricante y un condón.