Celos

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Makoto salió presuroso rumbo a su trabajo sintiéndose sumamente culpable por dejar a Haruka sólo, pero no podía hacer más nada, tenía que seguir cumpliendo con sus responsabilidades, Cuando llegó al departamento de bomberos un muy preocupado Kisumi lo esperaba.
―Makoto, llegas tarde, además el jefe te está esperando en su oficina, me dijo que en cuanto te viera, te mandara hacia allá― le indicó al verlo ― Estoy preocupado Makoto ― continuo diciéndole en voz más baja, ―Tranquilo Kisumi ― lo tranquilizo tocándole el hombro, agradecía tenerlo como amigo y compañero de trabajo, siempre podía contar con él en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia, así había sido desde que estudiaban juntos en la universidad. Kisumi asintió y vio como Makoto se alejaba caminando por el pasillo.

Makoto entró a la oficina donde lo esperaba su jefe, un hombre de mediana edad, alto, ojos negros y de cabello castaño pero adornado por algunas canas, era un hombre bastante justo y por ello un buen jefe, pero no había algo que lo hiciera enfadar más que la impuntualidad.

―Buenos días, Sr. Motomiya ― saludó el castaño con amabilidad,
―Tachibana, ¿qué horas son estas de llegar?― ante este poco amable saludo Makoto no hizo más que mirar el suelo, no iba ni siquiera a inventar una excusa ― No volverá a pasar― le dijo sinceramente.
―Está bien Tachibana, siéntate― le indicó, tornando nuevamente a su personalidad amable, Makoto, hizo lo que pedía y espero a que continuara, se estaba empezando a inquietar.
―Tachibana, ayer dejaste tu trabajo a medias quisiera saber porque.
Makoto recordó la conversación que había tenido con Kisumi por teléfono, así que dio la misma excusa que su amigo había dado.― Me sentí enfermo, y por eso me fui antes, dijo con fingida tranquilidad.
su jefe asintió creyéndole ― Hubo un problema ayer en el acuario... esta revelación hizo que el corazón de Makoto latiera con fuerza, sabía perfectamente hacia donde se dirigía la conversación pero antes de que pudiese confirmar sus sospechas ambos fueron interrumpidos por un hombre rubio y de ojos grises que irrumpió violentamente en la oficina.
―USTEDES ME ROBARON, ME ROBARON,― vociferaba, mientras otro hombre más pequeño y de cabello rojizo, trataba inútilmente de detenerlo.
―Lo siento jefe― no pude impedir que pasara― le dijo este con el poco aliento que tenía. Makoto veía la escena con miedo, ese hombre era el que había tenido encerrado a Haruka, rápidamente el miedo fue reemplazado por un creciente enfado, era el hombre que le había hecho daño a Haruka.
Su jefe en cambio veía la escena sin perturbarse demasiado, y le hizo señas a su asistente de que lo soltara y se retirara ―Ya le dije que si creía que nosotros le habíamos robamos algo, fuese al departamento de policía― lo encaró con frialdad.
―Como si pudiera hacerlo― replicó el rubio "como voy a decir que me robaron una sirena" pensó con amargura.
―Entonces yo no puedo hacer nada por usted, le replicó Motomiya.

El hombre antes de responder se fijó en Makoto que lo miraba fijamente, el odio se reflejaba en su mirada,
―Más le vale que se largue de aquí― le dijo el castaño mientras se levantaba, el hombre lo miró enfadado, ―Me voy cuando me devuelvan lo que me robaron.
―¿Y exactamente qué fue lo que perdió? ― pregunto el Sr Motomiya interrumpiéndolos a ambos, y a su vez dirigiéndole una mirada a Makoto, con la que le pedía que se calmase, el hombre se puso algo nervioso ya que era algo que no podía decir abiertamente
― Seguro es algo, que no tenía derecho a tomar― dijo Makoto sin pensar, ante esas palabras el hombre volvió a centrar su atención en él, ― Anoche no te vi cuando me reuní con todos los bomberos ― Le recriminó con suspicacia― Makoto trató de contestar pero en cambio comenzó a balbucear algo ininteligible
― Tachibana se encontraba enfermo ― respondió su jefe por él ― Ni siquiera se presentó al acuario, tuvo el presentimiento de que dada la situación en la que estaba debía mentir por él ― Y ya le dije que si quiere reportar un robo diríjase a la policía, aunque le aclaró que mis muchachos serían incapaces de robar algo ― le aclaro con tono orgulloso. Ya que veía que no podía conseguir nada el hombre optó por retirarse no sin antes dirigirles una mirada de desprecio. Tanto Makoto como el Sr Motomiya lo observaron mientras se retiraba, evidentemente frustrado al no lograr nada.
― Bueno, te llamaba por eso Tachibana, el señor que acaba de irse se llama Kirishima, y es el dueño del acuario, él insiste en que algo le fue robado, aunque se niega a decirnos que exactamente, ayer formo un gran alboroto y señaló a todos los bomberos que se encontraban ahí como ladrones, también nos culpó por causar varios destrozos, aunque claro esto último son gajes del oficio ― le dijo con un movimiento en la mano para restarle importancia ― Por eso quería saber porque te habías ido. Makoto no hizo nada más que mirarlo, ciertamente era sospechoso que el fuese el único que se hubiese ausentado, hasta su jefe había tenido que mentir por él.
― Como fue por enfermedad no le daré importancia, le indicó su superior, ― pero sería bueno que para la próxima vez que suceda, lo notifiques ―Makoto asintió ― Sí señor, no volverá a ocurrir ― Puedes retirarte entonces― finalizó.

Makoto salió de la oficina siendo atentamente observado por su jefe, su comportamiento le hizo creer que ocultaba algo pero no le daría mayor importancia, después de todo Kirishima ni siquiera era capaz de decir que era lo que le habían robado, era mejor creer que no eran más que falsas acusaciones.
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El resto del día había pasado sin mayores inconvenientes y Makoto y Kisumi caminaban hacia el apartamento del primero. Kisumi había sentido mucha curiosidad cuando el castaño le mencionó que el tritón hablaba, así que quiso escucharlo por él mismo, ya le había comentado a Makoto todo lo que había pasado cuando el regreso al acuario. Kirishima primero formó un gran alboroto por los destrozos y luego al revisar el lugar empezó a decir que le habían robado "algo", y aunque no decía lo que era, los había reunido a todos afuera.
―Ese hombre está loco, no puede reclamar a Haruka como suyo ― afirmaba Makoto vehemente siendo secundado por Kisumi. Ambos siguieron caminando en silencio hasta que llegaron al edificio.

― Ya llegué ― fueron las palabras con las que Makoto entró a la sala, esa era una frase que nunca había usado en todo el tiempo que llevaba viviendo en el departamento; vivía solo y nunca había sido esperado por nadie hasta ese día. Ambos chicos dejaron su bolso en los muebles y se dirigieron al baño.

― ¿Cómo estas Haru? ― saludó con alegría, Haruka había pasado prácticamente todo el día esperando por su llegada, pero le molestaba un poco que Makoto viniese en compañía de Kisumi así que no les respondió y sólo se limitó a girar la cabeza hacia un lado, ignorándolos a ambos. Makoto lo observo con atención sintiendo una punzada de culpabilidad, pensaba que Haru estaba molesto por dejarlo tanto tiempo a solas, pero lo que no se imaginaba era que Haruka estaba acostumbrado a eso ya que pasaba mucho tiempo en la soledad del mar, así que no podía deducir que lo que Haruka sentía eran sólo celos.
― A ver, a ver, ¿no y que hablaba?― Preguntó Kisumi, acercándose a la bañera, Makoto no le respondió, en ese momento solo tenía ojos para Haruka ― Vamos "sirenita"― dime algo, le motivó Kisumi con un tono algo burlón. Ante esas palabras Haruka lo miró enfadado y propinó un coletazo al agua que provoco que ambos que ambos quedaron completamente empapados (Kisumi aún más). Ambos quedaron estupefactos por un segundo, pero luego Kisumi se echó a reír

― Vaya, que carácter ― soltó entre carcajada y carcajada, pero por precaución optó por alejarse de la tina. Haruka en cambió ni se inmuto y siguió ignorándolos. Makoto le acercó una toalla a Kisumi para que se secara ― ¿Estás seguro de que habla? ¿o lo imaginaste?, preguntó mientras se secaba el cabello, ― ¿cómo lo voy a imaginar, Kisumi?, le replicó este ― Tal vez es que no le agradas TÚ― continuó medio en broma, medio en serio. Ante ese comentario Kisumi se limitó a encogerse de hombros, mientras devolvía la toalla ― Creo que es mejor que me vaya, ya se me hace tarde ― Makoto asintió y lo acompañó hasta la puerta. Haruka había estado atentó a todo lo que decían, le inquietaba esa atmósfera de familiaridad que había entre ambos.

Cuando Makoto entró nuevamente al baño, Haruka volvió a voltear su rostro hacia la pared para seguir ignorándolo, al ver eso Makoto suspiró resignado mientras se acercaba a la tina y se agachaba para quedar frente a frente ― Lo siento mucho Haru, siento dejarte todo el día sólo, creo que... no soy bueno cuidándote, no mereces a alguien tan torpe ― pronunció tapándose la cara con las manos, ante esas palabras Haruka se giró sorprendido para encararlo y le apartó con cuidado las manos sujetándolas de las muñecas. Cuando sus miradas se encontraron y quedaron tan cerca, se observaron fijamente deleitándose un breve momento con la belleza en los ojos del contrario ― No me importa quedarme solo, me importa que tu regreses ― confesó Haruka bajando la mirada, ante esas palabras y ese tierno gesto Makoto no pudo evitar sentir que la sangre se acumulaba en sus mejillas, como respuesta, suavemente colocó su mano en la mejilla de Haruka haciendo que el corazón de este latiera con fuerza.

Es imposible (corregido 03/03/2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora