Quédate esta noche (Severus x Sirius fanfic)

Irreemplazable

Remus había salido de la enfermería al día siguiente, lo cual agradecía pues se aburría todo el día siendo el único paciente.

Sus amigos habían ido por él, ya que todos estaban descansados y se sentían mejor concerniendo sus heridas gracias a sus habilidades de robo. Así que ahí estaban de vuelta en su dormitorio, pasándola bien, y discutiendo cosas triviales. Pero, la realidad es que no engañaban a nadie, pues todos quería comentar lo que había pasado hace dos noches, eso y el tema de Sirius, y los miles otros temas que dejaron de lado antes que confiar el uno en el otro.

Como siempre, James tuvo la iniciativa o nadie nunca haría nada por hablar abiertamente de las cosas.

—Chicos, como Peter mencionó alguna vez, creo que es hora de que tengamos una charla y nos sinceremos como verdaderos amigos. La verdad es que lo que pasó esa noche fue consecuencia -en parte- de eso mismo, de no hablar por temor al rechazo y es hora de demostrar que sí somos amigos, a menos que alguno tenga algo diferente que decir... —comenzó de forma inspiradora.

Los demás se miraron unos a otros, pues el único que parecía realmente libre con sus sentimientos era el mismo James, pero era diferente con él. No tenía nada por lo cual sentirse avergonzado o mal.

Peter viendo que la situación requería un poco de valentía Gryffindor se animó, pues sus amigos ya sabían lo de Barty, qué más daba que lo repitiera.

—Me enamoré de Barty un día que hablé con él en la enfermería, y he estado enamorado desde entonces, no lo dije antes porque temía perderlos si se los decía... —admitió. Titubeó unos segundos y, después añadió—. Además, a veces siento que ustedes son mucho más cercanos entre ustedes tres. Por mucho tiempo sentí que no aportaba nada a nuestro grupo y si bien ya estoy mejor, todavía hay momentos de duda en las que me pregunto si serían mis amigos si no hubiéramos sido forzados a convivir ese día en el tren.

Su admisión le sorprendió tanto a él como a sus amigos, pero no le importó, sintió como si un gran peso se le hubiera quitado de encima. Eso era lo que sentía, puro y simple... y real.

—No sabía que te sentías así, Pete —murmuró James suavemente—. Siempre te hemos considerado parte del grupo...

—No sería lo mismo sin ti, todos aportamos algo a los merodeadores, pensé que lo sabías —expresó Sirius vehemente—. Fue el destino habernos conocido ese día. ¡Claro que íbamos a ser amigos!

—Eres un gran amigo, Pete. Claro que te queremos, quizás se nos olvidó demostrarlo porque pensamos que era obvio —contestó Remus con una pequeña sonrisa.

Peter se sentía llorar por los comentarios de sus amigos, años de incertidumbre e inseguridad se desvanecieron al escuchar las palabras de sus amigos, llamándolo parte del grupo. Le alegraba haber encontrado amigos tan maravillosos y agradecía que fueran comprensivos con sus sentimientos, sabía que no se había equivocado al quedarse con ellos por tanto tiempo.

—Yo también los quiero —murmuró tratando de no llorar.

Remus, siendo el más sentimental de los tres, lo abrazó de lado, dándole apoyo, lo que después se transformó en un abrazo grupal, que los dejó asfixiados por un segundo.

Peter se limpió sutilmente algunas lagrimillas de los ojos e invitó a alguien más a hablar.

Remus, que había adquirido un nuevo sentido de determinación y valentía por la confesión de su amigo decidió hablar después. Era hora de decir lo que se tenía que decir.

—Esto es algo que no les he dicho por miedo a su reacción —comenzó—. De hecho, Peter ya lo sabe, me sorprendió un día en la sala común y hablamos de eso...