Unos años después...El nerviosismo recorría el cuerpo del castaño con rapidez.
Sus manos sudaban y su cuerpo estaba totalmente ansioso.
Lo haría. Por fin lo haría.
Escuchó las llaves del otro lado de la puerta.
Definitivamente estaba nervioso de que su novio cruzará por esa puerta y se encontrará con lo que hizo.Ya hace tres años que había conocido al ángel del que se enamoró perdidamente.
Y hace un año se había mudado junto a este a un departamento decente para compartir su propio espacio sin incomodidad de otros.Ahora, con los nervios al 100% se encontraba con una camisa negra arremangada y con los primeros dos botones desabrochados, un pantalón del mismo color y unos zapatos igualmente negros, su cabello peinado hacia atrás y entre sus manos una rosa roja.
Había preparado el departamento tan cliché cómo a ambos les gustaba. Cuando el chico más bajo entrara por la puerta de encontraría con un camino de pétalos que lo guiaría hacia el balcón, ahí vería una cómoda mesa decorada con vino, velas y algunas rosas.
¿Ya se mencionó que estaba totalmente nervioso?Y esa sensación aumentó cuando escuchó la puerta del departamento abrirse, aunque luego solo hubo silencio unos instantes.
— ¿Amor...? — escuchó la voz angelical de su hermoso novio en un tono de emoción y confusión mezclados. Inhaló profundamente esperando ver a su pareja cruzar la puerta que llevaba al balcón.
Cuando lo hizo, vió como el rubio se quedaba paralizado admirando la linda cena, por lo que con cuidado se acercó y rodeo la cintura de este por la espalda, sintiendo un pequeño brinco por parte de Park.
— Dios, Jungkook... Esto es hermoso — habló sin poder quitar la mirada del escenario frente a sus ojos.
— Lo hice para ti, mi vida — murmuró en su oído — ¿Nos sentamos a comer? — el contrario solo logró asentir.
Cuando estuvieron sentados, Jimin no paraba de admirar todo a su alrededor, encantado y quedando aún más enamorado de quién tenía al frente.
— ¿Te gusta? — cuestionó el menor mirando esos ojos brillosos y emocionados.
— Sería un tonto si no me gustara — pronunció sonriendo, haciendo reír al castaño — Pero... ¿Por qué lo hiciste? — preguntó.
— Bueno... — Jeon aclaró su garganta y pasó su mano por sobre la mesa para tomar la del más bajo — Yo... Te quería decir que desde que te conocí sentí una atracción hacia ti que nunca había tenido con otra persona. Una conexión que creo no solo logré sentir yo... — el mayor sonrió sabiendo lo que se venía — Jimin, soy muy torpe y he cometido bastantes errores a lo largo de mi vida y en lo que llevamos juntos. Pero quiero decirte que cada día al despertar y verte dormir tan tranquilo me hace sentir ser la persona más feliz y completa del mundo. En estos tres años junto a ti, aprendí tantas cosas que no logro enumerarlas. Eres el hombre al que le regalé muchas de mis primeras veces en varias cosas, el chico que me ayudó a tener más confianza en mi mismo, la persona que simplemente está ahí para mí. — Jungkook se levantó de su asiento y caminó hasta estar al lado del contrario, quien lo miraba con ojos cristalizados — Y hoy... Con los nervios a flor de piel, te pido que me dejes prometer que... — tragó saliva intentando calmar su voz temblorosa — Estaré ahí para ti... Por siempre —
Jimin derramó algunas lágrimas y sonrió lleno de ternura ante la imagen frente a él.
— Por eso, Park Jimin, te pido con el corazón en la mano... ¿Quieres casarte conmigo? — culminó sacando una cajita circular de color negro y la abrió mostrando un hermoso anillo de compromiso con una pequeña piedrita morada.
Jimin miró el anillo y sonrió en grande antes de lanzarse a abrazar al chico y besar sus labios con mucha alegría.— ¿Eso es un 'si'? — preguntó el castaño con una sonrisita.
— Es un. Definitivamente, Jeon Jungkook —
FIN.
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Estaré ahí para ti... Por siempre. [kookmin]
FanficJeon Jungkook, un chico de 18 años, se traslada a Seúl junto con su hermano mayor para estudiar lo que le apasiona. Park Jimin, dos años mayor, comparte casa con sus mejores amigos, Taehyung y Yoongi, vive en Seúl desde sus primeros años de adulto...