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Narrador omnisciente.

Cada día que pasa era realmente un suceso para recordar con felicidad.

Los días de la pareja se basaban en turismo de la mañana hasta que terminaban en algún lugar totalmente solos apreciando el atardecer, comían casi siempre en algún lugar externo al hotel. Cada que salían era inevitable darse un poco de afecto en público, pero claro, ellos no le tomaban importancia alguna a las miradas que recibían. Sus días terminaban cuando después de ver alguna película, hablar de cosas triviales o reír de alguna anécdota, comenzaban con besos inocentes y acababan en una noche llena de placer y amor, quedando totalmente dormidos después de simplemente mirarse por largos minutos el uno al otro como si tuvieran a la obra de arte más hermosa al frente suyo.

Su último día en Tokyo se presentó, ambos sin darse cuenta que ya había pasado una semana de sus pequeñas vacaciones.

- Kookie~ - pronuncio entre dormido el mayor sintiendo unos besos en su clavícula y hombro, hasta que esos suaves labios terminaron sobre los esponjosos del recién despierto.

- Hay que prepararnos para el aereopuerto, bebé dormilón - susurró cerca de su rostro apreciando lo angelical que se veía Park al despertar.

- Mmg - se quejó y abrió levemente los ojos, cuando se adaptó a la luz, pudo percatarse de que su novio seguía a centímetros de él, por lo que le dio una pequeña sonrisa antes de levantar sus labios indicando que quería un besito.

Jungkook sin pensarlo, se lo dio. Fue un simple roce de labios, sin dobles intenciones o algún tipo de sonido obsceno, simplemente un contacto breve que los hizo sonreír a ambos como bobos enamorados y que sin duda los hizo darse cuenta nuevamente que no podían estar más enamorados del otro.

Después de unos minutos fueron a la ducha y se bañaron entre besos, luego de salir se colocaron sus vestimentas y sin más tomaron las maletas ya hechas la noche anterior y al llegar a la recepción se encontraron con los demás.

En el vuelo de vuelta a Seúl se mantuvieron comiendo y mimando se más.

[...]

Al bajar del avión se encontraron nada más y nada menos que con sus amigos, quienes formaron un escándalo al verlos. Una semana sin la pareja se sintió como un mes.

Después de los saludos entre todos, se dirigieron a la casa de Jimin, dónde se la pasaron el día entero, entre bromas, charlas tirviales, coqueteos descarados, beber, beber, y... Beber.

Ahora, ya la mayoría se había ido, solo quedaban los dueños de la casa y sus respectivas parejas.

Taehyung y Hoseok no tardaron en subir a la habitación del menor. Jimin y Jungkook por su parte, estaban compartiendo una seción de besos hambrientos, que continuó con el mayor subiendo al regazo de Jeon y este pasando sus manos por debajo de la camisa del rubio, acariciando su piel.

De un momento a otro, Jimin comenzó a desabrochar el pantalón del castaño, seguidamente metiendo su mano y acariciando su entrepierna por sobre el boxer, cuando por fin comenzó a masturbar lo, el menor soltó un jadeo, separándose del beso. Sus ojos seguían cerrados, solo disfrutaba de la mano en su entrepierna, moviéndose para causarle placer, en un momento sintió como el rubio bajaba de sus piernas y se arrodillaba frente a él. Con su ayuda bajó el pantalón junto con los boxer y sin esperar algo se metió su miembro a la boca.

Jungkook se había dado cuenta los últimos días que al mayor le gustaba hacer eso y él no tenía ningún problema en que lo hiciera, sin embargo, gracias a los vídeos que había visto para tener un poco de conocimiento al tener su primera vez con el contrario, en todos solo el chico pasivo hacia eso, cosa que le pareció injusta.

Había visto como Jimin parecía disfrutarlo, y la verdad es que era una muy excitante vista, pero quería darle el mismo placer. Por lo que, con ese pensamiento en su cabeza, tomo a Jimin de los hombros y lo separó de su miembro. Este lo miro confundido ante la acción.

— ¿Que pasa? — dijo cuando el menor lo hizo levantarse y sentarse en su regazo — ¿No te gustó? — preguntó con un toque de tristeza en su voz ronca.

— ¿Qué? Claro que me gusta, bebé —

— ¿Entonces? —

— Es solo que... Quiero que sientas el mismo placer, cariño — dijo acercándose a su cuello y comenzando a repartir pequeños besos tiernos.

— Oh Kookie, es placentero el ver cómo te doy placer — contesto sonriendo.

— Pues tú no eres el único que puede hacer eso — susurró en su oído antes de morder el lóbulo de este, acto que prendió al mayor en menos de lo esperado.

Kook con sus pies terminó de quitar sus pantalones antes de voltear los en el sillón. Comenzó besando y mordiendo el cuello de Jimin, seguidamente subió su camiseta hasta dejarla en el suelo de la sala y siguió bajando hasta los pezones del chico, jugó un poco con ellos y escuchó los pecheños gemidos de Park, quién intentaba hacer el menor ruido. Claro que eso fue en vano cuando de pronto sintió la boca de Jungkook succionar su miembro y sin poder evitarlo soltó un agudo gemido que debió escucharse en toda la casa. El menor sacó su miembro de su boca para sonreírle coqueto.

— Trata de ser más silencioso, bebé. Recuerda que no estamos solos — le susurró antes de seguir con sus acciones.

— C-como quieres... Ah~, q-que no haga r-rui- ¡Oh, Jungkook! — exclamó en un gemido al sentir que el contrario comenzaba a meter sus dedos en su entrada — maldición, Kookie, y así quieres que no haga ruido — se quejó en jadeos murmurados.

— Creo que tenemos que ir a tu habitacion — avisó en un jadeo el castaño, Jimin asintió y luego sintió como Jeon lo cargaba y caminaba por las escaleras, al llegar a su habitación, lo dejó en la cama y se quitó su camiseta, la única prenda que quedaba en su cuerpo — Voy hacerte sentir mucho placer está noche, cariño — le susurró para volver a bajar.

Jimin pensaba que volvería a chupar su miembro, sin embargo, cuando fue volteado sin aviso y recibió una nalgada, no pudo evitar soltar un gemido de sorpresa. La cual aumentó al igual que el placer cuando sintió algo cálido y húmedo en su entrada, le costaba tanto no hacer ruido, aunque claro, con la leguenga del menor preparándolo, no recordaba ni la mínima presencia de sus amigos.

Cuando por fin el menor unió sus cuerpos, el placer lo nublo, no había más nadie en su cabeza que no sea Jungkook, no existía más nadie que ellos dos en esos momentos.

Aún cuando estaban teniendo una ronda de sexo descontrolado y hambriento, el amor que se sentía era único. No solo estaba el placer, sino también el cariño.

[...]

Abrazados en la cómoda cama, se encontraban en silencio dos chicos enamorados. Viéndose entre sí con unas pequeñas sonrisas, como si nada más existieran ellos dos. Encerrados en su nube de amor.

Eso hasta que unos golpes en la puerta hicieron que volteen a esta desconcertados.

— ¡Oigan, hormonales, dejaron sus zapatos y pantalones en la sala! —

____________

Hola :D

Sé que llevo sin actualizar desde hace meses pero es porque estoy un poco ocupada ya que comencé clases.
A parte, estoy escribiendo nuevas historias que probablemente suba en un futuro.

Espero les guste el cap.

📌No sé si ya lo dije, pero desde ahora los capítulos serán narrados en tercera persona, aunque seguramente habrán algunos en primera persona, pero de ahora en adelante serán narrados así 📌

Sin más, nos vemos en la próxima actualización ^^









Corregido.

Estaré ahí para ti... Por siempre. [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora