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Estaban ansiosos.

El viajar juntos fue una experiencia inolvidable, pero ahora, después de tanto tiempo volverían a su ciudad natal, con un pensamiento quizás un poco distinto y con un objetivo en mente.

La idea era ir cada uno a sus casas, pasar un tiempo con sus familias y luego encontrarse en un lugar establecido para ir juntos a la casa de Jimin, presentarse y quizás pedir un sabio concejo de padres con respecto a cómo decirle a los padres de Jungkook sobre su relación.

Y así fue.

— Cuídate, por favor — dijo el menor besando la frente del rubio cuando el taxi estacionó frente a la casa de este.

— Lo haré, bebé — sonrió — tu también, ¿Si? Llámame cuando estés listo para vernos —

— De acuerdo — dió un pequeño pico y vio como el mayor salía del auto y tocaba la puerta de la linda casa de color blanco.

— Ya puede arrancar — le avisó al conductor.

[...]

— ¡Oh por Dios! ¡Pero si es mi pequeño bebé! — exclamó con emoción una señora con cabello castaño al abrir la puerta — ¡Amor, ven aquí, Jungkookie llegó! — entonces estrechó al más alto entre sus brazos dándole un abrazo que fue correspondido con amor.

— Hola, mamá — sonrió cerrando sus ojos. Extrañaba a sus padres.

— ¿Que has comido, niño? Ya casi eres más alto que yo — apareció su padre con una sonrisa y los brazos extendidos — tu hermano si que tenía razón cuando me dijo que habías cambiado — Jungkook abrazó a su padre después de separarse de su madre.

— Bueno, ejercitarme se volvió un pasatiempo — bromeo recibiendo unas palmadas en la espalda.

— Me alegra que estés aquí —

[...]

— ¡Pero si es mi hermoso ser de luz! — exclamó una señora al abrir la puerta.

— ¡Mamá! — exclamó devuelta el rubio abrazando a su madre fuertemente.

— ¿Acabo de escuchar la voz de mi hijo? — cuestionó un hombre mayor acercándose a la escena.

— ¡Hola, papá! — está vez abrazó al mayor.

[...]

— Me alegra que ya estés aquí, cariño — comentó su madre luego de pasar hacia la sala.

— A mi también me alegra estar aquí, los extrañaba demasiado —

— Ah, pero no lo demuestras. A penas y nos llegaste a llamar — se quejó el señor Park.

— Perdón por eso... Estuve ocupado este tiempo... —

— ¿Tan ocupado como para no decirle a tus padres que estabas vivo? —

— Perdón~ —

— Ya, está bien — suspiró su madre — ¿Alguna noticia nueva? — cuestionó curiosa.

— De hecho... Si. — sonrió tímidamente llamando la atención de sus progenitores.

— Oh, no. ¿Ya le robaron el corazón a mi bebé? — este rió avergonzado, mientras evitaba mirar a sus padres.

— Si... —

— ¡Dios mío! ¿Cómo se llama? —

— ¿Cómo lo conociste? —

— ¿Que edad tiene? —

— ¿De dónde es? —

— ¡Ya! — grito desesperado el menor — Les diré todo lo que quieran, pero no me presionen así — se quejó con un puchero.

Estaré ahí para ti... Por siempre. [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora