Lara Scott
Ya llevaba dos semanas de habernos mudado, dos semanas en las cuales veía todos los días a Maya, Marcus y Matheo. Eso me agradaba y mucho, ya me sentía en un ambiente de confianza con ellos, éramos como el típico grupo de cuatro super comun, pero a pesar de eso lo amaba.
Los últimos tres días había venido Will cuando estábamos Maya y yo, pude conocerlo un poco mejor, y la verdad si me caía bien. Él estaba hablándome sobre el partido de fútbol que tuvieron el viernes, jugaron Marcus y Matheo también pero no pude ir por andar estudia
Me dieron la opción de presentar un examen resumiendo las clases de los tres meses anteriores, porque no todo era igual a mi antiguo colegio, no era obligatorio, pero aun así había ducho que, si lo iba a presentar, era como una meta "personal".
—Como te decía, el juego acabo en 2 a 3 si no fuera gracias a gol de Marcus perdíamos —habló con emoción, pude notar que le gustaba mucho hablar del tema.
—Me hubiera gustado ir a verlos —respondí mirando los apuntes que tenía entre mis manos.
—Te entiendo, tenías que estudiar Es mañana el examen ¿No?
—Ni me lo recuerdes, esto se me da bien pero igual estoy nerviosa ya que de esto depende mucho.
Justo en ese momento escuché la voz de Matheo entrando a la sala y al primero que saludó fue a Will, el cual se limitó a dedicarle una sonrisa de boca.
—¿Quieres que te ayude a estudiar? —me preguntó.
El últimamente me ha ayudado con todo eso, y yo también a él, se había vuelto una especie de costumbre.
—¿Se van a poner a estudiar y me van a dejar solo con ellos dos? —la cara de Will se convirtió en una de horror fingido.
Cuando estaba con nosotros eran muy pocas la veces en las cuales convivía con Marcus o con Maya, todo el tiempo hablaba con su mejor amigo o conmigo.
Marcus y Maya rodearon los ojos a la vez, y luego él dijo que tenía que irse, cualquiera con uso de razón pudo darse cuenta que era una excusa para no tener que hablar con ellos, lo cual se me hacia muy extraña esa actitud, pero tampoco quería indagar tanto.
—En fin —dije colocándome de pie y me puse en frente de Matheo, la diferencia de altura era notoria —. Si me ayudas te lo agradecería y te daría de mis gomitas.
—Uno, cuando las gomitas son tuyas no compartes, y dos, yo fui quien te ofreció la ayuda ¿No? Entonces solo dime en que te ayudo y ya.
—Las últimas preguntas no me las sé del todo, y eso me está matando —mencioné con frustración.
—Sé que suena algo estúpido, pero ¿Has intentando asociar las respuestas con una canción? —preguntó mirando mis apuntes.
—¿Cómo así?
Se sentó y palmeó el sitio a su lado para que me sentara —. Mira, la melodía de una canción que te guste mucho la mezclas con palabras claves que te recuerden a las respuestas, es uno de mis métodos de estudio y tal vez te puedan funcionar.
—¿Con que canción lo puedo hacer? —cuestioné con curiosidad.
—Pues no conozco tus gustos musicales, peeero Riptide es muy pegadiza y creo que te puede ayudar.
—Lo intentaré y luego te digo como me fue, Gracias Math —esbocé una pequeña sonrisa y le di un abrazo repentinamente.
No era de este tipo de acciones con él, pero no se lo tomó a mal, porque me recibió el abrazo con total tranquilidad.
Cuando nos separamos iba a decir algo, pero en eso Maya lo interrumpió.
—¡Lara! —exclamó —. Ya es tarde y es mejor que nos vayamos —tenía una gran sonrisa en sus labios, pero en su rostro se notaba su necesidad de irnos.
Pero por eso no nos vamos, tenlo por seguro,
—Bueno, los veo mañana chicos ¿Nos vamos juntos? —les pregunté.
—Si no me despierto tarde si —mencionó Marcus y Matheo solo asintió.
De inmediato Maya me jaló del brazo para salir de la casa, sin ella despedirse ni nada.
—¿Cuál era tu apuro en irnos? —inquirí confundida.
—¿Crees que no me di cuenta de lo interesado que estaba Will en ti? —hizo una pausa y siguió —. ¿O que Matheo se ofreció muy amablemente a ayudarte?
Negué con la cabeza divertida —. A ver, Will no estaba interesado en mí y Matheo solo se ofreció a ayudarme porque es mi amigo.
La rubia rodeó los ojos —. Es obvio que ha alguno le gustas, pero en lo personal soy team Mara.
—¿Team Mara? —pregunté mientras a ella no se le borraba esa sonrisa.
—Matheo, Lara, Mara, creo que quedarían mejor como pareja —no se porque, pero ese tema le llegó a emocionar en gran manera.
—De verdad que estás loca, yo preocupada por un examen y tu haciendo ships —reí por lo bajo —. Mejor concéntrate en admitir que te gusta Marcus.
Su sonrisa se desvaneció al instante, para luego despedirse de mí y seguir caminando. Llegué a mi casa y lo primero que hice fue intentar el método que Matheo me había dicho. Me pasé el resto de la noche con esa especie de canción repetitiva en mi mente, sí que ayudó.
***
—¿Y? ¿Cómo te fue? —preguntó Maya un tanto nerviosa, acababa de salir del salón y ella estaba allí a fuera con los chicos.
—¡Saqué un 10! —exclamé con felicidad y ella me dio un pequeño abrazo.
—Era imposible que sacaras una mala nota, te la pasas todo el día entre libros y cuadernos.
—Pues sí, pero en realidad lo que más me ayudó fue lo que me dijo Matheo, enserio gracias —me giré hacia el y me rodeó la cintura con sus brazos.
Era la primera vez que salía de parte de él abrazarme, no era alguien de tantas demostraciones cariñosas, o al menos al principio. Colocó su cabeza en uno de mis hombros y me susurró al oído.
—No me des las gracias, aquí la inteligente eres tú, Scott.
Nota:
Hoy no tengo mucho que decir, solamente gracias por el apoyo hacia la historia :3
Jimena P.
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Mi Vecino ©
RomanceLara es una chica de 16 años bastante reservada, nunca le ha ido bien en el ámbito de socializar por ende solo tiene a su mejor amigo Mike. Ella tiene una mala visión de los cambios, prefiere que todo este como siempre fué. Hasta que un día su madr...