La Maldición del Oficial del Cielo「𝓣𝓲𝓪𝓷 𝓖𝓾𝓪𝓷 𝓒𝓲 𝓕𝓾」 ✨H⃟U⃟A⃟L⃟I⃟A⃟N⃟✨

03 - Banquete de los dioses PT.2

Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso.

Al escuchar estas palabras, Xie Lian se quedó petrificado, sin poder articular una sola palabra. Sin duda, no se lo esperaba. Como bien le dijo su maestro, estas ocho palabras lo empezaron todo. Esta misma frase, que fue escrita en todos los templos del príncipe heredero de XianLe, fue el detonante de su sufrimiento. Estas palabras significaban esperanza, pero a la misma vez, fueron las que le hundieron en la desesperación más absoluta, "Cuerpo en el abismo, corazón también en el abismo". Este fue el momento en el que se dio cuenta de lo ingenuo que había sido, de que él no podía salvar a nadie. La historia continuó:

Estas palabras, las cuales fueron pronunciadas con un énfasis que las remarcaba como una verdad absoluta, fueron abatidas, demostrando que las palabras son solo eso, palabras. Quien las pronunció aspiraba a la salvación de todos y de todo como si de una promesa se tratase, alcanzando tan solo el sufrimiento de una mentira. Esta historia trata sobre la negligencia de un supuesto ser superior, que dejó a su reino caer al mismo abismo del que hablaba, cayendo también con él y todos sus habitantes.

Xie Lian pensaba:— ¿Qué clase de historia es esta? ¿Qué mortal pudo escribir esto? Se suponía que ya nadie recordaba al príncipe heredero de XianLe, ¡¿y ahora me quieren contar su historia completa?! —Los demás oficiales le miraban atónitos, sin saber bien que decir o hacer. Xie Lian evitaba mirar a los demás, fijando su vista en su plato e intentado fingir que no le importaba. Por un momento miró a Feng Xin y a Mu Qing, quienes estaban cada uno en una esquina de la mesa, ambos con caras oscuras, obviamente disgustados por lo que escuchaban. Sus miradas se cruzaron, probablemente los tres pensaban lo mismo: las bromas de mal gusto eran típicas entre este tipo de juegos de los dioses, pero esta vez el mal gusto llegó a otro nivel, entonces ¿quién fue el que eligió esta historia?

Una terrible enfermedad se expandió, al igual que la preocupación y el miedo, acabando así con todos los que le amaban y adoraban. Quién no muriera enfermo, moriría asesinado. Quién logrará sobrevivir al enemigo, querría dejar de hacerlo, quitándose su propia vida. Ante esta situación, el Dios tan solo confirmó su falta de poder y de...

El corazón de Xie Lian empezó a latir muy fuerte, tanto que sentía que se le salía. No quería seguir escuchando nada más. Las imágenes de las tantas muertes que presenció volvían a su memoria más claras que nunca. Vio a su reino y a sus padres, e inmediatamente bajó su mirada a RouYe, quien estaba envuelta cariñosamente en su brazo. En sus 800 años de vida, le sucedieron infinidad de cosas traumáticas, pero aún así el tiempo le ayudó a superarlo u olvidarlo, sin embargo, había ciertas cosas que no podría olvidar aún si viviera otros 800 años, y sin duda su primer destierro, junto con su segunda ascensión sería una de ellas.

De repente comenzó a sentir un fuerte mareo y un dolor en la cabeza, como si todo a su alrededor diera vueltas mientras le golpeaban.— ¿¡Su Alteza!? —gritó Ye Xing preocupado.

Apoyó su frente sobre su mano, con su codo sobre la mesa, intentando pronunciar palabras con sentido.— E-Esta... bien... —dijo en voz baja. El resto de inmortales estaban ahora más sorprendidos todavía. ¿Qué le podría suceder a un dios marcial para que colapsara así? Sea lo que fuere, seguro que les iba a entretener.

En ese momento Mu Qing y Feng Xin ya se habían acercado a él, este último habló.— ¡¿Cómo va a estar bien?! —No pudo sujetarse con una sola mano, por lo que puso la otra en la misma posición y se sujetó la frente.— ¡¿Su Alteza?! —Sentía como si estuviera a punto de desmayarse, como si un extraño poder le estuviera quemando por dentro. Cuando se iban a acercar más a él para sujetarlo, repentinamente un mar de mariposas plateadas comenzó a rodear a Xie Lian.