Por fuera, la posada era más o menos igual que el resto de edificios, por lo que no destacaba mucho, pero al entrar se hacía evidente que era un servicio al que no todo el mundo podría acceder. Teniendo en cuenta la ciudad en la que se encontraban, habría muchos lugares de calidad en los que alojarse, pero, sin duda, habían elegido el mejor de la ciudad. No era extraño, teniendo en cuenta que tres de los que se encontraban ahí eran dioses, y aunque a Xie Lian no le importaba donde dormir, Hua Cheng elegiría siempre el mejor sitio para él.
Los otros tres dioses no se encontraban en el interior, por lo que ambos supusieron que se habían ido a sus habitaciones, con lo cual, ellos hicieron lo mismo. El encargado del lugar les mostró su habitación. Les miró extrañamente, cosa que Xie Lian no entendió hasta que, después de entrar en la habitación, la observó detalladamente. Esta era amplia y sin duda lo que más destacaba era la gran cama de matrimonio que había en medio. Xie Lian abrió mucho los ojos y miró a Hua Cheng, quién, por supuesto, era el que había reservado las habitaciones.
—San Lang... no vamos a estar mucho tiempo aquí, ¿realmente era necesario?— Dijo sentándose en el borde de la cama.
—Por supuesto que si. Pero si te desagrada, ahora mismo pediré que nos cambien la habitación.—
Rápidamente negó con la cabeza. —No es necesario, me gusta esta, es bonita.— Se echó de golpe hacia atrás para tumbarse mientras extendía los brazos. —Ha sido un día complicado... Estoy hecho polvo.— Después de pensar en todo lo que había pasado, sus mejillas se sonrojaron levemente.
—Si Gege está cansado, dormiremos de inmediato, pero, ¿no tienes hambre? No has cenado.— Xie Lian se quedó dubitativo por un instante antes de responder.
—Tengo un bollito en la manga, con esto me vale.— Ya era costumbre que el dios llevara comida en su túnica, por lo que no le sorprendía. —San Lang, ¿quieres la mitad?—
—Aunque me encantaría revivir recuerdos con Gege, voy a tener que declinar tu amable gesto.— Dijo mientras se acercaba a él con una expresión de felicidad. —Al contrario que Gege, yo no necesito comer, aunque me gusta disfrutar de tu compañía mientras ambos comemos en casa.—
—Bueno, no es como si pudiera pasarme algo por no comer unos días. Puedo aguantar bastante tiempo sin comer antes de que me llegara a afectar y desmayarme.— Al principio lo dijo con gracia, pero después de ver la expresión para nada divertida de Hua Cheng, realmente se arrepintió. El menor se sentó a su lado, todavía mirándolo seriamente con el ceño funcido. —Esto... Lo siento, San Lang. No debería decir esas cosas.— Hua Cheng no respondió, haciéndole pensar a Xie Lian que estaba molesto. Le dio un beso en la frente y comenzó a quitarse su túnica exterior. El mayor, que acababa de terminarse su bollito, hizo lo mismo.
—Gege, ven aquí.— Le dijo estando ya acostado en la cama, mientras daba pequeñas palmaditas en la parte del colchón que estaba junto a él. Xie Lian le hizo caso y se acostó donde le dijo, pegándose mucho al contrario. —Si Gege está conmigo, no pienso dejar que vuelva a pasar hambre o frío. Siempre le daré los mejores lujos como se merece. No quiero que digas que no te importa pasar hambre porque estás acostumbrado, tampoco creas que no pagaré por el lugar más cómodo para Gege.— Xie Lian asintió con una sonrisa mientras intentaba acercarse todavía más a él.
—Entonces, ¿no estás molesto?— En los oídos de Hua Cheng, su voz sonaba con una inocencia inmensa.
Rio levemente antes de responder. —Gege, ¿qué cosas dices? Por supuesto que no, no podría enfadarme. Tan solo... no digas esas cosas.— Volvió a asentir. —Además, hace un rato Gege dijo que se quería casar conmigo, por supuesto estoy de buen humor.— Xie Lian sintió como su respiración se cortaba por un segundo, no se esperaba sus repentinas palabras. Cuando consiguió reaccionar, empezó a toser un par de veces. Miró a Hua Cheng a los ojos con sorpresa, pero el otro tan solo le miraba con calma y complacido.
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La Maldición del Oficial del Cielo「𝓣𝓲𝓪𝓷 𝓖𝓾𝓪𝓷 𝓒𝓲 𝓕𝓾」 ✨H⃟U⃟A⃟L⃟I⃟A⃟N⃟✨
FanficYa ha pasado un tiempo desde que el caos llegó a los tres reinos. El reino celestial ha sido recientemente reconstruido, mientras que la calma y el orden ha llegado por fin al reino mortal y fantasma. Hua Cheng y Xie Lian continúan con su vida en pa...