14 - Soñando contigo

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Hua Cheng apoyó su mejilla sobre la cabeza de Xie Lian, y de un momento a otro sus párpados imitaron involuntariamente a los del mayor. Así fue como ambos se quedaron dormidos en un profundo sueño en tan solo un instante.

Horas más tarde, Hua Cheng se encontraba envolviendo a Xie Lian en sus brazos, quien estaba acurrucado hecho una bolita mientras agarraba la túnica roja del fantasma.

El menor despertó lentamente mientras observaba como su pareja le sujetaba durmiendo como si de un peluche o una almohada se tratara. La escena le pareció tan linda que desearía no apartar la vista nunca, pero poco a poco volvió en si y se dio cuenta de la hora que era. Resulta que ese "rato" se convirtió en "dormir el día entero".

—Gege.— Le llamaba. —Gege, vamos, despierta.—

—Mmm.— Xie Lian, negándose a abrir los ojos, le abrazó con fuerza aún medio dormido.

—Gege ya es de noche, hemos pasado el día entero durmiendo.—

—Mmm... No importa.— Su voz apenas se escuchaba, con suerte conseguía que las palabras salieran de su garganta.

—Vamos, si me dijiste que te despertara.— Sonrió al ver el adorable comportamiento del mayor. Luego, intentó ponerse en pie y soltarse de su agarre, siendo este un intento fallido al no poder hacer que dejara de sujetarle. Xie Lian tenía mucha fuerza incluso mientras dormía.

—San Laaaang...— Con mucha fuerza de voluntad para no lanzarse a su lado y poder mimarle hasta volver a quedarse dormidos, Hua Cheng continuó intentado levantarse, ya que le había dicho que él mismo le despertaría, e incluso si ya iba tarde, debía hacerlo. —No te vayas...— El fantasma abrió los ojos con sorpresa y le miró antes de sonreírle con ternura.

—Gege, no me voy a ningún lado.— Ya que no podía ponerse en pie, se sentó junto él, todavía sin ser soltado por el mayor.

—Eso... espero...— Parecía que cada vez estaba más adormecido, cuando se supone que debería ser al contrario.

Hua Cheng apoyó su espalda en el respaldo del sofá y acostó a Xie Lian sobre su regazo. —Gege, incluso hablando en sueños haces que me den ganas de besarte sin parar.— Xie Lian no parecía haberlo escuchado, tan solo se acurrucó más encima de las piernas del fantasma. Aun así, él continuó hablándole. —No me molesta que Gege me insista en que no me vaya, pero espero que sepa que eso nunca pasará. Mientras yo exista en este mundo, es imposible que Gege vuelva a estar solo.— Pese a que el dios no era consciente de sus palabras, Hua Cheng le hablaba pensando que, si era necesario, se las repetiría mil veces más cuando sí pudiera escucharlas. —Después de esperar 800 años, cada segundo que paso con Gege es como un sueño.—

Acercó su rostro al de Xie Lian, juntando sus narices y observándolo muy de cerca. Hua Cheng se sorprendió cuando el mayor casualmente se enganchó de su cuello, empujándole hacia él al tirar de su cabeza hacia abajo. El de rojo decidió besarle con mucha suavidad, prácticamente rozándole. Le dio un pequeño pico que luego se convirtió en un beso más largo. —Si no puedo despertarte de manera normal, lo haré a besos.— Pensó. Lentamente comenzó a mover sus labios sobre los del contrario, aumentando la intensidad por segundos. Xie Lian, como si de un acto reflejo se tratara, imitó los movimientos del menor con un poco de torpeza al no ser consciente de ello.

El beso se hizo más apasionado, y ninguna persona sería capaz de seguir durmiendo mientras que otra le besaba como Hua Cheng lo hacía. Cuando profundizó el beso al abrirse paso él mismo, con su lengua, en la boca del dios, este abrió los ojos sobresaltado. Apartó sus brazos, que seguían enganchados al cuello de Hua Cheng, y le sujetó de los hombros para apartarle con suavidad antes de hablar. —S-San... Lang...— Estaba un poco confundido, pero sobretodo, sonrojado.

La Maldición del Oficial del Cielo「𝓣𝓲𝓪𝓷 𝓖𝓾𝓪𝓷 𝓒𝓲 𝓕𝓾」 ✨H⃟U⃟A⃟L⃟I⃟A⃟N⃟✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora