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Luego de probar el 69 intentando hacer el menor ruido posible, y de comer las deliciosas galletas preparadas por la señora Park, Jungkook se dió cuenta que era el momento de volver a su casa junto con su pareja y presentarla a sus padre como tal.

Así que se despidió junto a Jimin de los padres de este y los mismos le desearon la mayor suerte posible, afirmando que no pasaría nada malo.

Por lo que ahora caminaban hacia la casa con las manos entrelazadas.

— ¿Crees que esté bien si se los digo en la cena? No quiero que ninguno se atragante con la noticia — preguntó preocupado el menor haciendo reír levemente al contrario.

— Entonces que sea cuando nos sentemos a cenar antes de comenzar a comer, Kook —

— Bien... —

— Tranquilo ¿Okey? — el menor suspiró.

— Tengo miedo — murmuró.

— Lo sé, pero tranquilo ¿Si? Yo estaré a tu lado cuando lo hagas — dijo mientras se detenía y tomaba el rostro del más alto para que esté lo mirara a los ojos.

— ¿No me dejarás? — preguntó con sus ojos brillosos en miedo.

— Estaré ahí por y para tí —

— ¿Lo prometes? —

— Por siempre —

Ambos se sonrieron con los ojos brillosos.

Por siempre.

Esa simple frase hizo a ambos corazones latir con rapidez. Una hermosa sensación de tener un acompañante por mucho tiempo invadió sus cuerpos.
Felicidad.
No sé podía expresar de otra manera. Se sentía como si desde hace años estuvieran juntos, como si ya hubieran hecho esa promesa desde antes.

— Por siempre es mucho tiempo — concretó el menor con una sonrisita — ¿Crees soportarme tanto tiempo? —

— Te soportaría mil y un vidas más, Jeon Jungkook — dijo con seguridad devolviéndole la sonrisa — Te volviste tan especial e importante en mi vida, que no quiero separarme de ti nunca más —

— Por Dios, Jimin, yo quiero proponerte matrimonio en su debido tiempo — bromeo logrando que el mencionado le diera un pequeño golpe en el brazo.

— Yo todo romántico y tú arruinando el momento, eres un idiota — formó un puchero bajando su cabeza.

— Hey, no te pongas así — dijo tomando la barbilla del contrario para que levantara la mirada. — Eres mi vida, Park Jimin. Lograste tantas cosas en mi que te volviste lo más importante de mis pensamientos. Deseo con toda mi alma cuidarte y protegerte está y las siguientes vidas si es que reencarnamos — confesó mirándolo directo a los ojos. — Y... Sé que somos demasiado jóvenes para prometer todo esto, pero en serio creo que eres el amor de mi vida — terminó con una sonrisa sus palabras.

— Te amo... —

— También te amo, bebé —

[...]

Llegando a la casa del castaño este inhaló profundo y entró soltando la mano de su novio.

— ¡Hola, volví! — exclamó para luego oír los pasos de unos tacones saliendo de la cocina.

— Jungkookie... ¡Oh, pero si traes compañía! — habló su madre acercándose con una sonrisa.

— Buenas noches, señora Jeon. Es un gusto conocerla, espero que no haya ningún problema con mi presencia aquí — dijo Jimin haciendo una reverencia hacia la mayor.

Estaré ahí para ti... Por siempre. [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora