Lara Scott
Ya era 15 de mayo, día del concurso de lectura. El día anterior fui un rato a casa de los Miller a practicar con Math, al final nos fuimos por lo convencional y elegimos ciudades de papel, ya que ambos conocíamos dicho libro al pie de la letra.
Los aspectos a evaluar de la competencia era varios, entre ellos la narración que definía quien expresaba mejor las emociones del libro, la escena junto con la línea más resaltante del mismo.
Y por último estaba el mensaje que dejaba el libro, en ese caso se daría a explicar con la icónica frase: "La cuidad era de papel, pero los recuerdos no"
Algo que explicaríamos más a detalle estando allá, estaba revisando mi teléfono cuando me llega un mensaje de Math.
Matheo <3: ¿Puedes bajar ahora?
Lara: Espera, ya voy.
Matheo Miller
Ya sentía que no podía guardarlo más, debía decirle a Lara de una vez por todas que es lo que siento por ella. La noche anterior luego de que se fuera decidí escribirle una carta diciéndole todo, ya sé, sonará algo muy cursi, en lo personal yo no era así ni me gustaban ese tipo de cosas, mas el contenido de la carta no era como lo común.
Estaba sentado en el sofá de su sala, y la vi bajar rápidamente las escaleras ¿Por qué me parecía que se veía tan bien haciendo algo tan simple?
Tú te lanzaste y sin paracaídas
—Hola Mathew ¿Para qué necesitabas que bajara? —cuestionó —. Creí que nos iríamos en un rato —tomó asiento junto a mí.
—Es que te quería dar algo —mencioné un tanto nervioso.
¿Desde cuando a mi me daban tantos nervios confesarme a una chica?
Ella no es como las demás, esa es la diferencia.
Me gustaría decir que le entregué la carta, pero la realidad es que lo pensé mejor y quería dársela luego de la competencia.
—¿Y? —preguntó de nuevo.
—Voltéate —apenas se volteó, aparté su cabello hacia un lado y le coloqué un collar con el dije de la inicial de su nombre.
Pude notar como se removió un poco cuando las yemas de mis dedos tocaron una parte de su cuello con suma delicadeza, al menos no solo yo me ponía nervioso, o era lo que parecía.
Se dio la vuelta para luego hablar —Es precioso, me encanta —me rodeó el cuello con sus brazos y yo encantado hice lo mismo, pero reposando mis brazos en la parte baja de su espalda.
Nos quedamos unos segundos así, sin separarnos, pero que, si fuera por mí, me hubiese quedado todo el día así.
Cuando se separó, repasamos lo que íbamos a decir un buen rato y en menos de lo que esperábamos la hora ya se había pasado. Así que dijimos que mejor nos íbamos juntos a el colegio de una buena vez.
***
Al llegar, Lara se fue a hablar con Sophie y Maya, buscando con la mirada a Marcus el cual no veía desde que estaba en la casa, cuando de repente unos brazos me rodearon la cintura.
—Maaath —chilló Victoria al abrazarme —. ¿Como te preparas para el concurso?
Quité sus brazos de mi cintura para que los subiera y así poder corresponderle el abrazo no con tanto gusto.
—Estoy nervioso, pero a pesar de eso bien.
Antes de que ella pudiera decir alguna palabra Lara se acercó un poco hacía donde estábamos.
—Mathew, ven que ya va a comenzar.
Me separé por completo de Victoria y me despedí con una sonrisa de boca cerrada para poder seguir a Lara, ella estaba jugando con el cordón de su suéter, dándole vueltas y vueltas al mismo. Sabía perfectamente que ella hacia eso cuando estaba nerviosa, así que me acerqué rodeándola con mis brazos por la cintura y ella al instante se tranquilizó.
Luego de eso nos llamaron a ambos, Scott y Miller. Pasamos al frente y me tocó a mí. las primeras narraciones, la escena y línea más resaltante a Lara, y ambos debíamos dar el mensaje que dejaba el libro.
—"La cuidad era de papel, pero los recuerdos no"
—"No existen solo ciudades de papel, también personas"
—Este hermoso libro deja muchos mensajes y lecciones, entre ellos uno muy importante: A veces solo vemos lo que queremos ver de las personas, la idea perfecta de las personas. Pero la realidad es... —Lara se cortó a si misma para que yo continuara.
—Que todos es algún momento, somos una ciudad de papel, la idea perfecta de algo que no es real y que no solemos ser —expliqué con detenimiento al recordar que mas de una vez eso me había pasado.
Se suponía que ya se había dado por terminado nuestro turno, pero cuando volteé mi rostro hacia la chica a mi lado vi cómo se aclaraba la garganta para hablar de nuevo.
—Ya esto queda dicho de parte mía, pero me gustaría decirle a cada uno de los que están aquí, es normal llegar a ser la idea perfecta que tiene los demás de ustedes, pero eso pasa porque siempre nos dejamos llevar por lo que dicen —suspiró para luego seguir —. No sean algo que no son, sean ustedes mismos, si quieren cambiar, que sea un cambio por y para ustedes. Porque si vivimos la vida haciéndole caso siempre a lo que los demás nos dicen, nunca vamos a vivir realmente.
El lugar quedó en completo silencio unos minutos, hasta que uno de los alumnos que se encontraban allí se levantó de su asiento para aplaudir y dedicarle una gran sonrisa a Lara, lo cual la llenó de felicidad porque gracias a eso, todos los demás de la sala imitaron al chico.
Yo tomé de la mano a Lara para bajar del escenario y sentarnos junto a los demás que iban a participar, como no podíamos hablar muy fuerte, me acerqué a su oreja para susurrar —. Lo hiciste muy bien, Scott.
Ella me dedicó una leve sonrisa como respuesta y centró su atención hacia el frente para ver a los que seguían.
Los jueces estuvieron deliberando por unos 5 minutos, los cuales parecían una eternidad. Pero una de ellas tomó el micrófono y le dio unos leves golpes al mismo para captar la atención de todos en el lugar.
—Fue una decisión un poco difícil ya que todos lo hicieron muy bien y nos dieron un buen mensaje, mas un grupo en especifico nos recordó la importancia de ser nosotros mismos y las veces que solemos dejar de serlo —tomó una pausa y continuó —. Así que los ganadores son los alumnos de ultimo año Lara Scott y Matheo Miller.
Nos dedicó una amplia sonrisa a ambos y algunos de los que estaban en la sala aplaudieron mientras se iban levantando tanto para irse como para saludarnos.
Primero se acercaron mis padres a felicitarme, los cuales no sabía ni siquiera en qué momento habían llegado. Yo quería ir a buscar a Lara, pero ellos y unos amigos del equipo de fútbol me lo impidieron.
Cuando al fin me dejaron ir, me dirigí hacia los pasillos para ver si encontraba a Lara, pero mientras iba llegando me quedé estupefacto con lo que estaba viendo.
—Yo de verdad te quiero, y quiero que intentemos algo entre nosotros —Will esbozó una amplia sonrisa mientras le sostenía ambas mejillas a Lara.
—Hay muchas cosas que aun no se de ti, y que tu tampoco sabes de mí, así que es mejor que por el momento empecemos a salir, a conocernos mas ¿Te parece? —él asintió ante sus palabras, pero antes de hacer cualquier otra cosa acercó su cara para plantarle un beso en los labios.
Me volteé de inmediato, no era capaz de ver esa escena, a ellos dos de esa manera. Y no culpaba a Lara, pero no sabía porque eso me hizo sentir tan mal, era un sentimiento que ni cuando Victoria me fue infiel lo sentí.
Solo quería salir de allí, no quería hablar con nadie, quería estar solo.
Nota:
No voy ni puedo decir nada al respecto del cap :(
-Se va a llorar por su bebé Matheo-
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Mi Vecino ©
RomanceLara es una chica de 16 años bastante reservada, nunca le ha ido bien en el ámbito de socializar por ende solo tiene a su mejor amigo Mike. Ella tiene una mala visión de los cambios, prefiere que todo este como siempre fué. Hasta que un día su madr...