Unidos por la eternidad

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Un año después de la despedida.

En una búsqueda eterna de la enciclopedia más grande de historia universal que había en la biblioteca, Jazmine Jara finalmente lo encontró. Un libro majestuoso de historia, humanidad y arte; además de varios relatos y leyendas sobre los Dioses del país.

Jazmine cargó el libro hasta una mesa en la biblioteca donde estaban sus mejores amigos, Leonel y Yamileth. Quienes estaban felices porque después de un año Jazmine, presentó un segundo examen de admisión a la universidad. Lo logró, por lo que desde hace meses estudiaba historia universal y antropología.

—¡Hey!, Jazmine, ¿lo encontraste? —preguntó Yamileth comiendo unas papitas en la mesa de la biblioteca—. Es un enorme libro.

—Lo es —contestó Jazmine con una sonrisa en la cara. Abrió el libro y observó las imágenes con detenimiento—. Qué curioso, se me hacen familiares estos lugares.

—Claro que se te hace familiar, toda tu vida has estudiado las leyendas del país. A ti te importan más esas historias que el día de mi cumpleaños —dijo Leonel sonriendo de ver feliz a su amiga.

—Sí, pero de verdad siento que conozco estos lugares, en especial este —habló Jazmine señalando un templo que se encontraba en Ciudad Esmeralda titulado como: El templo de las guardiana reales—. Está en los límites de la ciudad rumbo a Ciudad Cristal, aunque nunca he ido por esos límites. Fue un templo donde un gran grupo de mujeres del país rendían culto a los cuatro Dioses principales de Freiani.

—Seguro te lo contó tu mamá. Desde que la encontraron no ha parado de contarte sus famosas historias —dijo Yamileth.

Jazmine sonrió al oír eso, después de ocho años encontraron a su mamá, pero cuando lo pensó se preguntó: ¿cómo pasó? Jazmine observó con más detalle el libro mientras recordó que su mamá fue encontrada en un bote con otros sujetos que se habían perdido. Estuvo perdida mucho tiempo en otro país. Ahora estaba con su hija y su esposo.

El libro le trajo recuerdos a Jazmine. Lo cual la confundió, pero al mismo tiempo no le dio importancia. Era imposible que ella conociera alguno de esos lugares en Ciudad Esmeralda, en su mayoría eran lugares escondidos del país.

—Chicos, creo que debería buscar más libros sobre esto; quizá pueda hacer un buen ensayo.

—No entiendo cómo no entraste antes a la universidad, eres toda una nerd —dijo Leonel haciéndole burla a su amiga, de quien seguía enamorado.

Yamileth por su parte le dio un golpe en el hombro a su amigo quien lo sobó de inmediato. Jazmine rodó los ojos con gracia, eran unos tontos que quería mucho. La chica se levantó de la mesa, comenzó a buscar más libros de cultura general. Quería hacer los mejores trabajos de su escuela para demostrar que era la mejor. Siempre lo haría porque sabía que ser fuerte era importante para forjar su camino. Caminó por los pasillos buscando entre los varios títulos, pero ninguno le servía. Algo la distrajo de su búsqueda, un chico de cabellos negros que invadió la privacidad de una chica que se veía cansada de estar con ese sujeto. Jazmine se acercó a ellos y aunque era más pequeña que el acosador lo miró intimidante.

—Ya le dije que no volveré con él, me engañó dos veces y piensa que seguiré a su merced —habló la desconocida escondiéndose atrás de Jazmine.

—Ya la escuchaste, será mejor que te vayas de aquí —dijo Jazmine, quien miró seria, así como molesta al chico.

—A ti qué te importa, ni siquiera sé quién eres. Mejor lárgate de aquí bocona inútil —dijo el chico acercándose a Jazmine.

AnafreiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora